En defensa del neoliberalismo

El candidato de Chávez
Adolfo Rivero Caro

Hace pocos días, el presidente Chávez afirmó que si Juan Manuel Santos llegara a la presidencia de Colombia eso podría "generar una guerra'' en la región, siguiendo supuestas órdenes de Estados Unidos. Chávez se equivoca si cree que estas afirmaciones van a intimidar al pueblo colombiano.  Es absurdo que EE.UU. esté planeando un ataque contra Venezuela. Colombia y Estados Unidos firmaron un acuerdo que le permite a efectivos americanos utilizar siete bases colombianas para monitorear y reforzar la lucha contra el narcotráfico, algo de suprema importancia para Colombia. Chávez lo sabe perfectamente y que esto no representa ninguna amenaza militar contra Venezuela. Sólo perjudica los intereses del presidente venezolano porque éste se encuentra  íntimamente vinculado con las FARC y el narcotráfico.

Santos es un economista y administrador de empresas con postgrado en las Escuelas de Economía de Harvard y Londres. Como Ministro de Defensa de Uribe, ayudó a organizar el famoso rescate de 15 secuestrados de la FARC, incluyendo a Ingrid Betancourt. También fue el organizador del no menos famoso ataque contra un campamento de las FARC cómodamente refugiado en Ecuador, muy cerca de la frontera, y en el que murió Raúl Reyes, el segundo al mando de la organización guerrillera.

A nadie, empezando por el gobierno de Correa, pareció importarle que uno de los grupos de terroristas y narcotraficantes más importantes del hemisferio y del mundo violara las fronteras de Ecuador y campeara por su respeto en ese país. Lo que encontraban inadmisible es que el Ejército colombiano cruzara la frontera unos pocos kilómetros para aniquilar al grupo guerrillero que estaba persiguiendo. 

No es de extrañar, por consiguiente, que la principal preocupación de Chávez sea impedir, por todos los medios, que Santos llegue a la presidencia de Colombia. En este sentido, le ha surgido un inesperado aliado en el candidato del Partido Verde, un extravagante profesor de matemáticas que fue alcalde de Bogotá. Hay individuos cuyo solo nombre los deberían inhabilitar para la política. Tal es el caso de este hombre: se llama Antanas Mockus. Por favor, es inconcebible un Moko en la presidencia de Colombia.

Mockus tiene una obvia vocación de payaso. Cuando era rector de la Universidad Nacional de Colombia se bajó los pantalones y le mostró el trasero a unos estudiantes que estaban protestando. (Uno se pregunta que haría Chávez de verlo en esa posición.) Siendo alcalde se vistió de zanahoria para tratar de implantar una hora temprana el cierre de los bares y discotecas de la ciudad. Otro día recorrió las calles de la ciudad disfrazado de Supermockus. Se presentó con una espada rosada de plástico en el Palacio Presidencial para asistir a una reunión sobre educación. En 1996 se casó rodeado de siete tigres de Bengala que le había pedido prestados al circo de los Hermanos Guasca en Bogotá. "El circo es el espectáculo más serio del mundo", comentó entonces su esposa, Adriana Córdoba. Y uno se pregunta, ¿será posible que un payaso llegue a presidente de Colombia?

Mockus suele decir disparates y luego retractarse. Afirmó, por ejemplo, que admiraba a Chávez. Luego se retractó y dijo que lo había dicho porque "es una persona que ha conseguido democráticamente el poder en su país, y a todo mandatario que haya hecho eso lo respeto y lo admiro". Esto, por supuesto, es una solemne tontería y deja mucho que desear en un supuesto intelectual. Por favor. Adolfo Hitler ganó democráticamente las elecciones en Alemania en 1933. ¿También lo "respeta y admira'' Mockus? Pero, sobre todo, ¿cómo es posible hablar de respeto y de admiración refiriéndose a Hugo Chávez, al discípulo y admirador de Fidel Castro, al principal respaldo de las FARC, al que está desarrollando  las más estrechas relaciones posibles con la teocracia iraní, al mismo que amenaza a Colombia con

sus batallones de combate y sus bombarderos rusos? El presidente venezolano es el que agita la histeria anti-colombiana entre las turbas chavistas. Aquí no hay nada que admirar y nada que respetar. Como si fuera poco, Mockus ha dicho que extraditaría a Alvaro Uribe a Ecuador. Una idiotez y una falta de respeto.

En medio de una guerra contra una poderosa insurgencia financiada por el narcotráfico y respaldada por Fidel Castro y Hugo Chávez, este hombre dice soñar con una Colombia sin ejército, "como una Costa Rica". Por favor. ¿En qué país vive?  Los jefes del Partido Verde, desmovilizados del M 19, sueñan con eso. Cuidado. Pudieran intentarlo. En el mejor de los casos, este sujeto pudiera ser un buen ministro de educación. ¿Una presidencia suya? Sería irrisoria si no fuera porque entregaría Colombia a sus enemigos. No lo creo, por supuesto. Este Moko es el verdadero candidato de Chávez y el pueblo colombiano nunca lo permitirá.

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