En defensa del neoliberalismo

                                         

 

 

Balance y perspectiva

 

 

Mi última columna del año es una buena ocasión para recapitular y tratar de poner la situación internacional en perspectiva. Con este objetivo, invito a mis lectores a comparar nuestra situación actual con la de hace un año. Hace un año, Estados Unidos y sus aliados parecían estar perdiendo la guerra en Irak. Que nadie se equivoque, este es el evento fundamental de nuestra época. Un Irak próspero y democrático sería un ejemplo prácticamente irresistible para todo el Medio Oriente, una zona clave en el panorama geopolítico mundial. Sería un cambio tan revolucionario como lo fueron una Alemania, un Japón o una Corea del sur democráticos hace medio siglo. Es bueno recordar que, en su tiempo, estos cambios también fueron vistos como utópicos e inalcanzables. Se consiguieron todos ellos, sin embargo, gracias a la sangre y el sacrificio de Estados Unidos.

En Irak, el presidente Bush cambió de política, cambió de dirigentes militares y, hoy por hoy, todo el mundo está de acuerdo en que se ha producido un viraje. Estamos ganando la guerra. No hay nada decidido, pero el progreso es indiscutible. Lamentablemente, en nuestro país existía una tradición de solidaridad nacional en política exterior que ya no existe. Los republicanos apoyaron incondicionalmente a Roosevelt, Kennedy y Lyndon Johnson. En la actualidad, sin embargo, los demócratas parecen desear la derrota de Estados Unidos en Irak. La prensa liberal americana no exalta ni comenta el heroísmo de nuestros soldados, pero magnifica jubilosamente cualquier error. Quizás nada lo ejemplifique mejor que una famosa noticia de este año, en la que se comentaba, en tono plañidero y fúnebre, que el éxito de de la nueva política militar en Irak y la dramática reducción en las bajas, había provocado... ¡un aumento del desempleo entre los enterradores! Increíble pero cierto.

Se presenta la intercepción de sospechosas llamadas a países que son centros del terrorismo internacional como si fueran groseras violaciones a la libertad individual y un esfuerzo para establecer una dictadura totalitaria. En una época en que nuestros enemigos filman y distribuyen por todo el mundo la decapitación de un periodista secuestrado y donde todos los días hacen estallar bombas en mercados populares, matando a ancianos, mujeres y niños inocentes, lo que acapara la atención de la prensa liberal americana son las supuestas ''torturas'' en la Base Naval de Guantánamo y la ''`crueldad'' con que se interroga a los terroristas para tratar de extraerles información sobre próximos y sangrientos ataques.

¿Por qué hacen esto? ¿Porque se supone que eso desprestigie al gobierno de Bush? ¿Porque eso beneficiaría las posibilidades demócratas de conquistar la presidencia en el 2008? ¿Es eso patriótico? Que mis lectores saquen sus propias conclusiones. Los comunistas también se consideraban patriotas al trabajar por el colapso de las sociedades capitalistas en las que vivían. A mi juicio, una de las razones de la decadencia de la gran prensa liberal americana está en su adopción y defensa de causas profundamente antinacionales.

En América Latina, el factor fundamental sigue siendo Venezuela. La coyuntura petrolera le ha permitido a Hugo Chávez gastar cientos de millones de dólares comprando influencia internacional. Que nadie menospreie esas inversiones. Gracias a ellas, ha podido convertir el gobierno argentino en cliente suyo. El patético Departamento de Estado americano, cuya vasta burocracia es casi totalmente izquierdista (''liberal''), se lamenta amargamente de que la investigación de algunos fiscales haya ``arruinado'' sus esfuerzos por establecer buena relación con el nuevo gobierno de los Kirchner. Por favor. Ese gobierno siempre ha estado llenos de antiguos terroristas irredentos. Es profundamente afín al castrismo y, por consiguiente, a Hugo Chávez. Disfruta de cierta popularidad porque ha logrado reactivar la economía argentina. Cómo no. Todos mis lectores conocen de empresas que podrían recuperarse y prosperar si sólo se les permitiera cancelar sus deudas y olvidarse de ellas. El gobierno argentino se ha recuperado mediante el sencillo expediente de no pagarles a sus acreedores y, por consiguiente, de arruinar a miles de pequeños inversionistas. Ese ''milagro'' lo hace cualquiera.

En definitiva, lo importante es, a pesar de que el barril de petróleo está a casi $100, que Chávez ha perdido influencia y, a mi juicio, irreversiblemente. Las elecciones para alcaldes y gobernadores del 2008 serán la gran oportunidad para que surjan nuevos líderes de la oposición venezolana.

Un paso de avance en América Latina ha sido la aprobación del tratado de libre comercio con Perú. Esto garantiza la continuidad y crecimiento de su desarrollo económico. Perú es el más esperanzador de los países latinoamericanos. Por otra parte, la situación más alarmante está en Colombia. Es el gobierno que más admiro en el continente. Es el que está derrotando militarmente a las FARC. De aquí que sea el el más odiado por la izquierda. Chávez está invirtiendo decenas de millones de dólares para controlarlo y garantizar que, junto con Venezuela, sea el gran santuario internacional del narcotráfico. Sin embargo, increíblemente, el Partido Demócrata, uno de los dos grandes partidos americanos, bloquea el acceso de Colombia al libre comercio con EEUU y la gran prensa liberal americana dedica todos sus recursos a socavar el gobierno de Uribe.

Los cubanos exiliados descubrimos esta amarga realidad desde hace tiempo y es por eso que votamos como lo hacemos. Ahora les toca comprobarlo a nuestros amigos venezolanos en el exilio. Hubiera querido comentar sobre la lucha de los liberales americanos por descristianizar las Pascuas y eliminar el tradicional saludo de ¡Felices Pascuas! (Merry Christmas!), pero no tengo espacio.

De cualquier forma, ¡feliz 2008 para todos! ¡Va a ser un año bueno para nosotros!