En defensa del neoliberalismo
 

Defensa de Drácula

 

Adolfo Rivero

He recibido una sorprendente carta del conde Drácula que quiero dar a conocer al público. Su texto dice así:

"Todos los años acostumbro pasar unas discreta vacaciones en Miami para aprovechar la luna, la arena y los turistas. Este año mi descanso se ha visto alterado por la exhibición de una película de Francis Ford Coppola que lleva mi nombre. En esta ocasión, sin embargo, no permaneceré en silencio. Los tiempos cambian. En este país se libra una alentadora batalla por acabar con viejos mitos. Con todo, seguimos siendo uno de los poquísimos grupos frente a los que se mantienen las mismas reservas que en el pasado. Esto carece de sentido: los mismo que se ha dicho de otros, se puede decir de nosotros.

"En efecto, nadie puede negar que los vampiros constituyen otra minoría cruelmente perseguida y discriminada. Basta recordar que se les busca para clavarles una estaca en el corazón: procedimiento digno de esta sociedad genocida. Por otra parte, el procedimiento es una violación de sus derechos constitucionales y en particular de la Octava Enmienda, que prohibe los "castigos crueles y desusados’.

¿Qué daño hacen los vampiros? En realidad, ninguno. Durante siglos se consideró la sangría como altamente saludable y terapéutica. Por otra parte, a cambio de un poco de sangre los vampiros ofrecen la vida eterna. Ningún intercambio pudiera ser más generoso. No hay que olvidar que la sangre es uno de los productos más abundantes y desvalorizados del mundo moderno; ninguno de sus bancos ha quebrado nunca.

Los vampiros no sólo son víctimas. También son un ejemplo de la irreparable destrucción que la sociedad occidental ha ocasionado en el medio ambiente. Prueba de ellos es que no resisten la luz del sol. Es evidente que su delicada naturaleza los ha hecho particularmente sensibles al hueco en la capa de ozono, de otra forma no se explicaría que la luz del sol los haga polvo. Por otra parte, ningún ecologista puede tener la sensibilidad de un vampiro ante los problemas de los animales puesto que podemos transformarnos en cualquiera de ellos. Es evidente que los vampiros y los ecologistas tienen muchas preocupaciones comunes y los prejuicios no deberían de impedir que se unieran en la gran lucha por impedir que el capitalismo destruya el planeta.

"Como se sabe los vampiros no resisten la presencia de una cruz. En este sentido, sólo comparten el punto de vista de amplios sectores de la sociedad moderna. Los fundamentalistas insisten en seguir imponiendo el cristianismo pro la fuerza. En este sentido, los vampiros unen su modesta voz a la creciente falange de preocupados demócratas que se oponen a esa imposición, y saludan la reciente decisión del Tribunal Supremo que tan sabiamente ha prohibido la difusión de las nefastas oraciones. Puedo asegurar que nadie más militante que los vampiros en la lucha contra la funesta tradición judeocristiana.

Pero los vampiros se han cansado de ser víctimas. Nuestra sección de Norteamérica se está organizando para cabildear a favor de la inclusión de "los derechos de los vampiros" (vampire rights) en la legislación de los derechos civiles. Es obvio que necesitan de la protección especial a que les da derecho el ser un grupo particularmente detestado. Los abusos contra los vampiros (vampire bashing) deben ser incluidos entre los delitos de odio (hate crimes) que merecen sanciones especialmente severas.

"La mejor demostración de nuestra nueva actitud es que nuestros congéneres de Nueva York y San Francisco han planeado organizar desfiles de "orgullo vampiro" (vampire pride) para demostrar que no están avergonzados de su condición de tales. No sólo eso. Querían llamar a todos los que ocultan su peculiar naturaleza a que la manifiesten públicamente (Dracula, come out of the closet!). En indispensable que esta sociedad acepte la diversidad de una vez por todas. En realidad, si no lo hemos conseguido antes ha sido por orgullo: hemos despreciado la simpatía de los medios de comunicación. Ha sido un error. Pero, una vez tomada la decisión de ganarlos para nuestra causa, nada puede ser más sencillo: sobran los precedentes.

Los medios deben de divulgar que los vampiros recomendamos el uso de esas cómodas fundas de goma para los colmillos que hacen nuestra particular experiencia agradable y segura. Alentamos a que todos los vampiros practiquen la "mordida segura" (safe bite) y llamamos a todas las jovencitas a no dejarse morder la garganta por vampiros no protegidos.

"Los vampiros nos sentimos sumamente ofendidos por que se nos discrimine para maestros, guías de Boy Scouts y administradores de bancos de sangre. Se alegan supuestos temores. Nada más injusto. Queremos que se nos acepte, no provocar escándalos. Pero los prejuicios contra nosotros están muy arraigados. Pro eso creemos que en los manuales de las escuelas primarias deberían de explicar que hay "otros hogares" donde la familia se alimenta de sangre y duerme en sarcófagos. No es nada anormal, Es simplemente un estilo de vida (lifestyle).

"La civilización occidental, arcaica y discriminatoria, está condenada por la historia. Pero ninguna de sus funestas tradiciones es más cruel e injustificada que su persecución contra los vampiros. Basta ya. Sólo queremos que se nos acepte como lo que somos".