En defensa del neoliberalismo

 

Demócratas y educación

 

Adolfo Rivero Caro
El Nuevo Herald, Oct 23, 2004

Hay dos cosas que saltan a la vista en relación con la educación en Estados Unidos. Que es un desastre y que está absolutamente controlada por los demócratas. En la academia pasa lo mismo que en la gran prensa y el mundo del entretenimiento: los liberales gozan de una mayoría abrumadora. Los miembros de los sindicatos de maestros fueron el mayor contingente de delegados en la convención demócrata de Boston de este año, como lo fueron en la convención del 2000. Y son los principales contribuyentes del partido, sólo superados por los abogados. Ahora bien, revisar la agenda de los congresos de los sindicatos de maestros es revisar la agenda de la extrema izquierda americana.

Cuando la izquierda perdió la guerra fría, se concentró en socavar los valores culturales que han hecho de EEUU la sociedad más libre y próspera del planeta. De aquí que la principal preocupación de los liberales no haya sido enseñar a leer y a escribir, dominar las matemáticas y enseñar la rica historia de este país. Su preocupación ha sido educar a los jóvenes en una visión hostil y negativa de la sociedad americana. E inculcarles ideas radicales que, con excesiva frecuencia, chocan frontalmente con los principios morales de sus padres.

Los resultados de esta campaña están a la vista. Según las últimas evaluaciones de NAEP, solo 31 por ciento de los alumnos de cuarto grado sabe leer. Sólo 32 por ciento sabe el mínimo de aritmética y sólo 18 por ciento sabe algo de historia de EEUU. ¡Y los alumnos de las familias de bajos ingresos sólo consiguen la mitad de esos por cientos! Más de la mitad de los alumnos de cuarto grado es funcionalmente analfabeta. No es de extrañar que aunque 70 por ciento de los alumnos de las escuelas secundarias públicas se gradúen, menos de la mitad de ellos esté calificada para hacer estudios universitarios. Pese a gastar mucho más por alumno que todos los demás países del mundo, los alumnos americanos de octavo grado quedaron 19 entre 38 países en la última comparación internacional de matemáticas y 18 entre 38 en ciencias. En 1995, Estados Unidos quedó 18 entre 21 países en matemáticas y ciencia combinadas.

Los demócratas son directamente responsables de este desastre. Una crisis que afecta particularmente a los sectores más pobres de nuestra población. Nuestros problemas fundamentales no son ni de dinero ni de espacio en las aulas. Nuestros problemas son de contenido educativo. En las escuelas, el igualitarismo radical y el desprecio a los valores tradicionales han llevado a una verdadera crisis de la disciplina. Las escuelas americanas se han convertido en el paraíso de los malcriados y el feudo de los guapetones. Los resultados están a la vista. El presidente Bush ha defendido una política radicalmente distinta frente a la feroz oposición del establishment educativo demócrata. El centro de esta política es exigirles responsabilidad a los maestros por los resultados de su trabajo. Que ningún niño pueda llegar a cuarto grado sin saber leer y escribir. Que no se pase a los niños de grado automáticamente alegando que suspenderlos crearía desigualdades entre ellos y ''afectaría su ``autoestima''. ¡Por favor, experimenten con sus propios hijos, no con los nuestros! Hay que acabar con el oculto racismo de las bajas expectativas. No exigirles a nuestros estudiantes es condenarlos a la ignorancia y la pobreza. Tenemos que ayudar al presidente Bush a ganar esta batalla, crucial para el futuro de nuestros hijos.