En defensa del neoliberalismo

  

Consumaron el mini-atraco; ahora van por el mega-atraco

Nosotros queremos una sociedad en la que el papel del gobierno se limite
a la protección de los derechos individuales (…) una sociedad en la que
todas las tierras, recursos naturales y demás medios de producción sean
de propiedad privada (…) En tal sociedad, el tamaño del gobierno sería
menos de la décima parte del que es ahora en términos de gasto público.
La mayor parte del Estado, tal como existe ahora, sería eliminado:
virtualmente [desaparecerían] todas las agencias estatales y
departamentos con las excepciones de defensa, justicia y tesoro.


George Reisman

Los diputados federales priistas, con la complicidad de los perredistas y el apoyo tácito (que simula cierto desacuerdo) de los panistas, así como con el respaldo de los partidos menores, aumentaron las cuotas obreropatronales para arrojar más dinero de los asegurados al agujero negro del IMSS y crearon un nuevo impuesto –las regalías- contra la industria  minera. La importancia de esto no sólo es el aumento objetivo del  expolio fiscal, sino que la clase política ensayó el gran atraco a perpetrar en el próximo período de sesiones del Congreso de la Unión.


No 4%, sino 5% ¿Por qué no de una vez 50%?

Los diputados acaban de perpetrar dos albazos legislativos al hilo al final del primer período de sesiones del poder legislativo federal. Y su gravedad estriba en primer lugar en un nuevo golpe más contra el principio de seguridad jurídica, indispensable para la vigencia del estado de derecho y la viabilidad económica de un país.

El estado de derecho supone la certidumbre de las reglas del juego, su permanencia y el carácter NO retroactivo de las nuevas reglas que lleguen a imponerse.

Toda inversión requiere de un clima de certidumbre jurídica. Los inversionistas necesitan saber que las reglas del juego que hoy resultan aceptables no van a cambiar de un día para otro, que van a persistir por muchos años, por la sencilla razón de que su inversiones van a a mantenerse
igualmente por muchos años y no puede simplemente retirarse si el clima político-jurídico se vuelve hostil.

La minera es un tipo de inversión de alto riesgo. Por un lado, nunca hay la plena certeza de que una explotación tenga la cantidad de mineral que las prospecciones permitían calcular. Por otro lado, la actividad está sometida -
más que otras- a los vaivenes del mercado. Hace un año la onza de oro valía 1,800 dólares, ahora apenas llega a los 1,400. Si hace un año una mina de oro, plata o platino era rentable, tal vez ahora ya no lo sea.

Esta necesidad es más dramática en minería por la magnitud de las inversiones, los muchos imponderables de la actividad y el tiempo tan prolongado de maduración de los proyectos (en promedio de 13 o 15 años, desde que se inicia la exploración hasta que se recupera la inversión).

Los inversionistas nacionales y extranjeros fueron atraídos a invertir en minería con lo que-hoy se ha probado-eran mentiras. Hasta 2006 la seguridad jurídica ofrecida parecía real. Pero entre 2007 y 2010 la principal mina de cobre del país, situada en Cananea, Sonora, fue paralizada por una huelga ilegal, realizada por la asociación delictiva (“sindicato minero”) que preside el gánster Napoleón
Gómez Urrutia y en contra de la  voluntad mayoritaria de los obreros. La huelga que provocó pérdidas por más de 3 mil millones de dólares.

Después se sucedió el acoso de los grupos criminales y los grupos anti-minería, con el apoyo de gobiernos locales y la complacencia del gobierno federal. Los dos gánsteres que han gobernado Veracruz desde hace 8 años, Fidel Herrera y Javier Duarte, primero le abrieron las puertas a la minera canadiense Gold Group para el proyecto Caballo Blanco y luego se las cerraron, tras de que había gastado decenas de millones de dólares.

El año pasado turbas expulsaron a una minera canadiense de Chihuahua y a otra de origen chino de Puebla. Una campaña nacional e internacional logró frustrar un proyecto minero en Wirikuta, San Luis Potosí, por la oposición de un grupo indígena, a pesar de que la actividad se desarrollaría en tierras que NO son de su propiedad. Decenas de proyectos mineros en México están amenazados por estos grupos destructivos.

Y ahora, la puntilla. La iniciativa de reforma a las leyes minera y de coordinación fiscal de dos diputados federales priistas planteaba crear un nuevo gravamen a la industria minera, las regalías, de 4% sobre los ingresos antes de impuestos, que vendría sumarse a los muchos otros gravámenesque ya paga. Pero en comisiones los buenos diputados federales decidieron subir la tasa a 5%. Y ¿qué puede impedir que en 2014 los diputados suban la tasa a 10% o que en 2018 llegue al 50%, de tal suerte que las empresas dejen de tener utilidades y los impuestos se coman el capital en su integridad?

La carga fiscal de las empresas mineras en México ya era una de las más elevadas de América Latina – del 40% sobre sus utilidades- sólo superada por la carga de Bolivia. Ahora México tendrá la carga fiscal más pesada de la región.

Si en México hubiera algo parecido a la seguridad jurídica, las nuevas disposiciones fiscales no deberían aplicarse en forma retroactiva, sino sólo a nuevas inversiones (¡a ver quién querría venir a invertir con la mayor carga fiscal de la región y el acoso de los grupos criminales y de los grupos anti-minería, coludidos con los gobernantes!).
 

Con impuestos buscan destruir lo que la minería aporta

La justificación de este nuevo atraco es que las regalías servirán a las comunidades de 612 municipios donde hay minas, pues el 70% de los recaudado se repartirá entre estos y los respectivos estados, para reducir la pobreza. Es decir, según el discurso de la cleptocracia, la minería –por falta de los impuestos suficientes- no ha traído beneficios a las comunidades.

La realidad es que la minería acarrea enormes beneficios a la sociedad no por los impuestos, sino a pesar de estos. Además de producir insumos indispensables para la actividad económica en su conjunto, la minería paga los salarios industriales más elevados (y los repartos de utilidades más sustanciosos), sostiene más de 300 mil empleos directos y más de un millón de indirectos y es la tercera fuente de divisas, incluso ya por encima de las remesas de los migrantes en Estados Unidos.

El caso del municipio de Cananea, Sonora, de 32 mil habitantes y en el cual la minería es la actividad económica predominante, los beneficios que esta ha traído son evidentes. En el año 2005, según el estudio periódico del Consejo Nacional de Población, Cananea ocupaba el octavo lugar nacional entre los 2,454 municipios entonces existentes, ordenados de menor a mayor grado de marginación. Es decir, la marginación en el municipio sonorense era inferior a la del 99.68% de los municipios del país.

Asimismo, según el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, en 2005 el Índice de Desarrollo Humano (IDH) de Cananea fue de 0.895. Pero si en ese año Cananea hubiera sido un país, no sólo habría superado ampliamente el IDH de México (0.745), sino el de la mayoría de naciones desarrolladas (para no hablar de las no desarrolladas), tales como Dinamarca, Finlandia, Bélgica, Francia, Italia, Austria, España y Reino Unido.

¡Esto es lo que la minería le hace a las comunidades!, ¡esto es lo que la clase parásita de los políticos profesionales quiere destruir con impuestos, regulaciones, campañas anti-minería para expulsar a las empresas y la extorsión de los grupos criminales que protege!

Según el estudio más reciente del Consejo Nacional de Población, en 2010 Cananea habría bajado del octavo lugar ocupado en 2005 al 23, respecto a nivel de marginación (ordenados los municipios de menor a mayor).

¿Por qué hubo esta baja? Porque durante 3 años (2007-2010) la mina de cobre del Grupo Minero México estuvo paralizada. Durante 3 años los obreros no pudieron cobrar reparto de utilidades, que en promedio era cada año de uno 300 mil pesos, porque sin actividad…la mina no generaba utilidad alguna.

Proteger a muerte los privilegios del sindicato del IMSS

A partir de la reforma aprobada a la ley del IMSS a iniciativa del PRI y con el entusiasta apoyo del PRD, la base para el cálculo de las cotizaciones obrero-patronales ya no será sólo el salario base, sino además las prestaciones, tal y como de un tiempo acá se hace con relación al cálculo para el pago del Impuesto Sobre la Renta (ISR).

Con esto, según los directivos del IMSS, la institución tendrá un ingreso extra por 3 mil millones de pesos, que se aplicarían a sus necesidades más urgentes de medicamentos, material de curación y falta de capacidad hospitalaria (medida en camas sobre todo en el servicio de urgencias). Pero cálculo oficial del ingreso extra se antoja muy modesto, si se considera que las prestaciones representan un 30% del ingreso total de los asalariados asegurados y de ahí que las cúpulas empresariales hayan calculado que las cuotas se elevarían en un 30% (lo que daría 56 mil millones de pesos más si en 2011 las cuotas sumaron 187 mil millones).

En cualquier caso el alza disfrazada de cuotas constituye una grave regresión, un enorme paso hacia atrás en la manera en que el Estado había encarado el problema del IMSS: la gran estafa de los integrantes del sindicato en perjuicio de los asegurados.

Con todas las reservas del caso, esa postura desde el gobierno de Ernesto Zedillo y hasta el de Felipe Calderón, había tenido un dejo de sensatez. De la crisis financiera del instituto se culpaba al sindicato del IMSS, porque simplemente esa era la verdad. La política ante el sindicato pretendía una reducción gradual de la gran estafa.

A partir de 2004 empezaron las correcciones. Para los empleados contratados a partir de entonces las jubilaciones y pensiones ya no podrían financiarse con las cuotas obrero-patronales ni el subsidio gubernamental. Pero para los jubilados y pensionados de antes, el financiamiento aún provendría de las cuotas, pues del total de estas prestaciones los propios sindicalizados no aportan ni siquiera el 9% del total.

Pero como quiera que sea, la visión que imperaba era la reducir gradualmente el abuso del sindicato sobre los asegurados. Pero las sucesivas medidas en tal sentido no eran suficientes para revertir el incesante crecimiento del pasivo laboral y del costo de los empleados en activo en particular. Por eso, incluso los directivos del IMSS llegaron a considerar el despido masivo y la recontratación para la firma de un contrato colectivo menos oneroso que el vigente.

Pero esta orientación ha sido abandonada por completo, hasta en el discurso. Mientras que hasta hace poco el sindicato estuvo en el banquillo de los acusados, ahora en su lugar se puso a ¡los asegurados!, a quienes el gánster  Manlio Fabio Beltrones no dudó tachar de “defraudadores” del IMSS.

Si esta es la visión que impera, entonces el alza de las cuotas ya aprobada no es la única agresión que los priistas y sus cómplices del Pacto por México van a cometer contra los asegurados. En los próximos años veremos que en las revisiones contractuales volverán a crecer los privilegios del sindicato, la platilla se expandirá sin control y las cuotas podrían aumentar incluso en un 100% por encima de lo que será un nivel con el nuevo incremento.

Afilando las garras para el gran zarpazo

Enrique Peña y los jerarcas del PRI están eufóricos por la facilidad con la que lograron elevar las cuotas del IMSS e imponer un nuevo gravamen a la minería. Pero también porque siguen subiendo la tarifa de la gasolina por encima de los precios internacionales y no hay el menor asomo de protesta.

Ese sería el escenario ideal para Peña y los priistas: lograr, sin la menor resistencia social, elevar la tasa del IVA al 22% y que la misma fuera para todo el país y para todos los bienes y servicios (sin excepciones), aumentar las tasas del ISR y el IETU (Impuesto Empresarial Tasa Única) y crear nuevos impuestos especiales. Después vendría una avalancha de aumentos a los impuestos locales y la creación de nuevos, con el pretexto de pagar con ellos las deudas estatales y municipales.

Una de las cosas que más ha satisfizo a los líderes priistas durante el mini-atraco, es la actitud abyecta de los líderes empresariales.

Desde el año pasado las cúpulas nacionales de las organizaciones empresariales se dieron a promover la generalización del IVA y el aumento de la tasa porque los colaboradores de Peña les dijeron que si no hacían eso, no habría más remedio que subir los impuestos contra las empresas.


Con el aumento de las cuotas del IMSS y la creación de las regalías, los priistas rompieron la promesa que hicieron a los líderes empresariales, con traición pagaron el colaboracionismo de los kapos fiscales que dirigen a las organizaciones empresariales.

Ante la traición, los líderes empresariales nacionales reaccionaron como ratoncitos asustados: algunos chillidos de protesta, pero continúan promoviendo la generalización del IVA y la creación de nuevos impuestos como el “verde” para la gasolina.

Peña y los líderes priistas para concretar el mega-atraco fiscal sólo necesitan  afinar tres detalles:

 

  •     Acabar con las reservas contra el IVA a alimentos y medicinas entre líderes locales priistas. Para eso la estrategia probablemente será el “etiquetar” el IVA recaudado: que una parte vaya a los gobiernos estatales y municipales. Esto resultará especialmente atractivo para gobernantes locales, ante la magnitud de sus deudas.
     

  •     Vencer la resistencia del PRD a gravar medicinas y alimentos. Esto se lograría con tres acciones: que hubiera tasas diferenciadas de IVA, una más baja para una “canasta básica”; el pago de una “compensación” universal (subsidio) para las personas de menores ingresos; un nuevo impuesto para las “grandes fortunas”, para hacer más progresivo el esquema fiscal como demanda la izquierda.
     

  •     Superar las diferencias con sus contlapaches del Pacto por México, sobre todo con el PAN, que se muerde el rebozo. Las diferencias no son de fondo, sino sobre el reparto del botín. Los priistas se están despachando con la cuchara grande en Veracruz y otros estados, para restaurar la aplanadora priista. Solucionado el diferendo regresará la luna de miel en el seno del Pacto.

Esto es a lo que nos enfrentaremos. Esto es a lo que hay que resistir.

 

http://nomasimpuestos.net/tu_firma_cuenta/

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