En defensa del neoliberalismo

 

Globalización versus imperialismo

Con el pretexto del combate a la globalización

RENACE LA LUCHA DE CLASES

El Forum Social Mundial de Porto Alegre,  cuna de una neo-revolución anárquica

 

Gregorio Vivanco Lopes, del Centro de Estudios Internacionales de la Sociedad Brasileña de Defensa de la Tradición, Familia y Propriedad – TFP

José Antonio Ureta, de la Société Française pour la défense de la Tradition, Famille et Proprieté – TFP  Unidad de Investigación

Tradición y Acción por un Perú Mayor  Lima, febrero de 2001

Al lector

Las agitaciones y destrozos promovidos por movimientos de izquierda en Seattle (EE.UU., 1999), en  Göteborg (Suecia, 2001), y más recientemente en Génova (2001), por ocasión de la reunión de los Jefes de Estado del G-8, atrajeron la atención de la opinión mundial hacia un fenómeno que venía despuntando en los últimos tres años. Se trata de la contestación – a veces violenta – contra a globalización y el actual orden económico-social rotulado de “neoliberal”, llevada a cabo por grupos aparentemente desconexos entre sí. Aunque, bien observado el fenómeno, se constata que esa lucha ha servido de pretexto para la consolidación y entrelazamiento de tales grupos, que van así constituyendo una nueva y peligrosa red internacional de izquierda, de cuño claramente anarquista.

Así, tanto las manifestaciones callejeras en dichas ciudades, como la realización del I Forum Social Mundial (febrero de 2001) y el Forum Mundial de Educación (septiembre de 2001), preparan y delinean los contornos de un nuevo bloque anarco-comunista mundial, ya  en gestación.

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El presente estudio denuncia ese inmenso esfuerzo de ámbito universal para la creación de una nueva Internacional comunista, desde ya denominada en los medios de la izquierda radical Internacional Rebelde.

Es el propio comunismo que resurge, pero metamorfoseado, tal como lo había previsto el Prof. Plinio Corrêa de Oliveira. Y lo hace llevando ahora claramente como compañera de ruta a la “izquierda católica”. El combate a la globalización es la ocasión –casi diríamos el pretexto– para que esas fuerzas remanentes se recobren del trauma sufrido con la caída del imperio soviético y consigan reagruparse.

Tal ocasión ha sido bien escogida, dado que la globalización está generando en el mundo de hoy cierto desagrado, sobre todo por algunas de sus consecuencias prácticas, como a pérdida de identidad de las naciones, el caótico movimiento migratorio, etc.

Subyacente a las críticas hechas a la globalización, esas izquierdas se lanzam de modo bastante violento contra el propio capitalismo, al que atacan hasta en sus fundamentos legítimos, como la propiedad privada y la libre iniciativa. Así, al decir de ellas mismas, el combate no es dirigido contra cualquier globalización, pero sí contra la globalización capitalista.

Los nuevos contestatarios quieren ellos también una globalización, pero de tipo anarco-tribal, en la cual, en última instancia, sean disueltas todas las naciones y abolidas las autoridades, favoreciendo así el  surgimiento de pequeñas comunidades autogestionarias, totalmente igualitarias.

La TFP rechaza de plano el falso dilema, muy difundido por los medios, de que sería preciso optar entre “global” o “no global”. Entrar en ese debate, tomando posición de un lado o del outro, sin las debidas resalvas, ya es acentuar ese falso dilema. Una sociedad auténticamente conforme con la naturaleza humana se desarrolló en la Civilización Cristiana, y ella puede y debe ser restaurada, conforme las enseñanzas tradicionales de los Papas.

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Un esquema suscinto tal vez ayude al lector a mantener en el espíritu los puntos esenciales desarrolados en este trabajo.

En la Introducción se encuentran las bases del presente estudio, y las distinciones necesarias para comprenderlo bien.

La materia del Capítulo I versa sobre la génesis, preparación y realización del “I Fórum Social Mundial”, realizado em Porto Alegre, Brasil – de importancia capital en esa reaglutinación de las izquierdas – así como el perfil ideológico de sus mentores.

En el Capítulo II queda demostrado el papel clave de la “izquierda católica” en la articulación que está dando origen a la nueva Internacional Rebelde;

El Capítulo III demuestra – en el contexto de la acción de las izquierdas desde la caída del Muro de Berlín – que el comunismo renace ahora, metamorfoseado;

El Capítulo IV analiza por qué alguns grupos adoptan la violencia, mientras otros la rechazan. Y apunta al hecho de que la dirección de los “forums” izquierdistas, en particular el realizado en Génova,  toma una posición de ambigüedad benevolente hacia los violentos, aceptándolos en su seno;

En el Capítulo V se pone en realce el grado de compromiso de grupos católicos italianos en la realización del  “Forum de Génova” y sus desmanes; el desconcertante apoyo que dos Cardenales y muchos miembros del Clero italiano dieron al evento, así como su retroceso sólo parcial, tras haberse desencadenado la  violencia;

En el Capítulo VI son analizados los fundamentos doctrinarios de los nuevos anarquistas y su trayectoria, partiendo de Bakunin y terminando en Chomsky e Toni Negri, los principais ideólogos do neo-anarquismo e da Internacional Rebelde.

Por fin, la Conclusión indica que la verdadera opción para o mundo de hoy no se encuentra en los anhelos igualitarios por una sociedad autogestionaria, que tiende a desembocar en el caos, sino en la sociedad orgánica, base fundamental de la Civilización Cristiana.

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Los trágicos acontecimientos del 11 de septiembre crearon un impasse inesperado para los propulsores de la Internacional Rebelde: objetivamente o no, buena parte de la opinión pública mundial comenzó a relacionar a los nuevos contestatarios con el terrorismo, dado el carácter violento de muchas de sus manifestaciones[1].

Lo cierto es que la red mundial de movimientos de izquierda radical, reunidos en la Internacional Rebelde, puede representar para la Civilización Cristiana un peligro bien mayor, desde el punto de vista religioso-político-social-económico, que los terroristas del Al Qaeda.

Alertar a la opinión pública sobre la dimensión de este peligro, indicarle las causas y sugerir los medios para evitarlo, es el objetivo del presente ensayo.

Introducción

Lanzamiento de una Internacional Rebelde, so pretexto de combatir la globalización capitalista

Cuando corrientes ideológicas minoritarias consiguen capitanear ansias más o menos populares y dirigirlas hacia blancos predeterminados, como lo son las estructuras de la sociedad, éstas pueden ser conmovidas hasta sus fundamentos.

Presenciamos hoy en día el surgimiento de una nueva izquierda, que se esfuerza en galvanizar un creciente y difuso descontento frente al proceso de globalización. Dicha izquierda tiene en vista constituir uma Internacional Rebelde, semejante a la obsoleta Internacional Comunista.

Plinio Corrêa de Oliveira, insigne pensador y líder católico, agudísimo observador, jamás creyó que el comunismo –fruto de una secular crisis moral y religiosa– hubiese muerto. Así como  ciertos ríos que se hunden en la tierra corren subterráneos y, más adelante vuelven a la superficie, él sostenía que el comunismo debería necesariamente reaparecer. No ya idéntico a lo que era, sino metamorfoseado y hasta quintaesenciado[2].

En 1992, coincidiendo con el 5° centenario del Descubrimiento de América, se publicó en varios países iberoamericanos una nueva edición ampliada de su obra magna, Revolución y Contra-Revolución. El fundador de la TFP brasileña aprovechó la ciricunstancia para resaltar un aspecto de la realidad internacional que le permitió conjeturar una neo-revolución renaciendo de las cenizas del fracasado comunismo.

Así, con 10 años de antecedencia, Plinio Corrêa de Oliveira describe precisamente el eje en torno del cual –so pretexto de “globalización”–  se desarrolla la actual confrontación ideológica entre el capitalismo vigente y el post-capitalismo emergente. Al prever las consecuencias del desmantelamiento de la URSS, afirma:

“Por ejemplo, la creciente oposición entre países consumidores y países pobres. O, en otros términos, entre naciones ricas industrializadas y otras que son meras productoras de materias primas.

“Nacería de ahí un entrechoque de proporciones mundiales entre ideologías diversas, agrupadas, de un lado, en torno del enriquecimiento indefinido, y de otro, del subconsumo miserabilista. En vista de ese eventual entrechoque, es imposible no recordar la lucha de clases preconizada por Marx. Y de allí surge naturalmente una pergunta: ¿será esa lucha una proyección, en términos mundiales, de un embate análogo al que Marx concibió sobre todo como un fenómeno socio-económico dentro de las naciones, conflicto éste en el cual participaría cada una de ellas con características propias?

“En esa hipótesis, ¿pasará a servir la lucha entre el Primer Mundo y el Tercero de camuflaje mediante el cual el marxismo, avergonzado de su catastrófico fracaso socio-econômico y metamorfoseado, trataría de obtener, con renovadas posibilidades de éxito, la victoria final?”[3]

El I  “Forum Social Mundial” de Porto Alegre: resurge la lucha de clases, sobre nuevas bases

En enero de 2001 tuvo lugar el I Forum Social Mundial de Porto Alegre (FSM), convocado como desafío alternativo al conocido Forum Económico Mundial de Davos, Suiza. Lo que llevó al conocido editor izquierdista Ignacio Ramonet[4] a titular su columna editorial en “Le Monde Diplomatique”: “¿Davos? No, Porto Alegre...”

La lucha de clases Norte/Sur y la reconstrucción de la Utopía socialista habían, de hecho, recomenzado bajo um falso dilema: pro o contra a globalización. El slogan adoptado por el FSM dice mucho: “Otro mundo es posíble”.

Era la Internacional Rebelde que emergía, en fase adelantada de constitución. La expresión fue usada por primera vez por el mismo Ramonet, y ha sido repetida para designar el conjunto de asociaciones y personas comprometidas en la lucha contra la globalización.

El  presente  estudio pone en realce el papel del evento de Porto Alegre en ese cometido, así como el de sus principales promotores: la asociación francesa Attac, el periódico mensual parisiense “Le Monde Diplomatique” y la izquierda católica brasileira.

Para la Internacional Rebelde, el fracaso del “socialismo de Estado” de tipo marxista no invalidaría otras formas posibles de socialismo radical: vida comunal, democracia directa, autogestión de los trabajadores, rehabilitando hasta las teorías anarquistas de Mikhail Bakunin.

Además, ese socialismo anárquico asumiría las luchas del nuevo “proletariado” surgido de las barricadas de la Revolución de la Sorbona, de Mayo de 1968: las ofensivas antipatriarcales del feminismo; la defensa de pseudo-derechos de las “minorias sexuales”; la promoción de estilos de vida “alternativos”; la liberalización de la droga; en suma, las “causas” de todos os llamados “excluídos”.

La Internacional Rebelde, amenaza real – Papel de la  “izquierda católica”

Para ser bien analizada, la Internacional Rebelde debe ser vista bajo dos ángulos distintos e complementarios.

Por un lado, en cuanto reedita los errores del comunismo clásico, ella constituye una fuerza esencialmente anti-propiedad privada y anti-libre iniciativa –por lo tanto anticapitalista– que procura ahora exacerbar la confrontación Norte-Sur.[5] Por otro lado, trae elementos nuevos, acarreados por movimientos ecológicos, indigenistas y otros, que ya hablan directamente de anarquía, caos y misticismo revolucionario. Este último aspecto –el de los elementos nuevos– aunque menos definido en los documentos de la nueva Internacional, es sin embargo el lado por donde ella aparece más dinámica y más capaz de arrastrar a sus bases.

A lo largo del presente trabajo serán abordados indistintamente uno u otro aspecto del tema, de acuerdo a  las conveniencias de presentación.

En el espectro de la izquierda actual ese neo-comunismo, aunque en ascensión, es por ahora minoritario, y a veces hasta marginal. Y no tiene aún fuerza política para imponer su agenda a los partidos de la izquierda clásica, como el PT brasileño, el PS francés, o SPD alemãn, el PSOE español etc., dentro de los cuales los nuevos anarquistas ejercem importante influencia, pero no decisiva.

Sin embargo, encaramado sobre la ola “antiglobalización”, y proponiendo ciertas medidas “moderadas” para un “control democrático” del proceso de mundialización, el neo-comunismo podrá adquirir fuerza suficiente para integrar e incluso liderar un “Frente Amplio” que, ese sí, pueda flexionar la marcha de los acontecimientos en el sentido anarquista. Y hasta podrá –en medio de eventuales conflictos sociales graves–  llegar a asumir el gobierno en algunas áreas. Es por lo menos lo que desea para ciertos países de América Latina un experimentado radical de la Teología de la Libertación, el P. Joseph Comblin, como se verá  más adelante.

El respaldo religioso es vital para que el neo-comunismo intente su aventura, sobre tudo hoy en dia, en que el resurgimiento religioso que se observa en la juventud sorprende a los observadores, después de más de un siglo de inclemente propaganda atea.

Las fuerzas de izquierda se encuentran ampliamente infiltradas en los medios religiosos, inclusive –duele decirlo– en la Santa Iglesia Católica, baluarte natural contra el socialo-comunismo en virtud de su misión, su doctrina, su tradición y su estructura divinamente inspiradas.

En el interior de la Iglesia, los corifeos de la Teología de la Liberación y congéneres llevaron a cabo un trabajo de demolición tan meticuloso y general de todo lo que pudiese significar resistencias a una embestida marxista, que, bajo este aspecto, poca cosa resta meritoriamente de pie. A tal punto que, ya en 1976, Plinio Corrêa de Oliveira pudo escribir: “El progresismo, instalado por casi todas partes, va convirtiendo en leña fácilmente incendiable por el comunismo el bosque otrora reverdeciente de la Iglesia Católica”.[6]

 Eso nos hace pensar en las graves palabras de Paulo VI sobre la “autodemolición” de la Iglesia y la penetración de la “humareda de Satanás” en el Templo de Dios. O entonces en la Alocución de Juan Pablo II, en la cual denuncia la grave situación em que se encuentran los cristianos de hoy: “Sumergidos en el ‘relativismo’ intelectual y moral, y por consiguiente en el permisivismo, los cristianos son tentados por el ateísmo, por un cristianismo sociológico, sin dogmas definidos y sin moral objetiva”.[7]

Cúpulas políticas y económicas del mundo actual comienzan a perder la guerra psicológica

Muy de pasada, queremos aún señalar un punto que, aunque extrapola de nuestro tema, es de capital importancia para quien quiera, en el futuro, emprender un estudio abarcativo de los rumbos seguidos por la civilización actual.

Nuestro tema es la Internacional Rebelde, su formación, sus acciones. Pero para tener el panorama completo, sería preciso analizar también cuáles han sido las tácticas de los dirigentes del mundo actual –que son el blanco más inmediato de las invectivas de esa nueva Internacional– para contrarrestar  los ataques que reciben de ella.

En otros términos, en Seattle, en Porto Alegre, en Génova, la reacción de las cúpulas dirigentes de la política y de la economía mundiales ¿ha estado la altura de la contestación contra ellas? ¿Hubo, siquiera, una reacción? No se trata, evidentemente, de una reacción armada, pero sí psicológica y propagandística. Tanto más que una reacción policial mal conducida puede pesar como factor adverso en el tablero, mucho más importante, de la guerra psicológica, en el cual los medios de comunicación ejercen un papel fundamental.

Así, se pergunta: en el juego de la guerra psicológica revolucionaria, en el cual la Internacional Rebelde viene actuando ampliamente, ¿sus opositores supieron enfrentarla a la altura? ¿Desearon al menos enfrentarla?

Sin querer dar una respuesta cabal a esas indagaciones, todos los indicios parecen apuntar a una especie de inercia ante el adversario y, en algunos casos, hasta una franca colaboración con éste, por parte de las más altas cúpulas, que hace temer una derrota. Esta puede no ser inminente, pues la fuerza y la pujanza de las actuales instituciones aún son muy ponderables. Pero, si dependiera de la reacción de las principales cúpulas político-econômicas del mundo capitalista actual, no se ve cómo pueda ser evitada –a largo, y tal vez a medio plazo– la victoria de los contestatarios.

El fenómeno no es nuevo. El avance de la Revolución protestante en el siglo XVI sólo fue posible porque muchos de los altos dirigentes de la Iglesia y de la  Cristiandad la subestimaron, considerándola “una querella de frailes”. La flaqueza de Luis XVI frente a las hordas revolucionarias de 1789 lo llevó a capitular y no a enfrentarlas. Fue aún la táctica del “ceder para no perder” –en vez de luchar para no perder– lo que contribuyó poderosamente para la caída del zarismo en Rúsia y la toma del Poder por los francamente minoritarios seguidores de Lenin. La ascensión de Hitler en Alemania encontró campo propicio en la inercia de la nobleza y hasta en la connivencia de políticos católicos, como o canciller Franz von Papen.

¿Algo semejante no se podrá dar en la actual situación histórica? Queda aqui el tema levantado, a fin de que el lector pueda tenerlo presente a lo largo de las páginas que siguen, aunque el objeto de este trabajo y sus dimensiones no permitan profundizarlo.

Una denuncia inspirada en el amor a la Civilización Cristiana

En 1864, un puñado de intelectuales y sindicalistas comunistas fundaron la “Primera Internacional”. Cincuenta años más tarde, cabalgando corrientes moderadas y aprovechando las turbulencias de una gran crisis, los comunistas se apoderaron del Poder en Rusia e instauraron el mayor y más sangriento Imperio que la humanidad haya conocido.

La nueva Internacional Rebelde tal vez sueñe con repetir ese golpe de mano. Aunque no sea ya, sino a mediano plazo. Lo cierto es que, desde antes de ahora, sus componentes ya se movilizan, se reúnen, se estructuran, y modifican profundamente los términos del debate ideológico.

Es preciso que la opinión pública esté alerta para los riesgos que esto representa. He ahí la razón de este ensayo.

Puesta la actual ofensiva contra la propiedad privada y la libre iniciativa, lanzada en nombre de la “antiglobalización”, así como los esfuerzos de la neo-revolución contestataria a favor de un socialismo de tipo anárquico-libertario, los autores de este trabajo consideran su deber publicar la presente denuncia. Hacerlo no significa nullo modo optar por la “globalización”, la cual está erosionando gradualmente la soberanía de las naciones. Y la soberanía representa para cada pueblo lo que la propriedad privada representa para los particulares: una condición para la propia libertad y para el recto desarrollo de todas sus potencialidades.

De ese modo, mientras el socialismo anárquico de los anti-globalizantes –la Revolución de mañana– es intrínsecamente malo y antinatural porque ataca elementos fundamentales del orden natural como la propiedad privada, la libre iniciativa y el papel subsidiario del Estado, el proceso de globalización, aunque fundado en el capitalismo —considerado por la Iglesia bueno en sí mismo y condenable tan sólo en sus abusos— representa la Revolución de hoy, en cuanto siendo una deformación y un exceso malsano del propio capitalismo.

Seja como fuere, el católico lúcido e íntegro debe tener siempre en mente el ideal de Cristiandad. Tender hacia ese ideal del fondo de sua alma, y desear ardientemente que la Providencia Divina encamine las coisas de modo tal que la Civilización Cristiana pueda ser restaurada en su plenitud en días mejores. Como enseñó San Pío X: “La civilización no más está para ser inventada, ni la ciudad nueva para ser construída en las nubes. Ella existió, ella existe; es la Civilización Cristiana, es la ciudad católica. Trátase solamente de instaurarla y restaurarla sin cesar, sobre sus fundamentos naturales y divinos” (Carta Apostólica sobre “Le Sillon”, del 25-8-1910).

De nuestra parte, rechazamos formalmente la alternativa “global” o “não global” como opción necesaria. La Santa Iglesia Católica, al ser fundada por Nuestro Señor Jesucristo, trajo también dentro de sí las semillas de una sociedad temporal cristiana. Esta llegó a nacer, a desarrollarse y dar frutos copiosos y admirables en el pasado (cfr. Leão XIII, Encíclica Immortale Dei). ¿Por qué no podrá producirlos también en el futuro? La naturaleza social del hombre como Dios lo hizo –y no como los utópicos de todos os tiempos lo sueñan– regada por la gracia divina, tiene posibilidades insospechadas generar sociedades admirables en todos os tiempos y lugares. ¿Qué tipo de sociedad podrá desdoblarse orgánicamente, a partir del momento en que ocurra el espectacular triunfo del Inmaculado Corazóón de María, previsto en Fátima por Nuestra Señora? Sobre esto tejeremos algunas consideraiones en la conclusión del presente trabajo.

Capítulo I

Porto Alegre, enero de  2001: embrión de la V Internacional Rebelde

“¡Contestatarios del mundo entero, uníos!”

La V Internacional – la Internacional Rebelde – tuvo su gestación vinculada a diversos grupos y personas de izquierda, entre los cuales sobresalen Ignacio Ramonet, director de “Le Monde Diplomatique”, una especie de mentor intelectual del nuevo movimiento, y su equipo.

Siguiendo una estrategia de expansión y de alianzas con otros órganos de prensa extranjeros –que divulgan como suplemento una versión en lengua local de “Le Monde Diplomatique”–, Ramonet transformó esa publicación francesa en una potente máquina de difusión de ideas: 20 ediciones en 10 lenguas, totalizando 1.200.000 exemplares.

Además sus socios representan, también ellos, un tipo de periodismo comprometido en las luchas anticapitalistas. Por ejemplo, el periódico comunista “Il Manifesto” difunde la versión italiana de aquel órgano francés. En Londres es el “The Guardian Weekly” que edita sua versión inglesa como suplemento. Y en el Brasil, la colaboración con los editores comerciales de la version portuguesa prevé el derecho de transcripción gratuita para una red de pequeños órganos ligados a los movimientos más radicales de la izquierda, como el “Movimiento de los Sin Tierra” – MST.

Pero para canalizar el descontento existente contra la globalización de la economia mundial era preciso, primero, crear una estructura de concientización y de mobilización en el Hemisferio Norte, y vincularla después a los movimientos del Sur, como los zapatistas de México, el MST del Brasil, las FARC colombianas, etc.

La oportunidad para ello apareció con las turbulencias provocadas por la crisis asiática de 1997. En un editorial de “Le Monde Diplomatique” de diciembre de aquel año, bajo el título Desarmar los mercados, Ramonet criticaba al FMI y la OMC y sugería la creación de un impuesto a las transacciones financieras internacionales (la así llamada Tasa Tobin). Y se preguntaba: “¿Por qué no crear la ONG Acción por la Tasa Tobin de Ayuda a los Ciudadanos (Attac)?” ; tal organismo “podría actuar como un formidable grupo de presión cívica junto a los gobiernos”.

Attac: ¿una universidad popular orientada hacia la acción revolucionaria?

En junio de 1998 se constituía en París – con el nombre ligeramente alterado, pero conservando la sigla Attac – la “Asociación para a Tasación de las Transaciones y para la Ayuda a los Ciudadanos”. Como entidades fundadoras figuraban conocidos sindicatos, movimientos alternativos y periódicos de la izquierda radical francesa. La unidad de ese conjunto era asegurada por el empeño total de “Le Monde Diplomatique”[8].

La Attac se atribuyó la misión de producir información (“del libro hasta el panfleto”) y de promover encuentros locales, nacionales e internacionales para así hacerse conocida del gran público. Ella se sirve de Internet como principal medio de transmisión de documentos de estudio e de vinculación entre a asociación y sus adherentes, con vista a la acción.

El progreso de la Attac fue rápido. La primera victoria del movimiento se dio en diciembre de 1998, cuando el gobierno socialista francés abandonó las negociacions del Acuerdo Multilateral de Inversiones (AMI), después de recibir una petición de la Attac firmada por 100 mil franceses.

Fortalecida con esa victoria, la Attac organizó en el mismo mes el preimer encuentro internacional para crear una plataforma mundial, reuniendo em París a cincuenta representantes de 11 países.

Seis meses más tarde, se realizó un Encuentro Internacional de la Attac, que contó con la participación de 113 delegaciones, venidas de 70 países. En ese encuentro los delegados decidieron participar de la movilización contra a Rodada del Milenio de la OMC, en Seattle, y promover una “petición mundial” a favor de la Tasa Tobin.

La red en acción: tentativa de viraje histórico en Seattle

En Seattle, cerca de 750 ONGs se inscribieron para participar de una así llamada Rodada Alternativa, en oposición a la Rodada del Milenio, exigiendo la supresión de la Organización Mundial del Comercio. O, por lo menos, que se incluyesen en las negociaciones dispositivos –en tesis legítimos– de protección de las ventajas sociales alcanzadas pelos trabajadores, así como cláusulas protegiendo el medo ambiente.

En la ocasión, una manifestación organizada por los poderosos sindicatos americanos y por ONGs tuvo una amplitud y una violencia que desde hacía mucho no se observaba en los Estados Unidos. La ceremonia de apertura de la Rodada del Milênio tuvo que ser cancelada, porque los manifestantes impidieron que gran parte de los delegados llegasse al local. Además, por no haber sido bien preparadas, las negociaciones fracasaron.

Para el archipiélago contestatario, Seattle fue considerado una inmensa victoria y un viraje histórico, tanto por lo número de organizaciones que participaron de la iniciativa, como por sua diversidad. Empero, eso no parece haber representado un avance en la conquista de la opinión pública.

Otra victoria blasonada a propósito de Seattle fue el éxito de las operaciones de “desobediencia civil” que desarmaron a la policía e impresionaron a los delegados. Pero tal vez el mayor triunfo haya sido el “mediático”, dando visibilidad artificial a grupos hasta entonces enteramente desconocidos, que pasaron a ser llamados  “el pueblo de Seattle”.

La articulación contestataria Norte/Sur

La movilización de Seattle sirvió aún para, de acuerdo al plan trazado, hacer converger las reivindicaciones de los revolucionarios del Hemisferio Norte con las de los do Hemisferio Sur. De tal suerrte que el II Encuentro Americano por la Humanidad y contra el Neoliberalismo –que tuvo lugar en Belém do Pará, Brasil, en diciembre de 1999–  ya incluía en su Declaración final, además de las habituales insistencias en la Reforma Agraria, autonomia indígena, etc., temas como derechos de los inválidos y exigencias de homosexuales y feministas.

También la reunión de la ONU, realizada a fines de junio de 2000 en Ginebra, fue aprovechada para organizar un nuevo encuentro alternativo. La gran novedad de esa jornada fue el anuncio del nacimiento del Forum Social Mundial (FSM), cuya primera reunión deberia realizarse en Porto Alegre, simultáneamente al Fórum Econômico Mundial, de Davos. Se formó entonces un comité internacional de preparación del FSM.

En realidad éste ya venía siendo arquitectado en los bastidores, por los dirigentes de Attac France junto con representantes de la izquierda católica brasileña. He aquí cómo Bernard Cassen, presidente de la Attac y uno de los principales articuladores del proyecto, relata el origen y el desarrollo de la idea:

“En feberero de 2000, durante una discusión con Chico Whitaker[9] y Oded Grajew[10], en París, surgió la idea de organizar el Forum Social Mundial en Porto Alegre. Recuerdo haberme precipitado en seguida en la sala del director de redacción del periódico, Ignacio Ramonet, y haberle dicho: ‘Ignacio, vamos a montar una  operación histórica: vamos a hundir Davos!’ .... decidimos, en el acto, que el Diplô colocaría todo su peso en la balanza para concretar la idea. .…

“Una ratificación internacional del proyecto era indispensable. La ocasión sería dada por el Forum alternativo a la cumbre social de la Organización das Nações Unidas (ONU), a realizarse em Genebra, Suiza, a fines de junio, y en cuya preparación la Attac francesa estaba participando activamente. Ante una platea de cerca de 200 representantes de movimientos sociales de los cuatro continentes, Miguel Rossetto, vicegobernador del Estado de Rio Grande do Sul, expuso las grandes líneas de lo que sería el Forum Social Mundial e invitó a los presentes a movilizarse en el marco de un comitê internacional de apoyo para garantizar su éxito. El FSM estaba, desde ese momento, en órbita internacional”.[11]

Desde la sesión inaugural, tono «libertario»

La sesión inaugural del Fórum Social Mundial, ya mostró cuál es el estilo de esta neo-revolución. La actriz Celina Alcântara, con el torso completamente descubierto, proclamó un texto del sociólogo marxista uruguayo Eduardo Galeano. En él se describe un mundo futuro en el cual triunfarán el igualitarismo – “no habrá niños  ricos”, “nadie morirá de hambre, porque nadie morirá de indigestión”, etc. –  y el permisivismo moral aliado a la blasfemia – “la Santa Madre Iglesia corregirá los errores de las Tablas de Moisés y el sexto mandamiento ordenará que se festeje el cuerpo”. [12]

Los participantes representaban un vasto espectro del horizonte izquierdista. Desde un terrorista colombiano que se presentó como “Comandante Cifuentes”, pasando por el viejo ex-Presidente de Argelia, Ahmed Ben Bella, hasta representantes del moviminto PROUT (Teoría de la Utilización Progresiva) de la India, que promueve una fusión entre el socialismo y el yoga tántrico (hedonista) y que goza de la simpatía del ex- fraile franciscano Genesio (a. “Leonardo”) Boff; desde Ricardo Alarcón,  tercer hombre del régimen castrista, pasando por Lula y Fray Betto, hasta  Joseph Bové, el agitador de las Ligas Campesinas de Francia[13].

De ese megaevento participaron cerca de 20 mil personas, de 117 países, incluyendo 2 mil jóvenes y hasta 700 indios que acampaban en  parques de la ciudad. Para completar, había 1870 periodistas.

Las mesas con panelistas (expositores) se reunían por la mañana; los talleres (definidos como reuniones de debates, relatos de “experiencias” y ocasión para articulaciones) de iniciativa de los delegados, a la tarde; y en la seisón  vespertina eran presentados los “testimonios”[14].

En el contexto del Forum, fueron también inaugurados dos eventos simultáneos, dirigidos por agentes de izquierda: el 1º Forum Parlamentario Mundial, con más de 400 parlamentarios de cerca de 30 países, y el Forum de Autoridades Locales, al cual asistieron 150 representantes de alcaldías de América Latina, Europa y Africa.

Incomprensible “déficit democrático” de los dirigentes

“La verdadera riqueza del Forum y su fuerza innovadora brotaron de los talleres propuestos por los participantes”, festeja Cándido Grzybowski en su balance[15].

La prioridad fue dada al carácter “libertario” y a la participación del público. Por eso, tanto parlamentarios como políticos no tuvieron “el derecho de presentar ni generar proyectos, sino únicamente de acompañar las propuestas impulsadas por las comunidades, que son la emanación directa de la base y reflejan las realidades del terreno”[16], comenta, entusiasmada, Marina Galimberti, animadora de las Pénélopes, entidad francesa integrante de la importante red Women action2000, organizadora de la “Marcha Mundial de las Mujeres”.

Se diría, entonces, que el FSM fue un modelo de democracia directa y participativa, la imagen del otro mundo posible en construcción...

Empero, por detrás de esa apariencia, ciertos relatos muestran que el ambicionado “nuevo mundo” no comienza muy diferente de la democracia popular soviética, gobernada por una camarilla, la Nomenklatura. O sea , la proclamada “libertad” es para la platea: es en los bastidores que las cosas se deciden. La activista canadiense Naomi Klein fustigó en estos términos “el desanimador déficit de democracia del propio Forum Social Mundial”:

“La estructura organizacional del Forum se mostró de tal modo opaca que era prácticamente imposible descubrir cómo se tomabam las decisiones y cuáles serían los meios para cuestionarlas. No había plenarias abiertas ni la chance de  votar una estructura para futuros encuentros. En la ausencia de un procedimiento transparente, una ONG feroz comentaba que, por detrás de los bastidores, estarían aconteciendo verdaderas batallas sobre las ‘estrellas’ que tendrían más tiempo de exposición en los medios, quién tendría acceso a la prensa y cuáles serían los “elegidos” presentados como los verdaderos líderes de aquel movimiento .… La democracia dentro del propio movimiento precisa transformarse en su más alta prioridad”[17].

No se presentó alternativa al capitalismo

Otra carencia del FSM: a la hora de colocar en el papel los valores alternativos, la diversidad de propuestas era tal que ya al tercer día fue preciso renunciar a la posibilidad de publicar una declaración final, como estaba previsto. Para Naomi Klein, “en el final, el Forum no hablaba en unísono”.

Esa diversidad de propuestas llegó a ser defendida por algunos, como el ex-miebro del PC brasileño Atila Roque, quien –relata Klein– aludiendo sin duda al unanimismo impuesto en su antiguo partido declaró: “honestamente, no tengo añoranzas del tiempo en que todos nosotros estábamos en el Partido Comunista”[18].

Una excepción fueron los llamados a favor de una democracia directa, de tipo autogestionario, presentada como modelo para la sociedad y para el propio movimiento contestatario: “En Porto Alegre”, prosigue Naomi Klein, “la respuesta más convincente a la quiebra internacional de la democracia representativa pareció ser esta forma más radical de democracia: la democracia participativa. .... Lo que parecia emerger de modo orgánico del FSM: una visión de red internacional, cada vez más cohesionada, de iniciativas locales, cada una de ellas construída a través de la democracia directa”[19].

Porto Alegre significó el refuerzo de la dinámica contestataria en curso, todavía en busca de un nuevo paradigma doctrinario.

Esa indefinición de objetivos positivos –los negativos estaban muy claros, la demolición del actual orden político-social-económico– no debe sorprender. La Revolución igualitaria y anticristiana que viene desarrollándose en Occidente desde el siglo XV[20] –y de la cual la Internacional Rebelde procura ser la punta de lanza en nuestros días– no tiene en vista construir nada, a no ser de modo accidental. Ella es esencialmente destructora del edificio de la Civilización Cristiana, y nos hace pensar en un caos programado. Tal edificio llega lamentablemente al siglo XXI en ruinas y casi irreconocible, pero ostentando aún en sus destrozos una fuerza de resistencia que sorprende. Y que parece prenunciar días mejores que le están reservados por la Providencia Divina.

Así, el propio capitalismo actual es odiado, no por lo que él pueda tener de realmente censurable en algunos de sus aspectos, sino por lo que representa como defensa de la propiedad privada, de la libre iniciativa, de la acción subsidiaria del Estado, estos sí valores auténticamente cristianos, como enseña la doctrina social de la Iglesia.

Unión de los contestatarios en una Internacional para la «guerra social planetaria»

En artículo para “Le Monde Diplomatique”, Bernard Cassen afirma: “lo que sucedió en la capital gaucha constituye un verdadero viraje”, que confirma “la perspectiva de ver constituirse [en Porto Alegre] el embrión de una verdadera Internacional rebelde”[21].

Según el boletín internet de Attac, citando a Marc Delepouve, esa “Internacional rebelde” se compone de cinco grandes ramificaciones:

“– Poderosos sindicatos, como la CUT del Brasil, la COSATU de Sudáfrica o la KCTU de Corea del Sur: sin contar el empeño creciente de la central sindical de los Estados Unidos (la AFL-CIO);

“– La internacional campesina, Via Campesina, que agrupa entre otros al Movimiento de los Sin-Tierra del Brasil; el poderoso sindicato de los agricultores de la Índia, el KRSS; y la Confederación Campesina de Francia;

“– Innumerables asociaciones, entre las cuales la red internacional de Attac;

“– Una multitud de organizaciones sindicales o políticas;

“– Redes de políticos con mandato electoral”.

Por su parte, Ramonet afirma que los activistas sociales “dieron impulso a lo que poco a poco acabó siendo una nueva guerra social planetaria”, en la cual “a pesar de la heterogeneidad de las reivindicaciones, una convergencia efectiva se produce entre el campesinado, sindicatos obreros, grupos ecologistas, nuevos movimientos de acción ciudadana como Attac, organizaciones feministas, grupos de defensa de los derechos de los indígenas, a los que se suma una nueva generación de jóvenes militantes que aportan un entusiasmo nuevo”.

“Nunca se había producido una convergencia de tal envergadura. .... Frente a la aplanadora de la globalización, se unen movimientos y organizaciones ligados a clases diferentes y a sectores muy dispares, de trayectorias diferentes y posiciones ideológicas contrastadas”.

Y resuelve profetizar : “Aún no existe una Internacional de protesta contra la globalización, pero ya se escucha en todo el planeta este grito fuerte: ¡Contestatarios de todo el mundo, uníos!”[22].

Capítulo II

La “izquierda católica”: compañera de viaje de la neo-revolución anárquico-marxista

Ya nos hemos referido, aunque de paso, al papel fundamental de la izquierda católica en el proceso de formación y en las actividades de la Internacional Rebelde.

No se trata apenas de una contribución revolucionaria más, como sería la de uma ONG. Dado el pasado entrañadamente cristiano de Europa y de América, como también de parcelas ponderables de los otros continentes, nada indica que la Revolución anárquico-socialista de nuestros dias pudiese vislumbrar verdaderas posibilidades de éxito se no hubiese conseguido infiltrarse a fondo en los medios católicos. Tanto más que el edificio a ser demolido es, en último análisis, lo que aún resta de pie de la Civilización Cristiana de otrora, después de siglos de embestida revolucionaria.

Bajo ese punto de vista, interesa vivamente acompañar el movimiento de los llamados “teólogos de la liberación” que, aún después de ser censurados por la Santa Sede, continúan actuando, aunque con menos evidencia. 

Uno de ellos, el P. Joseph Comblin, publicó recientemente un libro bajo el título América Latina 2001. Análisis de coyuntura. En esa obra, aborda el difícil obstáculo que constituye para las izquierdas el hecho de que el pueblo continúe en buena medida impermeable a la propaganda revolucionaria. Para ese sacerdote, a salida sería esperar el advenimiento de nuevos liderazgos, así como el surgimiento de perturbaciones sociales que puedan servir de ocasión para un golpe. Pero el mayor interés del texto no está tanto en la solución que propone, cuanto en la constatación de que a izquierda revolucionaria es impopular y que busca desesperadamente un medio de soslayar esa situación:

“Continuamos en noche oscura”, afirma el ex-profesor del ex-Instituto Teológico de Recife, que fundara el “Arzobispo Rojo”, Mons. Helder Cámara. “Empero, están apareciendo luces – solamente algunas luces – que podrían anunciar nuevos tiempos .… están apareciendo sobre todo en el primer mundo. El  tercer mundo – hasta ahora – está tan desarticulado que no participa mucho en este movimiento. .… Hay señales de un despertar, por más que la máquina de poder sea aún tan fuerte que consigue impornerse y mantener la pasividad de las grandes masas. ....

“¿Qué podrá suceder entonces en los años venideros? ¿Habrá explosiones sociales? .... Los líderes de las izquierdas tradicionales ya están muy desgastados y su estabilidad muy disminuída. Va a ser preciso que aparezcan nuevos liderazgos.

“¿Los cristianos deben participar en los movimientos paralelos ilegales o semi-ilegales? .... Esta pregunta había sido levantada hace 30 años, cuando aparecieron los movimientos guerrilleros violentos y entonces hubo barias resupestas, sin embargo la inmensa mayoría de los católicos no se integró. Ahora la cuestión es diferente, porque .… son movimientos más complejos .… que no se proponen explícitamente la violencia, aunque en determinados momentos estén de hecho implicados en situaciones violentas.

“¿Cuál debe ser la participación de los cristianos en tales movimientos? Não se puede dar normas generales, porque cada caso será particular, y siempre existe este desafío para los católicos. .… Entonces en esas circunstancias que se aproximam de nosotros, no debemos ni podemos crear o elaborar todo un programa de transformación social – no tenemos la fuerza para eso –, pero tendremos que definirnos y escoger un rumbo, cuando aparecieren todos los movimientos esperados, toda la perturbación que se espera, los nuevos líderes, los nuevos movimientos que van a aparecer” [23].

Como se ve, el P. Comblin “nada aprendió, nada olvidó” de las lecciones del siglo  XX y, en medio de la “noche oscura” de las izquierdas, se aferra a desacreditadas tácticas leninistas y las deja como testamento a los que aún sueñan con el Gran Dia...

Sin embarago, otros “teólogos de la liberación”, ante la misma constatación de fracaso del marxismo, resolvierom aprovechar la ola de contestación “no global”. Salieron de sus guaridas, metamorfosearon sus rostros y presentam nuevas denominaciones adaptadas a las nuevas luchas: teología indígena, teología feminista, teología negra, teología del cuerpo, eco-teología [24]

De la caridad al “tercer-mundismo”: trasbordo ideológico inadvertido

Las antuguas agencias católicas de caridad –hoy trasmutadas en centros de “ayuda humanitaria” o de “solidaridad”– han sensibilizado en las últimas décadas a los católicos de Europa y de los Estados Unidos hacia las necesidades del Tercer Mundo.

Al comienzo, se trataba de un  ayuda “misionera”, destinada primordialmente a la evangelización de poblaciones primitivas. Después, esa ayuda pasó a ser solicitada para que las “iglesias locales” pudiesen ayudar materialmente al pueblo de las barriadas precarias. En una tercera fase, la ayuda era pedida para “proyectos de desarrollo” propulsados por instituciones católicas. Y por último –aunque continuando a ser solicitada con una finalidad vagamente religiosa– la ayuda pasó en varios casos a ser encaminada hacia la llamada “lucha da liberación”: financiamiento de huelgas, de movimientos revolucionarios, y hasta de la subversión armada de inspiración marxista, como en el caso de los “movimientos de liberación” de Africa Austral.

Para obtener contribuciones generosas, las respectivas agencias no vacilaron en recurrir a artificios de propaganda que daban una visión exagerada de la miseria en América Latina y el Tercer Mundo en general. Cuanto más famélico el pobrecillo de la foto, tanto más dinero entraba en caja...

Esa propaganda inoculaba en los católicos del Hemisferio Norte un cierto complejo de culpa por la situación del Sur, basado en la idea de que el Tercer Mundo era víctima del colonialismo de los países ricos. Y de que la riqueza del Norte era substraída del Sur[25].

El clima psicológico estaba montado para que buen número de católicos, víctimas de ese trasbaordo ideológico inadvertido[26], fuese inducido a comprometerse en campaña anti-“mundialización”.

Desarrollo  de la campaña Jubileo 2000

Fué notoriamente ese el papel de la campaña Jubileo 2000, lanzada en Inglaterra, en 1994.[27] Diciéndose inspirada en el libo del Levítico, que prescribía al entonces Pueblo Elegido la cancelación de las deudas en los años jubilares, dicha campanha se transformó, en 1997, en una coalición de más de 60 organizaciones inglesas, incluindo iglesias, sindicatos, asociaciones humanitarias y grupos comunitarios.

En el mismo año nació Jubilee 2000/USA a partir de un “Grupo de Trabajo Religioso” para estudiar el Banco Mundial y el FMI, compuesto de representantes de cerca de 40 organizaciones católicas y protestantes.

En abril de 1998, era inaugurada en Ghana una campaña idéntica para Africa, con la participación de delegados de 20 países del continente. Y en enero de 1999, se lanzó en Honduras la versión latinoamericana y caribeña de la misma campaña, con el concurso de delegaciones de 16 países.

En junio de 1999, con participación de la Campanha Jubileo 2000, manifestaciones realizadas en Colonia y Stuttgart exigían de los “siete grandes” la cancelación de la deuda de los países más pobres. De hecho, 100 mil millones de dólares fueron cancelados por el G7 y, antes del fin de ese año, los EE.UU. e Inglaterra cancelabam 100% de esa deuda. Resta saber, cuando aquellos países necesiten de crédito nuevamente, si les será fácil obtenerlo...

Lo más importante, entre tanto, desde el punto de vista de la formación de la Internacional Rebelde, no son esas cancelaciones parciales de las deudas. Que un individuo, o una nación, resuelva perdonar una deuda, puede hasta constituir, de sí, un acto altamente meritorio. Pero en el caso concreto, a medida que la campaña se desarrollaba, se iba produciendo una convergencia creciente entre agencias de ayuda católicas y movimientos notoriamente izquierdistas o hasta anticatólicos. Y lo que los volvía eufóricos, no era el beneficio que la cancelación de la deuda traía para este o aquel país pobre, pero sí el hecho de que habían conseguido mayor unión y “arrancado” de los ricos esa concesión.

En noviembre de 1999 se realizó en Sudáfrica una ‘Cumbre’ Sur-Sur, reuniendo “movimientos  populares, religiosos y profesionales, así como organizaciones políticas y otras coaliciones de deudores provenientes de 35 países de Africa, Asia, Pacífico, América Latina e el Caribe”. En el manifiesto final se declaraba que el encuentro era inspirado en una “amplia comprensión laica y religiosa de las tradiciones del ‘Jubileo’”, en búsqueda de las “causas estructurales (de la deuda)” y de “alternativas durables”. Y anunciaba la creación de la Plataforma Jubileo Sur, destinada a reforzar alianzas “sólidamente ancladas en la lucha histórica contra toda forma de opresión en el cuadro y en la tradición antiimperialista”.[28]

Clara identificación de la “izquierda católica” con los contestatarios

En Francia, una  primera campaña de información, secretariada por el Comitê Católico contra el Hambre y por el Desarrollo (CCFD), incorporaba otros organismos católicos como Secours Catholique, Délégation catholique pour la coopération (DCC) , Justicia y Paz e institutos misioneros femeninos. E incluía también a la Liga de la Enseñanza (notoriamente laicista) y Solidarité Laïque, una contrafaccion atea de Caritas. La Attac Francia dio amplia cobertura a la campaña de informaciones[29].

Por ocasión de la reunión del Club de París, esa campaña organizada por el CCFD convocó una  manifestación pública, de la cual participaron la CGT (sindicato comunista), France Libertés (la fundación de Danielle Mitterand), la Liga Africana por los Derechos del Hombre, la Liga por la Enseñanza y el MRAP (vinculado al Partido Comunista).

Sin embargo, de lejos lo más significativo fue la convergencia católico-contestataria en los propios disturbios callejeros.

Los periodistas Alexander Cockburn y Jeffrey St. Clair cuentan que, el dia anterior a las manifestaciones de Seattle, “un forum discutió la OMC y el sistema de guerra global, mientras el Jubileo 2000 organizaba una Misa”. Y comentan: “Jubileo 2000 promovió uno de los eventos más creativos en Seattle, una tentativa de formar una cadena humana alrededor del centro de exposiciones, para evitar que los delegados de la OMC asistiesen a una reunión nocturna con ejecutivos de las corporaciones Microsoft y Boeing. Miles de personas participaron desafiando el mal tiempo imperante. Allí, el Jubileo 2000 y la campaña 50 Years is Enough combinaron planificar una semana de protestas em Washington D.C,  contra las actividades de los representantes del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional”[30]. Las referidas protestas, como se sabe, degeneraron en disturbios.

La convergencia continuó por ocasión de posteriores encuentros internacionales y “cúpulas” alternativas.

En octubre de 2000 Fray Betto y el premio Nobel argentino Adolfo Pérez Esquivel se unieron en Nueva York a la marcha de los inmigrantes ilegales e a la “Marcha mundial de las mujeres”[31]. El Centro Lebret y el o CCFD participaron de la Contra-Cúpula ASEM 3, que tuvo lugar en Seúl (Coréa del Sur), en el mismo mes[32]. En noviembre, la revista “Témoignage Chrétien”[33] se destacó entre los organizadores del Encuentro Internacional de La Villette, junto a organismos marxistas o laicistas como Actuel Marx, Espaces-Marx, Liga de la Enseñanza, Fondation Jean Jaurès, Attac, etc.[34].

Actuación decisiva de los católicos en el Forum Social Mundial de Porto Alegre

1) El papel del Canónigo François Houtart

En la organización del FSM de Porto Alegre colaboró el llamado “Forum Social de las Alternativas y del Centro Tricontinental”, dirigido por el Canónigo François Houtart, quien dispone de vastos contactos internacionales. Así describe el diario Le Monde al  personaje:

“François Houtart, creyente por existencialismo, marxista por convicción, contestatario por necesidad, el sacerdote belga lleva su vida a modo de compromiso. .… A los 76 años, este ciudadano del mundo .… colocó en la cabeza la idea de utilizar la web mundial para ‘hacer un inventario de los movimientos sociales de resistencia al capitalismo.’ .… Entre dos viajes a  São Paulo o a Dakar, es por Red interpuesta que este septuagenario prepara el segundo Forum Social Mundial, que reunirá en Porto Alegre a todos aquellos que creen que ‘un otro mundo es posible’, y del cual él se tornó uno de los líderes”.

El periódico relata en seguida que, después de su ordenación, Houtart pasó cuatro años viviendo con los “explotados” de América Latina y que el resultado de sus análisis sociológicos reposa en la biblioteca de su escritorio de la Universidad de Lovaina “entre diversas edições de la Biblia, de estatuas incas y una estatuilla de Fidel Castro”[35].

En 1976 este eclesiástico funda el Centro Tricontinental, para dar apoyo “a uma multitud de movimientos de liberación nacional, desde el Frente de Liberación Mozambicana[36] hasta los sandinistas nicaragüenses, passando por el CNA de Nelson Mandela”.

Según “Le Monde”, por dos veces el Vaticano quiso expulsarlo de la Universidad, “pero el  sacerdote está em paz con su ‘marxismo’”, que “no ‘desemboca en el ateísmo’” porque “su fe no lo abandonó jamais” (“si bien que el Padre no rece sino raramente la misa”, agrega el diario)[37].

2) “Chico” Whitaker y Comisión Justicia y Paz de la CNBB: acción decisiva

En el capítulo anterior, fue relatado el papel de Francisco Whitaker, Presidente de la Comisión Justicia e Paz de la Conferencia de los Obispos de Brasil (CNBB) y regidor del PT por São Paulo, en la reunión en las oficinas de “Le Monde Diplomatique”, donde se orquestó un “Contra-Davos del Sur” a ser realizado en Porto Alegre.

Um mes después de ese encuentro, según Bernard Cassen, “Chico [Whitaker] e Oded [Grajew] habían trabajado con su tradicional eficiencia y constituído un colectivo de ocho entidades que aceptaban asumir la organización del FSM”. En una cena en Porto Alegre, fue decidido que ese colectivo “tomase unilateralmente la iniciativa” de la convocación internacional. Lo que fue hecho en Ginebra.

Cabe resaltar que, en esos preparativos, “Chico” Whitaker actuó en cuanto secretario de la Comisión Justicia y Paz, que desde entonces formó parte oficialmente del Comitê Organizador del FSM.

En el Forum de 2002, Whitaker fue incumbido de dirigir un taller promovido por la misma Comisión, para propiciar un encuentro personal entre miembros de Comisiones Justicia y Paz de Brasil e de otros países[38].

En cuanto al Fórum Social Mundial 2003, Whitaker y Cassen fueron nombrados para establecer “criterios para la eelección de un local” en la India[39].

3) Apoyo logístico de la Pontificia Universidad Católica de Porto Alegre

Más protuberante aún se reveló el apoyo logístico y financiero concedido al FSM por la Universidad Católica de Porto Alegre. De hecho, el corazón del encontro fueron las sesiones matinales, realizadas en el inmenso auditorio del Centro de Eventos de la PUC “gaúcha”, arrendado con un descuento de 40%.

En ese auditorio es que se desarrolló el show inaugural con la participación, como ya dijimos, de una actriz semidesnuda, proclamando que “la Santa Madre Iglesia corregirá los errores de las Tablas de Moisés y el sexto mandamiento ordenará que se festeje el cuerpo”.

Fue también del campus universitario que partió la Marcha de la cual participaron grupos feministas precedidos de una faja con el lema “El aborto es posible”[40].

¿Puede una universidad pontifícia – que deberia ser guardiana de la Moral y del Evangelio – correr el riesgo de encubrir nuevamente en 2002 la promoción de la imoralidad y de la masacre de los inocentes?

4) Participación activa de representantes emblemáticos de la Teología de la Liberación

En la inauguración del Forum, fue leída una carta de Mons. Pedro Casaldáliga, el autoproclamado “monseñor martillo y hoz” de São Félix do Araguaia[41]. Y asistió Mons. Tomás Balduino, presidente de la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT) ligada a la CNBB, participando inclusive de talleres.

Asimismo el publicitado corifeo de la ‘izquierda católica’ brasileña, Frei Betto, usó la palabra en la primera sesión del Eje III, presidida por el canónigo Houtart, y allí descubrió un sentido nuevo de ecumenismo: “las semillas de esa cultura de la solidaridad ya se encuentram en las grandes tradiciones religiosas, en los valores comunitarios de los pueblos indígenas tribalizados, en la experiencia de los místicos y en el testemonio de revolucionarios que, como Jesús, Gandhi y Che Guevara, dieron sus vidas para que otros tuviesen vida”.

Otros dos ex religiosos también estuvieron activos, pero no llegaron a hablar: Genesio Darci (nombre de pila ahora del ex fraile franciscano Leonardo Boff), hoy consagrado a la “eco-teología” y el ex-padre colombiano Oliverio Medina, portavoz de las Farc, prohibido por la policía de participar de actividades políticas el el Brasil.

Diversas entidades católicas estuvieron asimismo presentes, animando talleres, articulando coaliciones y promoviendo o firmando declaraciones y llamamientos contestatarios[42].

***

Vistos esos antecedentes de la participación católica en el Forum Social de Porto Alegre, podemos concluir que tenía razón el comunista francés Michel Löwy cuando afirmó, en el panel del tercer dia del Eje IV:

“La renovación del internacionalismo no pasa solamente por las fuerzas sindicales y políticas más radicales del movimiento obrero y socialista en todos sus componentes (de los marxistas a los libertarios)”. También “los cristianos radicalizados son un componente esencial, tanto de los movimientos sociales del Tercer Mundo –muchas veces inspirados, sobre todo en América Latina, por la Teología de la Liberación– como  de asociaciones europeas de solidaridad con las luchas de los países pobres .... Ellos traen una contribución importante en la elaboración de una nueva cultura internacionalista”.[43]

Cuán lamentable, pero cuán verdadero... Como fue dicho al comienzo de este capítulo, la contribuición de católicos es capital para que la contestación anticatólica intente acanzar sus fines. Por eso, las cúpulas del movimiento progresista en la Iglesia se esfuerzan extraordinariamente para movilizar a los fieles a favor de la contestación revolucionaria. Pero éstos parecen escaparles de las manos...

Capítulo III

 Berlín 1989/Génova 2001

“Muerto” con la caída del Muro, “resucita” ahora el comunismo

Génova, miércoles, 18 de julio de 2001

Los organizadores del Forum Social de Génova (FSG) –opuesto a la realización de la Cumbre de Jefes de Estado del G8– anuncian que se preparan para invadir la declarada “zona roja” donde se desarrollará el encuentro, y que intentarán repetir lo hecho en Seattle, donde dos anos antes habían conseguido impedir la realización de la Rueda del Milenio, de la Organización Mundial del Comercio.

Viernes, 20 de julio

Alrededor de las 3:00 hs. de la tarde, la vanguardia del cortejo de 20 mil manifestantes se aproxima de la zona roja y los policías lanzan los primeros gases lacrimógenos. Por más de una hora, se dan cargas y contracargas; los Tute Bianche y miles de adeptos de la “resistencia pasiva” hostilizam a la mayor parte de las fuerzas antimotines. En la retaguardia y en los flancos, las hordas anarquistas del Black Bloc –cinco mil agitadores, según el ministro italiano del Interior – comienzan a destruir todo a su paso, con furia devastadora.

Génova se covierte en un campo de batalla. Por todos lados hay furgones y carros quemados, vidrieras rotas, edificios en llamas, cabinas telefônicas destruídas y recipientes de basura dados vuelta.

Balance de la jornada de violencia: 1 muerto y 172 heridos, de los quales 40 pertencem a la fuerza pública y 7 son periodistas. Los daños materiales son incalculables.

Sábado, 21 de julio

Se aglomera una masa humana de 200 mil manifestantes. Cuando la vanguardia entra en la Avenida Torino, los radicales del Black Bloc se introducen en la manifestación, y recomienza la intifada contra los agentes del orden. Durante horas llueven piedras y cocktails molotov, respondidos con gases lacrimogêneos. Cuando los policías avanzan sobre los más violentos, éstos se diluyen entre los demás contestatarios... para reaparecer poco después en otros locales, incendiando vehículos y cabinas telefónicas, destruyendo vidrieras de comercios, agencias de Correo y bancarias, un grifo de gasolina, el primer piso de un edificio de oficinas públicas, etc.

Seis horas después del comienzo de los desmanes se cuentan 228 casos de atención de urgencia, entre policías, periodistas y manifestantes.

Domingo, 22 de julio

Las cuentas son hechas. “El número de tiendas damnificadas asciende a por lo menos 400   –asegura Paulo Odone, presidente de la Cámara de Comercio– y a um millar las que requerirán ser pintadas nuevamente. Si a esto se añade los daños em inmuebles urbanos, señales de tránsito, semáforos, cabinas  telefónicas, escuelas y carros, los perjuicios subirán a 50-60 trillones de liras, sin contar las pérdidas de los días sin trabajar”.

Metamorfosis de la Revolución

Como quien despierta de una pesadilla, en las semanas siguientes la opinión pública europea y de todo el Occidente buscó interpretar los acontecimientos de Génova.

Los que pensaban que el comunismo había muerto con la caída del Muro de Berlín no comprendían por qué, en las ciudades mais ricas de nuestros dias, decenas de miles de manifestantes insatisfechos salieron a las calles para exteriorizar su odio a las actuales estructuras sociales y embestir contra los “símbolos del capitalismo”.

Empero, tales explosiones no podrían sorprender a observadores más sagaces y no condicionados por visiones economicistas y materialistas de los acontecimientos. De hecho, el comunismo en el siglo XX no puede ser visto como un fenómeno aislado en la Historia, sino que es parte de un proceso que comenzó antes de él y que continuó después. Como lo muestra Plinio Corrêa de Oliveira, el comunismo era la etapa más avanzada de una crisis  moral y religiosa que viene desarrollándose desde el siglo XVI y que tuvo como predecesores la Pseudo-Reforma Protestante y la Revolución Francesa[44].

Así, es ilusorio imaginar que, con el desmoronarse de los regímenes comunistas, una Revolución tan extensa y profunda pudiese, del día a la noche, evaporarse como un líquido pútrido al calor del sol. Cuando mucho, la Revolución habría de hacer una retirada estratégica para dejar pasar el viento adverso y preparar la revancha. A manera de los beduinos en el desierto que, ante la tempestad de arena, echan el camello y se agazapan detrás de él. Pasado el simún impetuoso, montan nuevamente y prosiguen su camino.

Fue lo que ocurió, por ejemplo, en la Francia del siglo XIX, durante el período de la Restauración monárquica. Un observador superficial juzgaría que, con la ascensión al trono de Luis XVIII, la República estaba derrotada y que había cesado la convulsión revolucionaria. Sin embargo, tan sólo algunas décadas más tarde, pasando por sucesivos avances y retrocesos, el régimen republicano vencía establemente con la Tercera República[45].

Es forzoso reconocer que, en los 12 años que van desde la caída del Muro de Berlín hasta los saqueos de Génova, viene produciéndose un fenómeno análogo al de la Restauración en Francia. Tanto más que no ha habido un esfuerzo de memoria colectiva, como el realizado con los crímenes del nazismo. La macropublicidad, de modo geral, evitó enfocar el tema. Las revelaciones aterradoras y el cuadro de conjunto presentados por el Libro Negro del Comunismo tuvieron, así, poco efecto, y la gran mayoría del público comenzó poco a poco a olvidar el horror que fue el comunismo. Hasta el punto de que, en los propios países del Este europeo, antiguos líderes del PC volvieran al gobierno por vía electoral y, en Ocidente, algunos partidos comunistas pudieran darse  el lujo de participar del gobierno.

Más aún, una corriente “ecológico-anarquista” levanta ahora cabeza y se vuelve la punta de lanza de una nueva izquierda, retomando las banderas libertarias de la Revolución de la Sorbona[46]. De la vieja hidra revolucionaria, surge esta nueva cabeza con aires de novedad.

Revolución Cultural:  prioridad del “nuevo proletariado”

La metamorfosis del comunismo y su mutación hacia la anarquía venían siendo preparadas desde antes de la caída de los regímenes comunistas y de la apertura de la Cortina de Hierro. Y hacen parte de la misma Revolución.

Desde los años 60, una izquierda neocomunista tomaba distancia de la dictadura soviética, daba las espaldas al “capitalismo de Estado” y concebía la Revolución sobre todo como la lucha de un neoproletariado contra las “alienaciones” producidas por la cultura dominante: los jóvenes em revuelta contra la sociedad tradicional; el movimiento feminista en lucha contra las esctucturas patriarcales de la familia; los marginales (drogados, homosexuale prostitutas y hasta criminales) defendiendo el “derecho” de llevar “estilos de vida alternativos”; los imigrantes irregulares; los grupos étnicos minoritarios; las comunidades indígenas; el movimiento ecológico, propugnando el “retorno a la naturaleza”;  y en general todos los que no sólo rechazan las super-organizaciones estatales o privadas, sino que se colocan contra toda forma de vida institucional.

La prioridad imediata pasó a ser la conquista da “libertad”. Tal revolución alcanzaba la vida cotidiana, al promover experiencias de “comunas” autogestionarias y, de modo geral, la dilución gradual de los poderes del Estado y su diseminación en “comunidades de base”. Por exemplo, las cooperativas de asentados de la Reforma Agraria brasileña.

Así, en los flancos de la estructura social apareció um sinnúmero de “colectivos” y “grupos alternativos” autónomos, de ONGs, etc., que pasaron después a orquestarse y constituyen hoy la aile marchante, de donde salen los líderes y la gran masa de maniobra de la revolución “no global”.

Ejemplo típico de esos grupos “alternativos” son los Centros Sociais Autónomos italianos, que se hicieron más visibles desde 1995, con la creación, a partir del Centro Leoncavallo de Milán, de la red de los Tute Bianche, figura emblemática de lucha contra la globalización.

Una breve descripción de una visita a uno de esos centros, en la periferia de Roma, es hecha por la escritora canadiense Naomi Klein, autora del best-seller antiglobalización En el logo:

“Los centros sociales son edificios abandonados –depósitos, fábricas, fuertes militares, escuelas– que fueron ocupados por invasores y transformados en gremios culturales y políticos, explícitamente libres del mercado e del control del Estado. Algunos estimam que hay 150 centros sociales en Italia. El mayor y más antiguo – Leoncavallo en Milán – es prácticamente una ciudad, con diversos restaurantes, jardines, librería, cinema, una rampa de skateboard coberta y un club ....

“Pero los centros sociales son también el inicio de una creciente militancia política en Itália, colocada para explotar en el palco del mundo, cuando el G8 se reúna en Génova en el mes que viene. En los centros, la cultura y la política se mezclan fácilmente; un debate sobre  acción  directa se convierte en una gran fiesta al aire libre; uma fiesta rave se realiza al lado de una reunión sobre la sindicalización de trabajadores de fast foods”[47].

Aspectos despersonalizantes y negativos del mundo moderno: caldo de cultivo para la rebelión “no global”

En la década de los 90 se acentuaron, un poco por todas partes, algunos procesos globalizantes que dan al hombre de la calle la impresión de que un mundo orwelliano –gigantesco, frío, distante e inhumano– está siendo construído sobre su cabeza, semejante al universo descripto por George Orwell, en su obra 1984. Esto contribuyó a tornar simpáticas algunas de las propuestas de la neo-izquierda radical.

Tales procesos de tipo orwelliano ocurren en los más variados campos: la constitución de super-Estados, idealizados por técnicos desvinculados de la realidad; las megafusiones de empresas multinacionales y bancos, ante las cuales los particulares parecen enanos impotentes; las experiencias asustadoras con embriones, la clonación de seres humanos y el emergente espectro de un mundo science-fiction dirigido por un grupo de científicos alucinados; la formación de inmensas coaliciones para intervenir manu militari en conflictos locales, empleando armas ultrasofisticadas; la imposición arbitraria de medidas como la “moneda única” o la construcción de un inmenso mercado financiero mundial, conmovido por una secuencia casi ininterrumpida de crisis y por el espectro de un “crack” financiero; la creación de ameanazadores ficheros informatizados, conteniendo cantidades incalculables de datos sobre cada individuo; el crecimiento desordenado de megalópolis parduzcas, sucias, agitadas, rodeadas de inmensas y preocupantes periferias de nuevos inmigrantes; la extensión y el poderío incontrolable de extensas redes de crimen organizado, contra las cuales el poder judicial y las policías parecen desarmadas, cuando no cómplices; la invasión, dentro de casa, a través de la TV y de Internet, de borbotones indeseados de informaçiones instantáneas y pornografía; y finalmente, leyes cada vez más coercitivas y amenazadores para el individuo, so pretexto de combatir discriminaciones, etc.

Se comprende que ante ese mundo hipertrofiado y artificial hayan aparecido, como simpáticos, la vida natural, las comunidades cerradas, las ciudades pequeñas, los alimentos biológicos, etc. Y que opciones como Roquefort x McDonald, maíz natural x Monsanto, rebaño x agroindustria, hayan hecho vacilar muchos espíritus poco habituados a analizar los acontecimientos en profundidad.

Ahora vien, es exactamente en el mar de ese descontento difuso y profundo, de esa inseguridad de juicio, que las corrientes de la nueva izquierda radical han sabido pescar, procurando atraer hacia la causa de la “antiglobalización” ampilos setores de opinión.

Uno es el pescador: el neocomunismo anárquico. Los peces que este quiere llevar a su cesto son los componentes de la opinión pública mundial. La red que él lanza es el descontento con esa globalización religiosa-sócio-política-económica, ya em curso.

En nombre de la lucha de clases Norte / Sur, renace la ofensiva contra el capitalismo

 Una dificultad, empero,  surge para los mentores del neocomunismo. Ellos no pueden despertar las desagradables reminiscencias, aún recientes, dejadas por el imperio soviético. Es necesario disfrazar. La nueva Revolución no puede ser aquella de los proletarios contra os patrones, como en los viejos moldes, pero sí la de los pueblos pobres del Sur contra los pueblos ricos del Norte y de los defensores de la naturaleza contra la depredación provocada por un desarrollismo globalizado e alucinado.

Así, bajo capa de uma retórica antiglobalización y contra el neoliberalismo va apareciendo un combate insidioso a la propiedad privada, a la libre iniciativa, al capitalismo. No para volver al capitalismo de Estado y a los fracasados planes quinquenales de la União Soviética, sino para avanzar rumbo a una sociedad compuesta de pequeños grupos autogestionarios, que practicam una economía de subsistencia en los moldes ecológicos de los pueblos indígenas. ¿Esto no nos llevará a una situación completamente caótica?

Capítulo IV

“Attac pasó por aquí...”

Después de concluido el Forum de Porto Alegre, su Comité Organizador publicó una Carta de principios destinada a orientar la continuidad de la iniciativa. El documento asevera que el FSM se opone “al uso de la violencia como medio de control social por el Estado” y que no pueden participar de sus actividades las “organizaciones que atentem contra la vida de las personas como método de acción política”[48].

Sin embargo, nada indica que en los próximos encuentros sea prohibida la participación de los representantes del gobierno cubano y de los guerrilleros de las FARC, acogidos por ruidosas ovaciones en Porto Alegre...

Sobre todo es chocante que la “Carta” condene el uso de la violencia únicamente por parte del Estado y que sean admitidas entidades –como el MST– que atentan contra los bienes de terceros o hasta contra la integridad física de personas.

¿Descuido en la redacción? ¿O aceptación de que hay formas legítimas de violencia? Hay antecedentes que muestran ser muy ambigua la posición frente a la  violencia de algunas de las organizações propulsoras y participantes del FSM.

Aún sin hablar de organizaciones que, directa o indirectamente, emplean la violencia –las FARC, los zapatistas, grupos indígenas, MST, Tute Bianche, etc.– concentremos nuestra atención sobre la Attac, que se presenta como “seria”, “estudiosa”, “moderada” en sus propuestas, pero que en verdad se relaciona con los que proponen y practican la violencia.

Del análisis resultará que los comerciantes de Göteborg, en Suécia, expresaron bien la realidad al fijar en las vidrieras de sus tiendas saqueadas y destruídas, un letrero con los dichos: “Attac pasó por aquí”...[49]

Importancia estratégica de las manifestaciones violentas “anti globales”

Desde la caída del Muro de Berlín, la moral de las huestes izquierdistas estaba muy baja. El evento que les trajo aliento psicológico fue su actuación en Seattle, adonde entraron dos ingredientes cuya combinación se volvería invariable en el menú de las ‘Cumbres’ alternativas: una conferencia académica y, paralelamente, una batalla callejera[50].

Según José Seoane y Emilio Taddei, compiladores del libro De Seattle a Porto Alegre, publicado por el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, “Seattle fue en escala mundial «el bautismo de fuego» y el momento de consolidación de este vasto, diverso e inusitado movimiento planetario contra la injusticia”[51].

En las protestas posteriores a Seattle hubo una escalada gradual e inexorable de violencia. En Melbourne, en septiembre de 2000, más de 2 mil policías antimotines tuvieron que batallar durante casi 72 horas con los manifestantes. En Praga, la reunión del FMI fue suspendida antes de lo programado a causa de los disturbios. En abril de 2001, la Cumbre de las Américas, en Québec, dio ocasión a múltiples enfrentamients entre los militantes y las fuerzas del orden. En Göteborg, en julio del mismo año, 40 mil manifestantes repudiaron la Cumbre de la Unión Euroea y el Congreso tuvo que ser suspendido antes del fin, a causa de la violencia en las calles. Finalmente, la “batalla de Génova” dejó un muerto y 400 heridos.

Ilegalidad y violencia: para los contestadores, medios legítimos de acción “pacífica”

En general en las democracias modernas las autoridades policiales determinan áreas y horarios en los que las manifestaciones son prohibidas o limitadas, para garantizar la libre circulación de los ciudadanos y el derecho de las autoridades a reunirse en un ambiente apropiado.

No obstante, los organizadores de los Forums alternativos pasan por encima de esas barreras. La necesidad de tornar eficaz la lucha revolucionaria los eximiría de las exigencias de la “legalidad”...

Es lo que afirma el sociólogo Boaventura de Souza Santos, en disertación al FSM: “A nivel de las formas de actuación, el movimiento tiene que proceder a una distinción fundamental entre la violencia que debe ser rechazada, y la ilegalidad que debe ser acogida siempre que los medios legales no estén  disponibles o no basten .... Todos los grandes movimientos democráticos comenzaron con acciones ilegales”. Por lo tanto, “hay que elaborar una teoría democrática de la ilegalidad no violenta”[52].

Esa teoría justificaría también actos de vandalismo, como las depredaciones de tiendas McDonald’s o de plantaciones transgénicas. El propio Forum de Porto Alegre sirvió, por lo demás, de ocasión para otra de esas destrucciones, transformando a José Bové en el “héroe” de la jornada.

En defensa de Bové – cuando éste embistió contra McDonald’s en Francia – Attac llegó a declarar oficialmente que la violencia “simbólica” sería legítima cuando no afecta personas y causa daños moderados[53]. Sin explicar, no obstante, cómo se evita que la violencia “moderada” se vuelva descontrolada, y sin trazar límites entre una y otra.

Otro argumento aducido por un militante de Attac Francia es el de que sería legítimo violar la ley en nombre del número: “Cuando 100 mil personas vienen a Millau, en el día del proceso de los ‘desmontadores de McDo’, ellas legitiman con eso esta acción, entre tanto absolutamente ilegal!” [54]. ¿Por qué no considerar, entonces, los outros 59 millones y 900 mil franceses que se quedaron en sus casas?!

La cuestión de la violencia es sistemáticamente levantada en los debates previos a las contra-Cumbres, de las cuales a veces entidades más serias rehusan participar, por no existir garantías para el desarrollo pacífico del proyectado evento[55].

Por ejemplo, hubo debates previos a la contra-Cumbre de Génova, a causa de los “Tute Bianche que habían, de manera metafórica, «declarado guerra» a las autoridades italianas”, y del sindicato extremista COBAS, “cuyos lazos con otros elementos de los centros sociales hacían temer violencias que iban más allá del cuadro fijado por el GSF”[56].

La curiosa unión de “pacifistas” y violentos

Además, los organizadores aprueban los entrenamentos en los cuales los manifestantes aprenden a neutralizar la acción de la policía dejando campo abierto para que los más extremistas den libre curso a sus instintos destructores.

Tales entrenamientos comenzaron ya en Seattle, prosiguieron em Washington  –incluyendo hasta el análisis de videos de la batalla anterior para corregir errores– em Göteborg y en Génova. Y fueron objeto de amplios reportajes en el boletín de la Attac hechos por los representantes de la asociación en las respectivas manifestaciones[57].

Más  aún, las acciones son combinadas.

Después de los disturbios de Praga, el responsable por las relaciones internacionales de la Attac, Aguitton, declaró que lo que está en juego es “seguir el ejemplo de la experiencia americana, donde, a pesar de desacuerdos importantes, las redes de jóvenes y el sindicalismo, en el caso la AFL-CIO, pudieron establecer un diálogo y coordinar sus acciones”[58].

En Praga ese trabajo de coalición parece haber tenido éxito, permitiendo una minuciosa preparación de las protestas: “Esos grupos [los llamados “grupos por afinidades”] se reunían en un ‘centro de convergencia’ que permitía a los delegados elaborar los planes de las manifestaciones y a los presentes formarse y conversar con otras delegaciones. Una vez establecido el plan de la manifestación, cada grupo elegía su recorrido en función de sus características, arriesgado o no, corto o largo, etc. Todo el mundo tiene sus palabras de orden, basadas en la acción radical no violenta”[59].

En el relato del mismo Aguitton sobre los disturbios de Québec, queda aún más clara esa estrategia de conjunto por donde las tareas son divididas de acuerdo a las “sensibilidades”:

 “En Québec, como en Praga, en setiembre último, fueron elaborados recorridos identificados por colores, cada uno indicando un grado de riesgo y de compromiso. El grupo verde era el mais pacífico, tanto por el recorrido elegido como por las formas de las acciones. El grupo amarillo, organizado por el GOMM, se dirigía, también con métodos pacíficos, hacia la parte del muro más próxima al centro de conferencias. .… El grupo rojo, por fin, formado por la CLAC y el CASA, era el más decidido.Pero las cosas estaban claras: una sonorización repetía con regularidad a los manifestantes que el cortejo envolvía riesgos y que otras opciones eran posibles.

 “Esta combinación entre la claridad de las opciones dejadas a cada uno y el carácter simbólico –o en todo caso de una violencia limitada– de las acciones llevadas a cabo facilitaba la simbiosis entre los diferentes grupos de manifestantes y el carácter popular de las iniciativas, incluídas las que se desarrollaban alrededor del muro” [60].

En el caso de Göteborg, el grupo local de la Attac envió una invitación para participar da contra-Cumbre, informando que “la Attac, en cuanto organización no tomará parte en la manifestación y tampoco en la acción de los overoles brancos [los Tute Bianche] (pero los miembros de Attac pueden evidentemente participar de ellas individualmente)” [61].

 La alianza estratégica entre la falsa moderación y la violencia declarada se fue perfeccionando. Christophe Aguitton, en seu balance después del “infierno” de Génova se alegra de su buen funcionamento: “Al precio de horas y horas de discusión, la  alianza funcionó y hasta se reforzó con el correr del tiempo. La alianza así creada permitió integrar en un marco común desfiles totalmente pacíficos mientras otros practicaban una ‘violencia simbólica’, y de esta manera representar la mayoría abrumadora de los manifestantes” [62].

Balance: 1 muerto, 400 heridos, 400 tiendas destruídas, varias decenas de trillones de liras de perjuicios en immuebles urbanos arrasados, cuatro días de trabajo perdidos, una gran ciudad en estado de choque…

Dirigentes y militantes justifican la violencia, a posteriori

Después de las violencias en Göteborg hubo un debate en el seno de la Attac. La vice-presidente de la asociación, Susan George, condenó inmediatamente dichas violencias, sólo por razones tácticas. Afirmó que ellas “dividen el movimiento” y apartan a los moderados[63]. Sin embargo la reacción mayoritaria de los militantes y de algunos dirigentes fue la de justificar la violencia y condenar a... ¡Susan George!

El primero en abrir fuego fue el propio responsable por las relaciones internacionales de la Attac Francia, Christophe Aguitton. Según él, “debe comprenderse la impaciencia y las frustraciones de cientos de miles de militantes que no ven todavía ninguna flexión de las políticas [neoliberais]”[64].

Para Alberto Velasco, presidente de la Attac de Ginebra, “la verdadera violencia es la de los Estados que reducen sus políticas sociales o de las multinacionales que colocan a los empleados en la calle”[65].

Ya el administrador Pierre Khalfa defiende que el “escoger por la no violencia” no implica en “doblarse a los deseos de las autoridades policiales y de los gobiernos”. De ahí “el carácter activo de nuestras acciones, que pueden, por tanto, en ciertos momentos, conducir a confrontaciones tensas con la policía”[66].

El coordinador de los grupos de juventud de la Attac en Ginebra, Yoann B., afirma no ser posible “privarse de las fuerzas de extrema izquierda” y que es preciso “encontrar una solución para integrarlas en el movimiento, a fin de que se puedan expresar”[67].

Esa ola de protestas de la base militante de la Attac forzó a Susan George a volver atrás y hacer un acto de arrpentimiento público: “No soy ‘pacifista’ o gandhiana. Pienso que la violencia puede ser justificada; todo depende de las circunstancias y del contexto político [sic !]. Podemos perfectamente  manifestarnos haciendo uso de la confrontación física, como la entienden los Tute Bianche (‘mi cuerpo es un  arma’) .... Todo es cuestión de dosaje”[68].

Diálogo estratégico... hasta con el violento Black Bloc

La “batalla de Génova”, mucho más destructiva que la de Göteborg, dio pie a nuevos análisis sobre la posición del movimiento frente a la violencia. Le cupo a un miembro del Consejo de Administración y del Bureau ejecutivo de la Attac Françia, Pierre Khalfa, la tarea de labrar un documento de fondo.

Él parte del presupuesto de que “es quimérico creer que el capitalismo aceptará la imposición de medidas que cuestionen su funcionamento sim reacionar violentamente”. La pregunta por lo tanto es: “¿Cómo prepararse para esa violencia, cómo responder a ella?”.

La Attac debe “alcanzar simultáneamente cuatro objetivos”: – “mantener y reforzar los lazos con la opinión pública”; – “evitar la división del movimimento”; – “ser capaz de asumir la radicalidad creciente del movimiento”; – y “continuar a demostrar su fuerza a través de manifestaciones masivas”.

Para ello, es preciso primero evitar “una escalada rumbo al extremismo en las formas de las acciones”, para que no sea interrumpida “la corriente de simpatía que encuentra en las opiniones públicas, lo que explica nuestra elección de la no-violencia”.

Pero “ese rechazo [de la violencia]”, añade Khalfa, “debe simultáneamente ser acompañado del asumir la radicalización creciente de una parte del movimiento”, lo que supone “la adopción de formas de acción que integren simbólicamente este radicalismo”.

Khalfa introduce claramente en el cuadro a los grupos violentos: “Es en ese marco que debemos situar nuestras relaciones con el Black Bloc. Aún cuando no se trate de un grupo estructurado, sino de una corriente de geometria variable, el es portador de una orientación que hizo la opción a favor de la confrontación violenta sistemática con a policía y de la destrucción de los ‘símbolos del capitalismo’ (agencias bancarias, carros...) .… Es preciso decirlo claramente: esa orientación no es la nuestra. Ella sólo puede acarrear la disminución y el aislamiento del movimiento y es propicia a todas las manipulaciones. Sin embargo, sería un error rechazar esa corriente como extraña al movimiento y considerarla apenas como un puñado  de provocadores”.

Y más adelante: “esa corriente [de los Black Bloc] puede atraer un cierto número de personas desagradadas con el sistema y que piensan realmente poder de esa manera [por la violencia] cambiar las cosas”.

La Attac busca, pues, hacer un doble juego: “al mismo tiempo debemos indicar claramente que los métodos y orientaciones del Black Bloc no son los nuestros y de otro lado no rechazarlos y tejer un diálogo político con ellos”[69].

Las actitudes violentas de las manifestaciones tal vez hayan contribuido para que, después de los atentados del 11 de septiembre, buena parte de la opinión mundial alimente la sospecha de vinculaciones de los nuevos contestatarios con el terrorismo.

¿Hacia dónde irá la Attac?

En resumen, la actitud de la Attac frente a la violencia tal vez se refleje adecuadamente en la carta abierta a Susan George, escrita por Cyril C., un adepto de la sección Attac/Paris-Noroeste, publicada en el boletín de la asociación:

“Estamos empeñados en una verdadera lucha de clases en nivel planetario, defendiendo globalmente los dominados contra los dominadores. Uno de los pocos lugares que todavía nos restan (¿por cuánto tiempo?) para ejercer nuestro poder es la calle .... Quien acaba dictando sus preferencias es también, y sobre todo, quien dispone del poder de imponerse, aquel que mete miedo en el adversario, que inspira temor. .... Pienso en ese sentimiento de peligro más o menos difuso que impregna sus manifestaciones [las del movimiento Reclaim The Streets], peligro para el otro lado, evidentemente. El movimiento obrero jamás fue tan fuerte y eficaz como cuando no respetaba las conveniencias y era percibido como peligroso por los patrones, como directamente atentatorio a sus intereses. ¿Quién puede decir que inspiramos hoy un tal sentimiento en alguien? Pienso que esa constatación deberia llevarnos a reflexionar sobre nuestros medios de acción, en lugar de volar en socorro de nuestros enemigos, denunciando nuestros malos elementos...”[70].

En la medida en que esa opinión expresa una tendencia profunda existente en las bases de la Attac, la asociación corre el riesgo de transformarse en una “organización terrorista” – en el sentido técnico de la palabra, explicado en reciente conferencia por Noam Chomsky:

“Una breve elucidación tomada de un manual del Ejército de los EE.UU. es bastante adecuada: terror es el uso calculado de la violencia o de la amenaza de violencia para obtner objetivos políticos o religiosos a través de intimidación, coerción, o provocación de miedo. Esto es terrorismo”[71] .

Como dice el Evangelista: “Por tu propia boca te juzgo...”[72]

Capítulo V

“Cato-comunismo” italiano: trágicas ilusiones y rotundos fracasos

El trasbordo ideológico de los católicos europeos, a fin de llevarlos a contribuir para organizaciones revolucionarias del Tercer Mundo (ver Cap. II), fue muy favorecido en Italia por ciertas publicaciones de congregaciones misioneras que actúan en los países del Sur, particularmente en Africa.

Un ejemplo de la retórica simplista que usan dichas publicaciones nos es dado por un artículo de “Nigrizia”, de los padres combonianos: “Somos contrarios a la aldea global, donde 20% de la población mundial se traga el 83% de las riquezas del mundo. Mientras 80% del mundo vive al borde de la miseria o, por lo menos, para un billón y medio de personas, en la miseria más negra. Además, esta inmensa riqueza está concentrada en pocas manos: tres familias en los EE.UU. tienen el equivalente al producto anual bruto de 48 países africanos con 600 milhões de habitantes”[73].

Ese tipo de argumentación, que deforma los criterios objetivos de análisis, es muy frecuente en publicaciones de la izquierda católica[74].

La preparación psicológica así llevada a cabo en el sentido de inducir a los católicos a que ayuden a la contestación facilitó incluso el empeño de autoridades eclesiásticas y de asociaciones católicas italianas en el Genoa Social Forum, la coalición que organizó la Contra-Cumbre a la reunión de los jefes de Estado delG8, en julio de 2001[75].

Dos Cardenales entran en la liza pro-contestación

Los propios obispos de la Liguria, región de la cual Génova es la capital, publicaron, bajo el liderazgo del Cardenal Tettamanzi, un documento “en el cual invitan a sus fieles a no quedar indiferentes al G8” y a saber “oír el grito de tantos pueblos del mundo” afectados, dice el texto, por “una impensable concentración de la riqueza mundial en las manos de poquísimos, individuos singulares o entidades multinacionales”[76].

Pero la verdadera “bomba incendiaria” fue lanzada por el Cardeal Silvano Piovanelli, arzobispo emérito de Florença, en artículo titulado G8: Diremos no, como Gandhi, en el cual empeña su apoyo a la protesta genovesa y demuestra simpatía por los nada pacíficos Tute Bianche:

“El así llamado “Pueblo de Seattle’ contesta la globalización salvaje y sin reglas actualmente en curso, que impone un modelo de desarrollo radicalmente centrado en el consumismo, coloca como ley absoluta la del mercado y transforma la globalización en una concentración de la riqueza del mundo en las manos de pocos en condiciones de dirigir todos los aspectos de la vida ....

“La situación del mundo parece dar razón a aquellos que, periodísticamente, son llamados Tute Bianche. ....

“Si el G8 quiere imponer un mundo único, donde domina la única ideología del dineiro y de los cuerpos, entonces, por fidelidad al Evangelio, nos ponemos al lado de los Tute Bianche y decimos: ‘¡No’ al G8! Pero decimos ‘No’ sin violencia, sin contraposiciones frontales, sin integrismos”[77].

La pre-Cumbre católica

En ese ambiente inflamado se realizó en Génova, en los días que precedieron a las contra-manifestaciones del GSF, un Encuentro católico bajo la dirección de las agencias pastorales de la Conferencia Episcopal Italiana y en la presencia del Cardenal Tettamanzi.

En vista de ese encuentro, las asociaciones católicas prepararon un manifiesto dirigido a los líderes del Grupo de los Ocho, titulado Estamos aqui para que la tierra sea habitable para todos – Manifiesto de los católicos italianos para la Contra-Cumbre de Génova. En este documento declaraban que no podían quedar indiferentes frente a las “clamorosas diferencias” que existen “entre la vida de los países ricos y la de los empobrecidos por éstos”. No querían más ser “los ricos que miran a los pobres necesitados de ayuda”, sino “ciudadanos de un mundo y de una comunidad solidaria”.

El Cardenal Tettamanzi proclamó la necesidad de una participación decidida en la vida política. A su vez, Edoardo Patriarca, presidente de la Asociación Católica de Scouts – Agesci – declaró: “¿Quiénes son hoy nuestros adversarios? Usando las palabras del Obispo Tonino Bello, podríamos decir «todos aquellos que no tienen el coraje de cambiar», o sea, los que son prisionereos del esquema y no se destacan de un módulo...”[78]

Vittório Agnoletto, porta-voz do GSF, hizo cuestión de estar presente en ese “aperitivo” católico.

Participación católica en el Genoa Social Forum

Días después se abría el Genoa Social Forum, retomando el slogan del evento de Porto Alegre “Un otro mundo es posible”, así como el modus operandi, o sea, un conjunto de conferencias generales, seguidas de talleres particulares.

Entre los brasileiños, hablaron Marina dos Santos, del ‘Movimiento de los Sin Tierra’, y Rafael Freire, de la Central Unica de Trabajadores. Por su lado, la ecuatoriana Aurora Donoso, de Acción Ecológica, afirmaba: “Somos nosotros los acreedores .... No existen pobres y ni existen ricos: solamente empobrecidos y enriquecidos por este sistema de desigualdades. Ni se debe hablar de erradicación de la pobreza, siendo por el contrario, necesario erradicar la riqueza ilegitímamente acumulada”.

Curiosamente, tal pronunciamento levanta una punta del velo sobre el verdadero sentido de esa acción anticapitalista, que parece no buscar la mejoría de las condiciones de los pobres, sino la demolición de la clase de los ricos. De hecho, tanto la acción comunista en la ex-URSS, como en Cuba, en Corea del Norte o en cualquier otra parte del mundo, nunca significó mejores condiciones de vida para los pobres. Al contrario, éstas empeoraon bajo el régimen marxista. La mística de derribar a quien está encima, para reducir todo a una igualdad básica, condujo tanto a los bolcheviques como a los seguidores de Mao o del Che Guevara, y parece inspirar hoy a los fautores de la Internacional Rebelde.

Se trata de una pasión ideológica anticristiana que está en juego –la metafísica y la religión igualitaria– y no un sentimiento de pena por los menos afortunados, ni mismo un deseo de justicia. Por lo demás, el pripio sentido de la palabra “justicia” está siendo deformado para atender a esa ideología. Justicia ya no significaría más “dar a cada uno lo que es suyo”, como es su definición secular, pero sí reducir todos a la igualdad completa. En este nuevo sentido, seríam injustas no solamente las desigualdades exageradas o inhumanas, sino toda y cualquier desigualdad, incluso las que son proporcionadas y armónicas, como las creadas por Dios. Serían injustas hasta las desigualdades naturales entre hombre y mujer, entre padre e hijo. Y en la Iglesia, entre Papa y Obispos, entre Obispos y Sacerdotes, entre Sacerdotes y fieles.

En la clausura habló el sacerdote Luigi Ciotti, la personalidad más aplaudida de los varios días del Forum. Dirigiendose a los católicos, declaró que “no basta hacer una elección de campo, porque es preciso estar en el campo” y tener “el coraje de Jesús de expulsar los mercaderes del templo”.[79]

Partidos y sindicatos de la izquierda moderada habían hesitado en dar apoyo al Genoa Social Fórum, por estar dominado por la izquierda radical[80]: entre otros, por los comunistas ortodoxos de la Rifundazione Comunista y por el sindicato libertario Cobas. Sin embargo, la católica Red Lilliput[81] se sumó delde el inicio a  la iniciativa. Los “lilliputianos” hicieron parte de la delegación italiana a Porto Alegre, donde, junto con Agnoletto, fue “cocinado” el GSF.

El siguiente despacho de “Adista” describe el compromiso previsto por la Red Lilliput en la Contra-Cumbre: “Grande es la importancia atribuída por la Red Lilliput al Forum alternativo .… en el cual la Red se encargará de forma especial de las sesiones dedicadas al débito ecológico y social y a los acuerdos comerciales internacionales. En la jornada del día 20 de julio, la Red estará, al contrario, empeñada en la organización .… de las acciones no-violentas de disturbio de la Cumbre, conducidas por grupos de afinidad. La Red propone a todas las realidades del G8 una acción unitaria de aislamiento de la zona roja por medio de um sit-in/cordón externo que bloquee la salida de la zona” [82].

Por lo tanto, el periodista Gilles Lapouge, em su artículo para “O Estado de S. Paulo”, no había exagerado al aseverar que, en Génova,  “Católicos pueden tener más fuerza que anarquistas”:

“Los más peligrosos entre los 120 mil manifestantes esperados este fin de semana en Génova para la reunión de cúpula del G‑8 no serán necesariamente los anarquistas, los libertarios de los ‘overoles blancos’ (Tute Bianche), los trotskistas. Tal vez sean los católicos”. Porque, agrega, “en razón de su número, de su fervor, de la autoridad moral conferida por Dios a la Iglesia y al Papa Juan Pablo II, ellos tendrán con certeza una fuerza de ataque espiritual probablemente más mortífera que las granadas de los amotinados callejeros”.[83]

Católicos en las barricadas

Ya desde el mes anterior se sabía que la “fiesta” de Génova seria movida. Asociaciones como Campo antiimperialista habían anunciado que “todos los métodos que os manifestantes eventualmente sean obligados a usar serán lícitos”. Y Luca Casarini – el vocero de los Tute Bianche – había lanzado una formal “Declaración de guerra a los potentados de la injusticia y de la miseria”.

La actitud del GSF fue ambigua. Condenó la violencia, pero no expulsó de su seno a los Tute Bianche, y hasta confirmó que, entre las actividades programadas, habría “el aislamiento de la zona roja”[84]. Vittorio Agnoletto precisó que “los manifestantes podrán escoger a qué tipo de contestación adherir”. Lo que satisfizo a los Tute Bianche, que declararon: “Las mediaciones llevaron a una decisión importante: todos de acuerdo sobre la desobediencia civil, de los católicos a los comunistas, de los ecologistas a los centros sociales”.[85]

Interrogado sobre si los sacerdotes podían participar de la manifestación, Mons. Tettamanzi, Cardenal de Génova, respondió que no había “ninguna medida” disciplinaria contra aquellos que lo hiciesen. El Prelado subrayó que “el derecho de manifestar el propio pensamiento es sacrosanto”, pero se apresuró a añadir que ese derecho a manifestar debe ser ejercido “bajo el signo del diálogo y no de la violencia”[86].

Esa licencia se relacionaba con el P. Andrea Gallo, sacerdote dos marginados de Génova : ya en el concierto rock organizado por el Forum, el P. Gallo apareció en público al lado del cantor Manu Chao, agitando una bandeira roja[87].

La autorización también se refería al “capellán”de los Tute Bianche, el P. Vitaliano della Sala, que había publicado un comunicado conjunto con Luca Casarini, diciendo que “nosotros con nuestros cuerpos, en Génova, enfrentaremos al Ejército de los Poderosos”[88].

De hecho, en la “batalla de Génova”, el P. Vitaliano se vio envuelto en un obscuro incidente relacionado con el incendio de un vehículo policial. En base a la documentación suministrada por la Policía, el P. Vitaliano fue procesado por instigación al crimen. Él se defendió diciendo que, al contrario, intentó disuadir a los jóvenes de continuar atacando el blindado.[89]

De cualquier manera, existen otras fotografias publicadas por el cotidiano “Il Giornale” y videos de la policía en los cuales se ve al “capellán” de los Tute Bianche incitando sus ovejas contra los carabinieri y gritando: “¡Vayan, vayan!”[90].

Tímida marcha atrás de católicos “comprometidos”

Aprensivos por la repercusión negativa de la violencia desencadenada en Génova, ciertos católicos verificaron súbitamente que se habían transformado em “idiotas útiles” (mucho más útiles que idiotas...) de grupos radicales. Lo que llevó a algunos de sus líderes a dar marcha atrás.

El cardenal Silvano Piovanelli escribió un expresivo mea culpa: “Al final del G8 de Génova tengo en el corazón tristeza y vergüenza. .... Tristeza también por la ambigüedad del Genoa Social Forum y el lenguaje violento de los centros sociales que corren el riesgo de dar aval o apoyar indirectamente la violencia. .… Vergüenza, cada uno de su lado, porque no conseguimos, ni siquiera de parte de todos los grupos católicos, individualizar y aislar estos violentos”.[91]

También el líder de los Scouts católicos, Edoardo Patriarca, presidente de Agesci, en carta publicada en el diario del Episcopaco “Avvenire”, el 24 de julio, lamentó tímidamente : “Es preciso ser claro y tomar distancia: «guerra a la zona roja» y destrozos no eran los objetivos del movimiento”.[92]

Luigi Bobba, presidente de la Acción Católica Obrera (Acli) – alguos de cuyos círculos locales habíoan adherido al GSF – declaró en una entrevista al “Corriere della Sera” (23/8) que faltó “claridad de contenidos”, lo que “condujo a la existencia de una zona gris entre manifestantes y el Black Bloc”. [93]

Pero no faltaron los impenitentes. El Cardenal Tettamanzi, en entrevista al “Corriere della Sera”, respondiendo a la preergunta “¿Valió la pena, para un cristiano, estar en el ambiente infernal que rodeó el G8?”, declaró: “Sí. No sólo valió la pena, sino era un claro deber. El cristiano debe estar en todas partes”.[94]

Pax Christi y la Red Lilliput tampoco renegaron de haberse envuelto con los contestatarios violentos. Tonio Dell’Olio, secretario de Pax Christi, en “carta abierta a los no violentos” tan sólo expresó “el deseo de abrir una seria, profunda y sincera reflexión crítica dentro del movimiento”[95].

Mientras la Red Lilliput, en un documento firmado por el grupo Tavolo intercampagne, declaró que “el GSF deja a las iniciativas futuras una herencia positiva de ‘política de las alianzas’ y de ‘tejido de redes’ que nosotros, lilliputienses, no podemos no relanzar”.[96]

Católicos contestatarios advertidos a tiempo...

Antes aún de los disturbios callejeros de Génova, un grupo de intelectuales católicos divulgó un documento invitando a los fieles a no adherir al Encuentro católico previo ni al manifiesto de convocación. Tales adhesiones, decían los intelectuales conservadores, vinculan indebidamente la Iglesia a “ideologías e incluso a slogans de grupos y movimientos políticos que no tienen nada que ver con nuestra fe” y que no toman posición sobre “todos aquellos temas que habrían podido diferenciarlos del pueblo de Seattle”[97], tales como aborto, eutanasia etc.

A su vez, el P. Baget Bozzo criticó la declaración de los obispos de Liguria diciendo que éstos no se habían dado cuenta “de los componentes doctrinarios del movimiento anti-G8” ni de que estabam “frente a un movimiento que expresa políticamente los impulsos anticristianos que agitan el Occidente”. Y advertía: “Si hubiera violencia, hasta los discursos del Cardenal serán usados como legitimación”.[98]

El periodista Angelo Panebianco decía ser incomprensible que prelados experimentados hubiesen dado “una patente de legitimidad a los contestadores, creando en la opinión pública la impresión de que la Iglesia comparte su (tan poco cristiano) maniqueísmo moral”, contribuyendo “a la retomada de aquel fenómeno conocido como cato-comunismo”.[99]

Y en una columna posterior, deploraba: “Existe algo de paradójico en el hecho de que mientras la izquierda intelectual desde hace tiempo envió el marxismo a las ortigas, éste continúa a gozar de popularidad en ambientes católicos”.[100]

En cuanto al P. Piero Gheddo, del Pontificio Instituto de las Misiones Extranjeras, declaró que los católicos de izquierda se dejan ilusionar por un “análisis sobre la pobreza de los pueblos pobres, de origen marxista (el mundo dividido entre explotados y explotadores)”. Así, “ine-vitablemente se llega al rechazo del mundo rico, y los más exaltados llegan a la violencia”.

En conclusión el P. Gheddo afirmaba: “Las causas de la pobreza en el Tercer Mundo son mucho más profundas: históricas, culturales y religiosas. El Evangelio sirve justamente para hacer del hombre un agente del desarrollo”[101].

En posterior entrevista al semanario “L’Espresso”, el P. Gheddo insistía que en la base de esa visualización hay una idea “desastrosa”: “Una idea groseramente marxista de que los pobres son pobres porque somos ricos. Y que es por tanto necesario distribuir con justicia las riquezas del mundo. Nada de más engañador. No se trata de distribuir, sino de producir y enseñar a producir, por lo tanto de educar”.[102]

En un libro-entrevista bajo el título Davd y Goliat en el G8, el misionero aún lamentaba: “Lo que desconcierta, de hecho, observando la presencia católica en el movimiento anti-globalización, es no encontrar ningún aporte específico del Evangelio e las teorías de desarrollo o en las lecturas sociológicas corrientes sobre el Tercer Mundo. Todos repiten las mismas cifras, todos proponen las mismísimas tesis económicas; paradójicamente, es como si un «pensamiento único» se hubiese posesionado de los contestatarios, incluídos los fieles cristianos. .… Se es culturalmente subalterno y enconces se vuelve evidente que –tarde o temprano– la persona es asimilada”.

Y eso, tanto más cuanto los detentores de ese “pensamiento único” demuestran un total rechazo de la religión. Basta citar el comentario del escritor comunista José Saramago al atentado del 11 de setiembre, reproduzido en el site  del Forum Social Mundial:

“Dios no existe, no existió y no existirá nunca, inocente de haber creado un universo entero para colocar en él seres capaces de cometer los mayores crímenes, para después venir a justificarse diciendo que son celebraciones de su poder y de su gloria”.

Y el siguiente pasaje de la revista Forum – Otro mundo en debate, inspirada en el FSM de Porto Alegre: “Dios y terrorismo son las dos caras de una misma moneda”[103].

Fueron avisados. Los “cristianos comprometidos” están, pues, informados de lo que piensan sobre la religión los ateos y anticlericales de la Internacional Rebelde. ¿Abrirán los ojos a tiempo? ¿O continuarán dando el brazo a los peores enemigos de la Iglesia y de la Civilización Cristiana?

Capítulo VI

De Bakunin a Chomsky  y Toni Negri

La doctrina de base de la Internacional Rebelde

Engels se refería irónicamente a las elucubraciones y las fallidas experiencias socialistas que lo habían precedido, diciendo que tales sistemas “nacían condenados a moverse en el reino de la utopía”. En su óptica evolucionista, el estado de “socialismo científico” habría llegado solamente con sus teorías aliadas a las de su colega Karl Marx.

No obstante, Engels no condenaba la meta última de los socialistas utópicos (Proudhon, Saint-Simon, Owen, Fourrier, etc.); tan sólo consideraba que ellos no habían desarrollado los medios para alcanzarla.

La utopía de una sociedad en la que todos sean enteramente iguales y libres, desapareciendo por eso mismo toda autoridad, y hasta el Estado, es de hecho el elemento común a las tres corrientes socialistas que derivaron de la Primera Internacional: el anarquismo, el socialismo reformista (ou social-democracia) y el comunismo. Las tres desean, para alcanzar sus fines, la abolición de la propiedad privada y del libre mercado, por tanto del régimen capitalista, y la instauración de una sociedad sin clases, autogestionada por el proletariado. La divergencia entre ellas consistía apenas en los medios para llegar hasta allí.

Los anarquistas de Bakunin defendían el paso directo hacia una sociedad sin Estado. Los comunistas, liderados por Karl Marx, sostenían la necesidad de un período de transición en el que el Estado sería fortalecido hasta crear condiciones para autodisolverse. Los socialistas reformistas rechazaban la idea de una revolución violenta y sostenían que sería necesario cambiar el régimen capitalista de modo gradual, por vía legal y pacífica[104].

Anarquismo: aunque fracase en el plano inmediato; meta utópica a ser alcanzada

Una tal diferenciación estratégica no es nueva en el proceso revolucionario. Como explica el Prof. Plinio Corrêa de Oliveira en Revolución y Contra-Revolución, en cada una de las etapas de la Revolución hay siempre dos velocidades de marcha:  “una, rápida, es destinada generalmente al fracaso en el plano imediato. La otra ha sido habitualmente coronada por el éxito, y es mucho más lenta”.

“Se diría que los movimientos más veloces son inútiles”, prosigue el fundador de la TFP brasileira. “Sin embargo, no es verdad. La explosión de esos extremismos levanta un estandarte, crea un punto de mira fijo que, por su propio radicalismo, fascina a los moderados, y hacia el cual éstos se van encaminando lentamente. Así, el socialismo repudia el comunismo, pero lo admira en silencio y tiende hacia él”[105]. Lo mismo se puede decir del comunismo en relación al anarquismo.

De las tres corrientes en que se dividió el socialismo, los anarquistas de Bakunin representaban la marcha más rápida. Fueron aplastados y, hoy, intentan recoger los frutos de su adhesión pertinaz al utopismo socialista originario.

La corriente anarquista se presenta para los desempleados, los ecologistas, los círculos de jóvenes contestatarios adeptos de la “acción directa” y otros, como la única alternativa viable al capitalismo. Y las teorías del viejo Bakunin atraen uma nueva generación de discípulos –muchos de los cuales nunca oyeron hablar de él– desde las calles de Génova hasta los confines de Chiapas o del río Tocantins, en la Amazonía brasileña...

La Internacional Rebelde: instrumento para realizar la IV Revolución prevista por Plinio Corrêa de Oliveira

Para entender adecuadamente lo que representa, hoy, ese nuevo mundo anárquico que la Internacional Rebelde tiende a promover, es preciso localizarlo en el conjunto del proceso revolucionario que hace más de cinco siglos viene destruyendo la Cristiandad.

El Prof. Plinio Corrêa de Oliveira abordó el asunto en la actualización que hizo, en 1976, de su opus magnum,  Revolución y Contra-Revolución. Com claridad y profundidad él resume en algunas páginas el vasto asunto:

“Como es bien sabido, ni Marx, ni la generalidad de sus más notorios secuaces, tanto ‘ortodoxos’, como ‘heterodoxos’, vieron en la dictadura del proletariado la etapa terminal del proceso revolucionario. Esta no es, según ellos, sino el aspecto más quintaesenciado y dinámico de la Revolución universal. Y, en la mitología evolucionista inherente al pensamiento de Marx y de sus seguidores, así como la evolución se desarrollará al infinito en el suceder de los siglos, así también la Revolución no tendrá término. De la I Revolución  [el Protestantismo] ya nacieron otras dos [la Revolución Francesa y el Comunismo]. La tercera, a su vez, generará una más. Y así sucesivamente...

“Es imposible prever, dentro de la perspectiva marxista, como sería una Revolución número XX o número L. No es imposible, empero,  prever como será la IV Revolución. Los propios marxistas ya hicieron esa previsión.

“Ella deberá ser el derrocamiento de la dictadura del proletariado como consecuencia de una nueva crisis, por fuerza de la cual el Estado hipertrofiado será víctima de su proia hipertrofia. Y desaparecerá, dando origen a un estado de cosas cientificista y cooperativista, en el cual –dicen los comunistas– el hombre habrá alcanzado un grado de libertad, de igualdad y de fraternidad hasta aquí insospechado.

“¿Cómo? – Es imposible no preguntarse si la sociedad tribal soñada por las actuales corrientes estructural-tribalistas da una respuesta a esta indagación. El estructuralismo ve en la vida tribal una síntesis ilusoria entre el auge de la libertad individual y del coletivismo consentido, en la cual este último acaba por devorar la libertad. Según tal colectivismo, los varios ‘yo’ o las personas individuales, con su inteligencia, su voluntad, su sensibilidad, y por consiguiente sus modos de ser, característicos y discrepantes, se funden y se disuelven en la personalidad colectiva de la tribu generadora de un pensar, de un querer, de un estilo de ser densamente comunes.”

El Prof. Plinio Corrêa de Oliveira prosigue su análisis de esta IV Revolución naciente apuntando hacia ciertos fenómenos que preparan, en la psicología de las masas, un pasaje hacia ese mundo “estructuralista”: el derrocamiento de las tradiciones indumentarias, la simplificación del trato, la creciente ojeriza a todo lo que es raciocinado, estrcuturado y metodizado, con la consiguiente hipertrofia de los sentidos y de la inmaginación, los idílicos elogios a una futura sociedad post-industrial, etc.

Es justamente esa IV Revolución, prevista hace 3 décadas en Revolución y Contra-Revolución, la que ahora busca hacerse realidad a través de la Internacional Rebelde.

Aludiendo a la oposición que esta visión de los acontecimientos encontrará en los espíritus banales y sin osadía, Plinio Corrêa de Oliveira advierte que ellos “sonreirán incrédulos y optimistas ante esas perspectivas, como León X sonrió a propósito de la trivial «querella de frailes», que fue lo único que consiguió discernir en la I Revolución  naciente. O como el feneloniano Luis XVI sonrió ante las primeras efervescencias de la II Revolución, las cuales se le presentaban en espléndidos salones palaciegos, mecidas a veces al son argentino del clavicordio, o si no luciendo discretamente en los ambientes y en las escenas bucólicas a la manera del Hameau de su esposa. Como sonríen, aún hoy, optimistas, escépticos, ante los manejos del risueño comunismo post-staliniano[106], o las convulsiones que presagien la IV Revolución, muchos de los representantes –y hasta de los más altos–, de la Iglesia y de la sociedad temporal en Ocidente”.[107]

*      *       *

La simple lectura de algunos textos de pensadores que están sirviendo de referencia al movimiento “no global”,  como Chomsky y Negri, es suficiente para indicar que la Internacional Rebelde se inspira en la utopía anarquista, fundamento de la IV Revolución.

Se trata, en la práctica, de parte de los neo-comunistas, de la búsqueda de una doctrina que unifique las peopuestas expresadas por las diferentes organizaciones componentes de la nebulosa contestataria. Veamos alguno ejemplos.

Noam Chomsky: “gurú”  de los nuevos movimientos anticapitalistas

“A los 10 años [Noam Chomsky] escribió un editorial para el periódico de su escuela sobre la caída de Barcelona en la guerra civil española, una «lamentación sobre el surgimiento del fascismo». «Yo siempre estaba al lado de los perdedores», dijo él. Recuerda aún: «Pasaba mi tiempo libre desde los 13 años procurando libros anarquistas en las tiendas. Fuí rápidamente atraído por las criticas de la izquierda anarquista a los bolcheviques, y me interesé por la revolución anarquista española que fue aplastada por los comunistas» (...) Em 1964, él comenzó a resistir abiertamente a la guerra del Vietnam. Se transformó en un resistente a los impuestos en 1966 y fue preso en las protestas contra el Pentágono en 1967”.[108]

Al margen de sus trabajos científicos en el área de la lingüística, Noam Chomsky es el más conocido de los anarquistas contemporáneos[109]. Por suas posiciones radicales, se volvió una de las “estrellas” del movimiento antiglobalización.

En el Memorial del Forum Social Mundial, erigido en el centro de la ciudad de Porto Alegre, un texto de Chomsky ocupa lugar de destaque en la exposición. Y en el site de Internet del FSM son ofrecidos varios de sus recientes artículos sobre la situación internacional, traducidos en varias lenguas.

Según Fred Halliday, profesor de Relaciones Internacionales en la London School of Economics (LES), Chomsky “se transformó en el gurú de los nuevos movimientos anticapitalistas y tercermundistas”.

¿Cuáles son las ideas que lo hacen tan inciensado por las izquierdas?

Noam Chomsky reconoce de plano que sus ideas son radicales: “Las personas quedan frecuentemente sorprendidas cuando hablo positivamente del anarquismo y me identifico con importantes corrientes dentro de él”.

Ateo profeso, él defiende que “en la natureza humana es esencial .... un deseo de estar libre de cualquier autoridad externa arbitraria”. 

De ahí deriva, según Chomsky, que “en cada etapa de la historia, nuestra preocupación debe ser la de desmantelar aquellas formas de autoridad y opresión que sobrevivieron a una era en que ellas podrían haber sido justificables por razones de seguridad, supervivencia o desarrollo económico, pero que hoy contribuyen al déficit material y  cultural, más que a aliviarlo”.[110]

Por eso, pra Chomsky solamente deben ser aceptadas aquellas formas de autoridad que, en una etapa específica de la história o de la vida, puedem probar su necesidad. Por ejemplo, la autoridad de los padres sobre los niños, cuandl les prohiben poner la mano en el fuego o atravesar la calle corriendo. ¡Todas las demás autoridades deberían ser suprimidas!

Él profundiza su pensamiento: “siento que el anarquismo no es un movimiento com ideología. Es una tendencia en la historia del pensamiento y del actuar humanos que busca identificar las estructuras coercitivas, autoritarias y jerárquicas de toda clase, y rechazar su legitimidade. Y, si ellas no pueden justificar su legitimidade, lo que es común, trabajar para destruirlas y ampliar los espacios de la libertad”.[111]

 Por eso, “aquellos que adoptan el principio de buen sentido, de que la libertad es nuestro derecho natural y nuestra necesidad esencial, concordarán con Bertrand Russel en la afirmación de que el anarquismo es «el ideal último hacia el cual la sociedad debe marchar». Las estructuras de jerarquía y dominación son fundamentalmente ilegítimas. Pueden ser defendidas sólo en casos de necesidad contingente. Una justificación que raramente resiste al análisis”.[112]

Autogestión y desmantelamiento del Estado

En materia de organización económica, dice Chomsky, el “socialismo libertario” se opone tanto a la propiedad privada y al salario, como al socialismo de Estado, porque ambos serían contrarios al “principio de que el trabajo debe ser emprendido libremente y estar bajo el control del propio productor”.

El elemento esencial del ideal socialista debe, pues, consistir en “transformar los medios de producción en la propiedad de productores libremente asociados”. Y Chomsky insiste en que “si el socialismo significa algo, él quiere decir el control del trabajador sobre los medios de producción y sobre la gestión”. Para un anarquista coherente “esa apropiación debe ser directa y no ejercida por una fuerza elitista actuando en nombre del proletariado”.

Habría un gobierno autogestionario de las comunidades y de las empresas, facilitado por las nuevas tecnologías: “Los trabajadores pueden perfectamente tomar a su cargo sus propios asuntos de modo directo e inmediato”[113].

Percibiendo, tal vez, que esas recetas para microcooperativas acaban por ser quiméricas si son aplicadas a los complejos mecanismos de una sociedad industrial globalizada, Chomsky rehusa a detallar la organización de la sociedad anárquica del futuro. Incluso porque –como dijimos en el Capítulo I– la Revolución igualitaria no tiene en vista construir nada, a no ser acidentalmente. Ella es esencialmente destructora.

Y él ni siquiera cree que deba haber una particular táctica política. Las soluciones sólo pueden ser actuales y concretas: “Yo recuerdo un bonito slogan del Movimiento de los Sin-Tierra del Brasil (que acabo de visitar): ellos dicem que precisan ampliar el suelo de la jaula, hasta que puedan romper las barras”.

Explicitando su pensamiento, dice Chomsky: “Pero el elemento esencial del ideal socialista permanece: convertir los medios de producción en propiedad de productores libremente asociados, y así en la propiedad social de las personas que se libraron de la explotación de su señor, como un paso fundamental rumbo al reino más amplio de la libertad humana. El socialismo libertario, por lo demás,  no limita sus aspiraciones al control democrático de los productores sobre la producción, sino que busca abolir todas las formas de dominación y jeraquía en todos los aspectos de la vida social y personal, una lucha interminable, ya que el progreso rumbo a una sociedad más justa conducirá a ver y entender nuevas formas de opresión que pueden estar ocultas na práctica tradicional y en la conciencia”.[114]

Chomsky ve el colapso de la URSS como una gran perspectiva que estaría atrayendo hacia el anarquismo los izquierdistas decepcionados con el fracaso de la experiencia “autoritaria” del comunismo, rehabilitando así a Bakunin y sus seguidores.

Toni Negri, el “Marx del nuevo milenio”...

La ola anrquista lleva también en su cresta a otro intelectual-vedette del movimiento antiglobalización: el italiano Antonio Negri. Muy prestigiado por órganos de prensa internacional que hablan de su obra – Imperio –  escrita en colaboración com el americano Michael Hardt, como “trabajo académico espectacular”, “de enorme interés”, gran éxito editorial, etc. Y hasta como “el más importante de la ultima década” [115].

El diario “The New York Times” se encargó de citar a conocidos profesores que señalan la obra conjunta de Negri y Hardt como siendo “nada menos que una reelaboración para nuestra época del manifiesto comunista [lanzado por Marx y Engels en 1848].... la nueva y gran síntesis teórica del nuevo milenio”.

Y el escritor Slavoj Zizek, en un ensayo publicado en Alemania, definió el libro Império como el “Manifiesto Comunista del siglo  XXI”.[116]

Buena parte de los militantes y pensadores antiglobales adoptaron de hecho el espeso volumen de Negri y Hardt como su nueva biblia. Otros aún se empeñaron en debatir sus tesis[117]. Hay una única tesis del libro Imperio algo contestada en los medios marxistas: es la de que el Imperio no se identifica hoy con el “imperialismo norteamericano”, sino que está globalizado. En lo demás, no se notan cuestionamentos de peso.

A comienzos de los años 60, siendo entonces profesor de la Universidad de Padua, Toni Negri se sumó al grupo editoria de los “Quaderni Rossi” (Cadernos Rojos) que propugnaba la revuelta contra el régimen disciplinario de trabajo y la liberación de la sociedad del estrecho “fetichismo” de la producción. Otro concepto central de esa corriente era el total rechazo de toda estructura organizada, como el Estado, los sindicatos o los partidos políticos. Negri y sus amigos proponían la “separación” y el “sabotaje” como único medio eficaz para conseguir la “desestructuración” de la dominación capitalista.

Negri también dirigió el grupo comunista Potere Operario hasta 1973, tuvo relaciones con las Brigadas Rojas[118] y participó de la Autonomia Organizzata, una especie de ¨anti-partido¨, claramente comunista, pero contrario al PCI.

Los radicales de esa corriente pasaron a llevar una vida marginal y constituueron verdaderas “comunas autónomas”. Los llamados al saboteje del Estado crearon el clima subversivo que degeneró en la ola de atentados de las Brigadas Rojas,  culminando en el asesinado de Aldo Moro. Lo que valió a Negri una prisión preventiva de cuatro años y medio y una condenación a 17 años de cárcel.

Habiendo sido electo diputado por el recién creado Partido Radical, Negri fue liberado en virtud de la inmunidade parlamentaria. Sin embargo, en vísperas de que esta fuese levantada por la Asamblea, escapó a Francia, donde se exilió[119].

En su exilio, Negri se aclimató al pensamiento filosófico post-estructuralista francés, que insistía en la dimension psicológica y cultural de la lucha política revolucionaria.

En este período de exilio Negri conoció a su admirador americano, Michael Hardt, que se convertiría en su discípulo y principal colaborador intelectual.[120]

Del viejo imperialismo al Imperio de Negri y Hardt

Nadie mejor que el propio Toni Negri para darnos un resumen de su comentada obra, en un artículo para “Le Monde Diplomatique”:

Fijando la atención en el hecho de que el mercado mundial globalizado habría asumido un poder soberano supranacional, Negri insiste en que ese fenómeno debe ser calificado como “Imperio” y no “imperialismo”. Pues lo que caracterizaba el imperialismo era la “expansión del Estado-nación más allá de sus fronteras”, y la agresividad “de naciones fuertes frente a naciones pobres”. Pero en la actual fase, agrega, ya “no hay más Estado-nación” y “tudo se reorganiza en función del nuevo horizonte unitario del Império”.

Ese Imperio “no es norteamericano”, “es simplesmente capitalista: es el orden [político] del ‘capital colectivo’”, que “se enraiza progresivamente en todas las regiones del mundo” y “profundiza su control sobre todos los aspectos de la vida”, convirtiéndse en un poder “biopolítico”.

Este pasaje hacia la universalización habría sido normal, pues constituye “el resultado de las luchas de las clases trabajadoras” dentro de las propias naciones, mientras “la constitución del Imperio representa la reacción capitalista frente a la crisis de los viejos sistemas que sirven para disciplinar la fuerza de trabajo en escala mundial”.

Luego –y esta es tal vez la paradoja que deja desconfiados a algunos revolucionarios superficiales–, la globalización debe ser acogida con alegría, pues representa una victoria del proletariado sobre el Estado-Nación, que circunscribía en el estrecho ámbito nacional la lucha de clases. Más aún, “ella inaugura al mismo tempo una nueva etapa de la batalla de los explotados contra el poder del capital”, en la cual se realizará aquel viejo sueño de “un día, unir las clases explotadas en el seno de la Internacional comunista”.

Aquí se encuentra bien expresada, en la pluma de esos teóricos de la nova ola, la idea de que la actual globalización y el neocomunismo, si se los analiza bien, no son opuestos. Al contrario, sucedieron a un mismo proceso revolucionario, muchas veces secular. La globalización prepara la an-arquía igualitaria. En el lenguaje marxista, la presente globalización sería la “tesis”, contra la cual se lanzaría la “antítesis”, o sea, el  comunismo anárquico, para dar lugar a la formación de una “síntesis” nueva aún más revolucionria. ¿Se llegaría así al caos?

Los “nuevos bárbaros”

Al tratar de las corrientes migratorias, Negri y Hardt profetizan en su libro que “una nueva horda nómada, uma nueva raza de bárbaros, se erguirá para invadir y evacuar el Imperio”[121].

Esa fuerza precisa ser organizada para destruir el “Imperio” y presentar una nueva visión global: “Precisamos de una fuerza capaz no sólo de organizar las capacidades destructivas de la multitud, mas aún de constituir una alternativa por medio de los deseos de la multitud. El contra-Imperio precisa ser tambien una nueva visión global, una nueva manera de vivir en el mundo”[122].

Esos nuevos bárbaros de la “multitud global” deben tornar real la anarquia: “la voluntad de ser contra precisa, en realidad, de un cuerpo completamente incapaz de somenterse a un comando. Ella precisa de un cuerpo incapaz de adaptarse a la vida familiar, a la disciplina de la fábrica, a las normas de una vida sexual tradicional, etc[123]”. Pero estos rechazos son tan sólo “el comienzo de  la política libertadora”[124].

El umbral del nuevo mundo que anuncia será cruzado cuando “la autovalorización, la convergencia cooperativa de sujetos y la administración proletaria de la producción se tornan un poder constituinte . Es este  el punto en que la república moderna deja de existir y surge la posesiíon post-moderna. He aquí el momento de fundación de una ciudad mundana, fuerte y distinta de cualquier ciudad divina”[125].

Y en la esperanza de ver realizados sus sueños libertarios, Negri y Hardt terminan expandiendo su  “irreprimible... alegría de ser comunistas”[126].

«Éxodo antropológico» em busca de un nuevo mundo y una nueva naturaleza, contrarios a la Creación hecha por Dios

En ese espíritu, las propuestas del dúo Negri-Hardt conducen no solamente a la más completa amoralidad, sino que su radicalidad revolucionaria va mucho más allá de las reglas de la propia naturaleza, impugnando las diferencias entre los sexos, las especies, los géneros, etc.

En efecto, Negri y Hardt apuntan hacia transformaciones inéditas y aberrantes: “Esas disposiciones bárbaras operan en las relaciones humanas en general, pero hoy podemos reconocerlas antes y por encima de tudo en las relações corporales y en las configuraciones de género y sexualidad. Normas convencionales de relaciones corporales y sexuales entre géneros y dentro de ellos están cada vez más abiertas a desafíos y transformaciones. Los propios cuerpos se transforman y sufren mutaciones para crear nuevos cuerpos post-humanos”.

Más aún, según ellos, “la primera condición de esa transformación corporal es el reconocimiento de que la natureza humana no es, de ninguna manera, separada de la naturaleza como un todo, de que no existen fronteras fijas y necesarias entre el hombre y el animal, el hombre y la máquina, el macho y la hembra, y así por delante; es el reconocimiento de que la propia naturaleza es un terreno artificial abierto a todas las nuevas mutaciones y mezclas, a todos los hibridismos. Nosotros no sólo subvertimos concientemente las fronteras tradicionales, vistiéndonos de drag, por ejemplo, como nos movemos en una zona creativa e indeterminada au milieu, en el medio y sin consideración por esas fronteras. Las mutaciones corporales de hoy constituyen un éxodo antropológico y representan un elemento extraordinariamente importante, pero todavía ambiguo, de la configuración del republicanismo ‘contra’ la civilización imperial”[127].

Y añaden: “Ciertamente precisamos cambiar nuestros cuerpos y a nosotros mismos, y de modo tal vez mucho más radical de lo que los autores cyberpunks imaginan. En el mundo contemporáneo, la mutación estética del cuerpo, hoy común, tal como el piercing, el tatuaje, la moda punk y sus varias imitaciones, son indicadores iniciales de esa transformación corporal”[128].

Es el sueño –¡o el delirio!– ufanamente desvariado de un mundo que haya abdicado enteramente, no sólo de la moral y de la Civilización Cristiana, sino también de la cultura, de la razón y del propio orden natural creado por Dios. Y con eso rechaza lo poco que aún resta de sumisión de los hombres a Dios y toda esperanza de salvación sobrenatural. Los heraldos de la era anárquica y “post-humana” se hacen así continuadores de todos los delirios, aberraciones y revueltas de la Historia, comenzando por la de Lucifer, con lo que se arrojan en un abismo de abyección que hace recordar el sueño diabólico de destruir la obra creadora de Dios.

Conclusión

¿“Otro mundo es posible”? ¡Sí, la sociedad orgánica y cristiana!

En el curso de este trabajo quedó demostrado que de las cenizas putrefactas del comunismo está renaciendo, metamorfoseada y llevada a su paroxismo, una inmensa revolución de cuño anárquico.

Hemos mostrado cómo se intenta reconstituir el poderío de las izquierdas, deteniéndonos sobre todo en  el “megaevento” de Porto Alegre, plataforma de lanzamiento de la nueva Internacional Rebelde.

Indicamos los presupuestos teóricos y las consecuancias prácticas del mundo post-capitalista que esa Internacional va delineando: autogestión, sub-consumo miserabilista, democracia directa, ecologismo extremado, indigenismo, “ciudadanía planetaria”. O sea, una República Universal compuesta de pequeñas comunidades autogerenciadas a la manera de las tribus indígenas.

Denunciamos la ambigüedad benevolente del movimiento en relación a la violencia. Y –punto capital– verificamos a complicidad de la “izquierda católica” con ese programa anticristiano. Constatamos también la impopularidad de esa neo-revolución entre los católicos fieles a la doctrina de la Iglesia, particularmente en América Latina (cfr. Cap. II).

De otro lado, es indudable que algunos males que están apareciendo con la globalización producen un desagrado profundo, y pueden generar campo propicio para el avance del neo-comunismo anárquico. Por eso denunciamos en este libro: no es la Internacional Rebelde lo que sanará esos males; al contrario, ella los agravará  hasta lo inimaginable.

Al lanzarse no solamente contra los males de la globalización, sino contra los propios fundamentos legítimos del capitalismo, que son la propiedad privada y la libre iniciativa, los nuevos contestatarios destruyen lo poco que aún resta del edificio sagrado de la Civilización Cristiana de otrora. Y retoman la bandera negra del anarquismo, buscando ir más allá de Marx y de Lenin, en um comunismo-ecológico que pretende derribar todo en su camino.

En efecto, los nuevos contestadores completan y radicalizan la demolición ya iniciada por los globalizantes, como la de todas las autoridades legítimas y de todas las estructuras naturales, desde la familia hasta el Estado, pasando por los cuerpos intermedios orgánicos: grupos sociales, municípios, regiones.

Por lo que se hace apremiante una renovada vigilancia frente al peligro que la neo-revolución anárquica representa para los restos de civilización en nuestro conturbado comienzo de milenio. Peligro que no está tanto en la fuerza de los que la promueven, como en la inercia de los que son sus víctimas. Aquellos que implusan el neocomunismo anárquico, como los que lo siguen por convicción, constituyen una pequeña minoría. Pero todas las revoluções fueron desencadenadas por minorías organizadas. Aguerridas, dominaron ellas las grandes mayorías, cuyo miedo o debilidad de alma las hizo cómplices de sus objetivos e de sus crímenes.

Los autores de este estudio no aceptan la tiranía de tales minorías. Tampoco permanecen pasivos frente a la sociedad occidental tal cual ella es hoy, con sus desequilibrios, sus injusticias, sus frenesíes. Y también ellos se preguntan: ¿Otro mundo es posible? Responden categóricamente: ¡Sí!

Ni Davos, ni Porto Alegre,  sino la Civilización Cristiana!

De las tribunas de los medios de comunicación, y de los que se aplicam a modelar la opinión pública, surge habitualmente una representación simplista de la realidad que reduce todo a una opción entre dos versiones de la globalización: la mercantilista y la comuno-anárquica.

De um lado estaría el partido de Davos, reuniendo a los que desean extender aún más una globalización capitalista, impulsada desde la cúpula financera; del otro lado estaría el partido de Porto Alegre, aparentemente sin centro motor, exigiendo una globalización bajo la óptica de los “excluidos”.

La globalización “davosiana” encaminaría la sociedad hacia un “paraíso” técnico de hiperproducción dirigida, transformando el mundo en un gigantesco shopping-center, en el cual cada individuo tendría posibilidades ilimitadas de consumo.

La globalización “portoalegrense”, a su vez, nos llevaría al “paraíso” de la solidaridad entre los hombres y con la naturaleza. Hecho de pequeñas comunidades rurales a la manera de tribus indígenas, viviendo frugalmente en un sistema de autoconsumo, entregadas a largas horas de ocio, donde no habría autoridades ni desigualdades, una vez que todo sería decidido por consenso. Y, por lo que parece, consenso producido por uma extraña inspiración mística, que hace recordar la acción de los chamanes y el consejo de las sibilas.

En ambas opciones, y como nota común entre ellas, una sensualidad desatada, permitiendo y hasta incentivando todo plazer sexual, sea dentro o contra el orden de la naturaleza, como para proclamar, por su lenguaje brutal y degradante, que los derechos del hombre se reducen a los “derechos” de la carne.

Tudo nos es presentado como si en el mundo actual no hubiese lugar para otra alternativa sino la de seguir una de esas dos formas de globalización, aparentemente antagónicas pero que en verdad se reducen a prometer una felicidad puramente material e terrena.

Un católico auténtico, colocado ante esa opción, ¿qué diría?

En primer lugar, que se trata de un falso dilema. El Evangelio, cristalinamente interpretado por la doctrina tradicional de la Iglesia, invita al hombre, bajo el influjo de la gracia, a perfeccionarse a sí mismo y a la naturaleza. Por lo tanto a desarrollar la cultura y la civilización, la ciencia y la tecnología, caminando resueltamente en las vías del progreso. Pero un progreso que no es únicamente ni predominantemente material, um progreso en que el alma humana, más aún que el cuerpo, encuentra su bienestar en la práctica de las virtudes cristianas, y que concibe la vida en esta Tierra como una etapa de prueba para alcanzar la vida eterna en el Cielo.

La sociedad humana, así entendida como reflejo imperfecto pero real de la convivencia celestial, es lo que puede haber de más propio para aquietar y satisfacer, tanto cuanto posible, las aspiraciones de los hombres, considerados en la recta ordenación de su ser. Ejemplo histórico de un espléndido impulso en esa dirección fue la Civilización Cristiana medieval, tan elogiada por los Papas, que hizo de Europa el continente líder del mundo, y cuyo pleno florecimiento se vio lamentablemente truncado por el proceso revolucionario, que llega hoy a su paroxismo.

La Civilización Cristiana es posible y deseable

Así, el verdadero camino para mejorar las condiciones de vida de los necesitados como para ordenar toda la sociedad, no está en “revoluciones seudo-mesiánicas” que buscan, en verdad, implantar un igualitarismo inhumano y antinatural, bajo pretexto de acabar com a pobreza: “Pobres, siempre los tendréis entre vosotros” (Jo 12,8), dijo Nuestro Señor increpando a  Judas.

Tal mejoría de las condiciones de vida de los necesitados es altamente deseable y debe ser buscada, pero sólo es obtenible por medio de una verdadeira evangelización cristiana, unida a un impulso civilizador, como el realizado por un San Francisco Javier o un Beato José de Anchieta, entre muchos otros. Es a partir de la educación religiosa y moral de los pueblos que la propia sociedad temporal puede beneficiar a todos; cada uno a su modo. “Buscad primero el reino de Dios y sus justicia, y el resto os será dado por añadidura” (Lc 12, 31).

¿Es posible retomar esa via, en este inicio de milenio? Sería como preguntar: este hombre, cuya cabeza y cuyo corazón están afectados por un cáncer, ¿puede aún llegar a gozar de buena salud? Y la respuesta sólo puede ser: si hubiera un medio de extraer totalmente ese cáncer, sí; si no hubiera medio, no. Los que buscan, en la sociedad actual, encontrar soluciones paliativas, sin extirpar completamente el cáncer revolucionario anticristiano, se asemejan a los que creen posible curar a un enfermo grave con antidepresivos, o directamente con veneno.

La pregunta, entonces, se desloca, y no podremos retroceder ante ella: ¿es posible aún extraer el cáncer revolucionario de la sociedad actual? ¿O el grado de expansión del mal es de tal monta que el enfermo ya está deshauciado?

Si considerarmos la textura de la sociedad como trabajada únicamente por manos humanas, nada indica que una solución sea alcanzable a esta altura. ¡La descomposición ha ido demasiado lejos! Estamos llegando ya al caos, a la falta de lógica y de razón, en las actividades públicas como en las particulares. Son caóticas esas manifestaciones que estamos analizando, contrarias unas a otras, en medio de las ruinas del edificio de la Civilización Cristiana y teniendo como espectador a un público aturdido e inerte. Todo, entonces, parece perdido.

Pero si tenemos en vista que la Providencia Divina nunca abandona a los que a Ella recurren filialmente, y que la acción sobrenatural puede hacerse sentir en profundidades insospechadas –no sólo de las almas consideradas individualmente sino também del tejido social–, entonces todas las esperanzas son posibles.

Esperanzas que en ningún momento autorizan a cruzar los brazos o cesar la lucha, pues Dios no ayuda a los perezosos; antes bien, la victoria es dada a los que batallan.

Tal impostación confiante encuentra un eco celestial  en el Mensaje de Fátima, en el cual, más allá de todas las calamidades, de todos los sufrimientos y de todas las luchas que se vislumbran en el horizonte, encontramos la promesa inefable y reconfortante de la Virgen Santísima: “¡Por fin, mi Inmaculado Corazón triunfará!”.

Pueblo y masa, según Pío XII

¿Cuál es entonces ese ideal católico de sociedad?

En la concepción católica de sociedad orgánica, el hombre no es simple pieza de una máquina económico-financiera globalizada, ni un simple número despersolanizado en una tribu primitiva. Él es miembro vivo de una familia, célula actuante de un «pueblo auténtico», como se desprende de las luminosas enseñanzas del recordado Papa Pio XII – aplicables a todos los tiempos y lugares – que es oportuno recordar aquí:

“Pueblo y multitud amorfa o, como se acostumbra decir, masa, son dos conceptos diversos.

1. “El pueblo vive y se mueve por vida propia; la masa es de por sí inerte, y no puede ser movida sino desde fuera.

2. “El pueblo vive de la plenitud de la vida de los hombres que lo componen, cada uno de los cuales –en su propia posición y del modo que le es propio– es una persona consciente de sus propias esponsabilidades y convicciones. La masa, al contrario, espera el impulso que le viene de fuera, fácil juguete en las manos de cualquiera que explote sus instintos o sus impresiones, pronta para seguir, sucesivamente, hoy esta bandera, mañana aquella otra.

3. “De la exhuberancia de vida de un verdadero pueblo, la vida se esparce, abundante y rica, por el Estado y por todos sus órganos, infundiendo en ellos, con vigor incesantemente renovado, la conciencia de su propia responsabilidad, el verdadero sentido del bien común. Sin embargo,  de la fuerza elemental de la masa, hábilmente manejada y utilizada, puede también servirse el Estado: en las manos ambiciosas de uno solo, ou de muchos, agrupados artificialmente por tendencias egoístas,  el propio Estado –con la ayuda de la massa reducida a uma simple máquina– puede imponer su capricho a la parte mejor del verdadero pueblo. El interés común queda así golpeado gravemente durante largo tiempo, y la herida es con frecuencia muy difícil de curar.

4. “El Estado no contiene en sí y no reúne mecánicamente en un determinado territorio una aglomeración amorfa de individuos. Él es, en realidad debe ser, la unidad organizadora de un verdadero pueblo”[129].

El ideal de sociedad orgánica expuesto en el texto de Pio XII –bastante más extenso, y del cual  hemos citado solamente los pasajes esenciales–  puede ser compendiado em dos principios básicos:

Principio de subsidiariedad: Los organismos superiores nunca deben llamar a sí actividades que los grupos inferiores sean capaces de realizar con los propios recursos. Debe haber autonomía para que los organismos inferiores alcancen sus fines, por sí mismos, en todos los campos en que esto les sea posible. La interferencia de los superiores en el ámbito inferior debe tener un carácter subsidiario, esto es, auxiliar, y supletivo, o sea, de complementación. Tal principio se halla expuesto también en documentos de Pío XI (Encíclica Quadragesimo Anno) y Juan XXIII (Encíclica Mater et Magistra);

Principio de organicidad: Las instituciones sociales y económicas deben funcionar como órganos dentro de un organismo vivo, con funciones específicas y parti-cularizadas, desde los más vitales hasta los más insignificantes, como el corazón y una falange del dedo meñique. Todos son necesarios para el buen funcionamiento y obe-decen a una jerarquía de valores. Suprimido cualquiera de ellos, la sociedad se resentirá.

A estos dos principios podría añadirse un tercero, que complementa la noción de sociedad orgánica aquí expuesta:

 Principio universitario: Cuando una célula social alcanza cierto grado de importancia, es normal que sus actividades no se restrinjan a la consecución del fin específico para el cual fue creada, sino que tienda a abarcar diversos aspectos de la vida de sus miembros. Es el caso de las Universidades, como también de las Corporaciones medievales. Es imposible orientar la vida de una comunidad tan abarcativa sin disponer de algunos poderes soberanos, como por exemplo el poder de policía en los límites de aquella comunidad.

Plinio Corrêa de Oliveira describe la sociedad orgánica

Desarrollando esta magnífica enseñanza de Pío XII, Plinio Corrêa de Oliveira explicó las diferencias entre “la sociedad cristiana y orgánica y la sociedad mecánica y pagana” en un estudio para la revista Catolicismo. Los órganos de un cuerpo, decía él, actúan por un movimiento que les viene de la vida presente en cada célula y tienen un espacio de autonomía y una gran capacidad de adaptarse por sí mismos a nuevas condiciones. La máquina, al contrario, es artificial, está enteramente sujeta a la voluntad del hombre y el movimiento de sus piezas viene de un motor extrínseco a ellas, al cual obedecen ciegamente.

Análogamente, en una sociedad bien ordenada, el organismo social vive de la vida de sus células fundamentales –las familias– que a su vez tejen órganos diferenciados y con tareas específicas, pero armoniosamente ligados entre sí. Un modelo histórico de esa “sociedad orgánica” basada en la familia fue el orden feudal de la Edad Media, de la cual subsisten aún magníficas reminiscencias.

“Uno de los trazos característicos de la Civilización Cristiana edificada en Occidente, después de la invasión de los bárbaros, consistió en hacer de la familia no sólo una instituición de vida puramente doméstica y privada, como es hoy, sino la unidad propulsora de todas, o casi todas, las actividades políticas, sociales y profesionales.

“La propiedad inmueble era frecuentemente más familiar que individual. La casa, la tierra, el feudo eran considerados mucho más como el patrimonio de la familia, que del individuo. Lo mismo se dio en el artesanado y en el comercio, en que se manifestó la tendencia a transmitir la profesión del padre al hijo, en varias generaciones. ....

“En la administración tanto feudal, cuanto municipal o rural; en las finanzas, en la diplomacia, en la guerra, en todos los campos en fin, notamos que la familia en cuanto tal era, en toda la medida de lo posible, la gran unidad de acción y de propulsión. Los feudos, las corporaciones, las universidades, los municipios, nada había que escapase a la penetración de la familia. De tal manera que el Estado – un Reino, por ejemplo – no era sino una familia de familias, gobernada por una familia: la familia real[130].

“Con las reservas con que imágenes como ésta debem ser empleadas, se puede decir que la familia penetraba todas las partes del organismo social, como las arterias penetran e irrigan todos los mimbros del cuerpo humano. Y, así, la familia comunicaba un qué de especialmente vivo, plástico, orgánico a todas las instituciones políticas, sociales, económicas, etc. ....

“Si consideramos las relaciones entre el todo y las partes, el Estado y los órganos sociales de que se constituía la nación, la impresión de organicidad vital se torna aún más pronunciada: cada órgano es un pequeño todo, como que un reino en ponto pequeño ou hasta minúsculo, dotado dentro de su esfera de ciertas funciones gubernamentales, legislativas, ejecutivas ou judiciales. Así, en la familia, el Padre era un verdadeiro Rey en miniatura, por el poder que ejercía sobre la esposa y los hijos. Característico era el axioma: el Padre es el rey de los hijos, y el Rey es el padre de los padres. En algunas familias, hasta las leyes de sucesión eran peculiares y diversas de las que se aplicaban en todas las otras. .…

“El Rey –simplificando mucho las coisas, es claro– tenía apenas la función supletiva de hacer lo que por sí mismos estos varios órganos no podrían realizar, esto es, la tutela de los intereses comunes y supremos que rebasaban del ámbito propio de todos los órganos, la manutención de un justo equilibrio entre ellos, y la vigilancia para que en el receso de ninguno de ellos se ofendiesen los principios fundamentales de la moral y de la Civilización Cristiana.

“Considerado en su conjunto este cuadro muy sumario, se ve cuánto él es orgánico. Cada elemento celular tiene funciones enteramente peculiares. Cada cual tiene, para el ejercicio de sus funciones, atribuciones que le tocan por derecho propio, y se mueve por una energía que actúa desde dentro hacia afuera, y no desde fuera hacia adentro. La buena marcha del todo depende mucho más de la buerna marcha de cada parte, que de la mera acción del organismo central”.[131]

Ese magnífico resumen del orden orgánico medieval contrasta de modo abismal con el proyecto moderno de globalización, frío y burocrático, como también con la sociedad anarco-tribal, compuesta de células inertes e iguales. E ilustra de modo admirable la enseñanza de Pío XII en su inspirada Alocución de Navidad de 1944, en la que enuncia la distinción esencial entre “pueblo” y “masa”.

Perspectivas finales

Llegados al punto extremo de caos en que nos encontramos, ¿es posible otra salida que no sea la de retornar, con la ayuda de la Providencia Divina, a los principios básicos que hicieron otrora la grandeza de la Civilización Cristiana, “austera e hierárquica, fundamentalmente sacral, antiigualitária e antiliberal”[132]? El renacimiento del espíritu religioso que se nota en parcelas muy considerables de la juventud actual, ¿no será ya una preparación providencial para ese retornoo? La receptividad creciente al Mensaje de Fátima, ¿no indica almas que buscan un rumbo fuera de los indicados por los medios?

Si convulsiones espectaculares llegaran a sacudir el mundo, ya fuera por medio de guerras o de atentados terroristas inesperados, sea por medio del incremento del caos producido por las corrientes migratorias, sea aún por otros medios naturales o sobrenaturales que no nos apresuramos a prever, una vez que nos encontremos en medio de la total pérdida de las brújulas psicológicas o morales, ¿no podrá ocurrir un fenómeno semejante al que se dio con la caída del Imperio Romano y la invasión de los bárbaros? Es una pregunta que la marcha de los acontecimientos impone plantearse.

 Una sociedad de tal manera sufrida y libertada del guante de hierro de los colectivismos, de los socialismos, de las globalizaciones forzadas, volviéndose hacia Dios e impelida por la gracia divina en la ruta trazada por el Decálogo, ¿no podría comenzar a andar por sí misma de modo orgánico y natural?

En esa hipótesis, la familia católica volvería a adquirir de nuevo la plenitud de acción y de influencia que alcanzó otrora; los grupos intermedios serían libres para actuar ordenadamente conforme sus modos propios de ser; el Estado, actuando según el principio de subsidiaridad, respetaría las autonomías legítimas de cada región, así como de cada grupo social intermediario; al mismo tiempo que el poder soberano, dentro de su órbita suprema, seria honrado, vigoroso y eficiente.

Respetando estos principios, ¿a qué término final llegaríamos? ¿Se constituiría una nueva Edad Media, aunque más  requintada? ¿O caminaríamos hacia un futuro absolutamente nuevo e imprevisible?

Ambas hipótesis son posibles. La naturaleza humana y los princípios básicos de la Civilización Cristiana son invariables para todos los tiempos y lugares. De modo que el nuevo orden de cosas habrá de ser idéntico al antiguo en sus trazos esenciales.

Pero, por otro lado, hay aspectos inherentes a nuestra época, que difieren de las anteriores, y que es indispensable tomar en consideración. Las condiciones materiales de vida se transformaron profundamente; el espíritu humano, también él, pasó por innumerables experiencias y situaciones antes desconocidas, que le abrieron nuevos horizontes. Nada sería más fuera de la realidad que abstraer de estas modificaciones. En este particular, es preciso no hacer muchos planes. Los verdaderos fundadores de la Edad Media –San Benito, San  Bonifacio, Carlomagno y otros– no tenían en mente el siglo XIII tal cual existió. Tenían simplemente la intención genérica de edificar un mundo cristiano y fueron resolviendo con profundidad de visión y sentido católico los problemas que estaban a su alcance, sin perderse en conjeturas vanas, Nada de planes meramente teóricos, elaborados en gabinetes de especialistas ou en ‘contra-Cumbres’ alternativas.

Tales son las consideraciones e hipótesis que aqui levantamos, en la intención de abrir los horizontes del lector a otras posibilidades de futuro que no son las ofrecidas por la propaganda. La restauración de la Civilización Cristiana no es utópica, ella es una posibilidad constante de la naturaleza humana, en la rectitud de su ser[133]. Además, ella nos fue prometida en Fátima. Frente a esa perspectiva radiante “los escépticos podrán sonreír, pero la sonrisa de los escépticos jamas consiguió detener la marcha victoriosa de los que tienen fe”[134].


 

[1] Esta relación con el terrorismo islâmico no es mera hipótesis. Durante las violentas manifestaciones de los contestatarios en Génova, fueron “identificados, entre los manifestantes, agentes da Jihad libanesa, del Hamas, del PKK curdo y de otros musulmanes fundamentalistas .... Esta convergencia entre los no-globales y el islamismo militante apareció aún más claramente por ocasión del USA Day, el 10 de noviembre de 2001. Los diversos ‘Forums Sociales’ manifestaron su total oposición al esfuerzo bélico común contra el terrorismo islámico, llegando incluso a incitar a los soldados a desertar de las Fuerzas Armadas” (Da Genova alle Twin Towers: l´Occidente nella tenaglia, “Tradizione, Famiglia, Proprietà”, Roma, septiembre/noviembre 2001, p. 3).

[2] La previsión de que el comunismo retornaría metamorfoseado fue hecha en diversas ocasiones por  Plinio Corrêa de Oliveira. Por ejemplo, en el artículo Actualidad del Mensaje de Fátima, 75 años después, publicado en el  "Diário Las Américas" de Miami (14-5-92), en el cual afirma que “los  verdaderos fines de la perestroika eran en realidad obscuros. Tal vez no esté lejos el día en que la autenticidad discutible de la retracción del comunismo revele que esta no fue sino una metamorfosis, y que de la larva decompuesta sale volando la ‘linda’ mariposa de la autogestión”.

 

[3] Plinio Corrêa de Oliveira, Revolución y Contra-Revolución, 3a ed. argentina revisada y aumentada por el Autor, Ediciones Tradición Familia Propiedad, Buenos Aires, 1992, p. 149.

[4] Director del periódico parisiense “Le Monde Diplomatique”. Acerca de su importancia en el movimiento contestatario, ver Capítulo I.

[5] El uso de la expresión “capitalismo” en un sentido peyorativo y demagógico tiene su origen en  Marx y sus secuaces. En ese sentido –obviamente falso, y que requiere ser “exorcizado”– capitalismo significaría la preponderancia absoluta del capital sobre el trabajo. De donde resultaría que todo capitalista necesariamente sería um explotador del trabajo del obrero, buscando indefinidamente lucros para sí, de modo egoísta. Ese es el sentido inaceptable blasonado por la propaganda comunista, buscando volver odioso el capitalismo, a fin de obtener adhesiones para un socialismo “redentor” del operariado.

Ahora bien, no es ésa, ni de lejos, la definición de capitalismo, aunque no neguemos que haya abusos, ni que éstos deban ser cohibidos. En su sentido propio y natural, capitalismo es el régimen basado en la propiedad privada, que permite ampliamente la libre iniciativa de los particulares y confiere al Estado un papel subsidiario en la economía como en la sociedad. Régimen que de suyo tiende a favorecer no sólo a los que poseen el  capital, sino también, y ampliamente, a los obreros y a toda la sociedad.

Por eso Pío XI enseña: “No es vedado a los que se emplean en la producción, aumentar justa y debidamente su fortuna; antes bien, la Iglesia enseña que es justo que quien sirve a la sociedad y le aumenta los bienes, se enriquezca también de esos mismos bienes de acuerdo a su condición” (Encíclica Quadragesimo Anno, 15-5-1931, Vozes, Petrópolis, p. 51).

A su vez Pío XII, tratando del capitalismo aplicado al campo, declara: “Todo espíritu recto debe reconocer que el régimen económico del capitalismo industrial contribuyó para tornar posible, y hasta estimular, el progreso del rendimiento agrícola; que él permitió, en innuerables regiones del mundo, elevar a un nivel superior la vida física y espiritual de la población del campo. No es, pues, al régimen en sí mismo al se debe acusar” (Discurso de 2-7-1951, in Discorsi e Radiomessaggi, vol. XIII, pp. 199/200).

[6] Revolución y Contra-Revolución, cit., p. 164.

[7] Alocución del 6-2-81 a los Religiosos y Sacerdotes participantes del I Congreso Nacional Italiano sobre el tema Misiones alo Pueblo para los Años 80, in “L'Osservatore Romano”, 7-2-81.

[8] El presidente de honor era Ignacio Ramonet; el presidente efectivo, Bernard Cassen (redactor y director administrativo del periódico); y uno de seus vicepresidentes, la escritora franco-americana Susan George (también ella redactora del Diplô y presidenta de la ONG “Observatorio de la Mundialización”).

[9] Secretario de la Comisión Justicia y Paz de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil; regidor del PT por São Paulo.

[10] Empresario brasileiro. Presidente del Consejo de Fundación del Instituto Ethos.

[11] Cfr. Bernard Cassen, Uma virada política e cultural, in Fórum Social Mundial – A construção de um mundo melhor, Veraz Comunicación et al., Porto Alegre, octubre de 2001, pp. 15-17. El citado Miguel Rosetto pertenece al izquierdista PT, que actualmente detenta el gobierno del Estado de Rio Grande do Sul.

[12] Cfr. Gonzalo Guimaraens, Fórum Social Mundial de Porto Alegre: laboratório da subversão, “Catolicismo”, marzo de 2001, p. 19.

[13] Cfr. Renato Vasconcelos, Fórum Social Mundial: uma nova Internacional Socialista?, “Catolicismo”, marzo de 2001, p. 25.

[14] Innegablemente los talleres más concurridos, y que dieron el tono al evento, fueron los de carácter revolucionario más cargado, tales como: Resistencia armada al neoliberalismo – Alternativas de Poder Popular en América Latina y Africa, organizada por el Instituto Olga Benário Prestes; Política Neoliberal y Conflicto Armado, coordinada por la denominada Vicaría del Sur – Diócesis de Florencia; y Plan Colombia, coordenada por la Attac de Río de Janeiro. Cierto día el número de participantes inscriptos en los talleres relacionados con la “resistencia armada” fue tal que los organizadores decidierom juntarlas en el Teatro del IPE, que quedó completamente colmado: más de 300 personas,  y muchas otras no pudieron entrar.

El fervor por las armas ya había marcado uno de los primeros eventos del FSM, la Marcha Contra el Neoliberalismo y Por la Vida, de la cual participarom 15 mil personas: “Banderas con la hoz y el martillo, retratos de Lenin, gritos a favor de Cuba comunista, de las guerrillas colombianas y del Movimento de los Sim Tierra (MST) dierom la tônica caldeada y efervescente de la manifestación” (cfr. Gonzalo Guimaraens, Fórum Social Mundial de Porto Alegre: laboratório da subversão,”Catolicismo”, marzo de 2001, p. 19). 

Naomi Klein comenta aún que “nada allá era mais importante que Cuba”: “Bastaba que los conferencistas mencionasen la isla para que los presentes prorrumpiesen en gritos: ‘¡Cuba, Cuba, Cuba!’” (cfr. Naomi Klein, Acreditando no Fim do Fim da História, in “The Nation magazine”, 19-3-2001). En el 3er día del Encuentro hubo, por ejemplo, una gran ovación a Ricardo Alarcón, presidente del Parlamento cubano, quien fustigó en su discurso a los Estados Unidos y a la “dictadura global”, olvidándose de la “dictadura local” que su partido ejerce en la infeliz isla...

[15] Cfr. Forum Social Mundial – La Construcción de un mundo mejor, pp. 24-25.

[16] Cfr. “Grain de Sable”, Nº 206, 30-1-2001.

[17] Cfr. Creyendo en el fin de la Historia, in “The Nation magazine”, 19-3-2001.

[18] ¡Es curioso notar, de pasada, esa afirmación de que todos vinieron del Partido Comunista! Corresponde bien a la lúcida observación de Plinio Corrêa de Oliveira, de que el comunismo no murió, y apenas se está metamorfoseando.

[19] Cfr. Creyendo en el Fin de la Historia, in “The Nation magazine”, 19-3-2001.

[20] Cfr. Plinio Corrêa de Oliveira, Revolución e Contra-Revolución”, cit. , p. 35.

[21] Cfr. “Le Monde Diplomatique”, febrero de 2001.

A su vez, Plínio Arruda Sampaio, tres veces diputado federal por el PT y hoy editor de la revista “Correio Cidadão”, preveía que el resultado del Fórum Social Mundial sería “dar los primeros pasos para construir un frente internacional, una especie de ‘quinta internacional’, la más amplia posible, en nada rígida ni vertical como las quatro primeiras”. Este sería “el objetivo de Porto Alegre” (cfr. Sergio Ferrari, Le Sud fait la fête à Porto Alegre, in “Le Courrier”, Ginebra, 25-1-2001).

[22] Cfr. Ignacio Ramonet, “¡Protestatarios del mundo, uníos!, “El País”, Madrid 24-6-2001.

Acerca de las semejanzas y diferencias de la nueva Internacional Rebelde con la Primera Internacional, siguen algunos comentarios de los argentinos José Seoane y Emilio Taddei, de CLACSO, reveladores del  pensamiento de las izquierdas:

“Bautizada como ‘internacional rebelde’ (Ramonet, 2001) o ‘internacional de las resistencias’ (Lowy, 2001) sus contornos evocan, como señala Manuel Moreno en el presente libro, la Primera Internacional. ....

“El arco social que se hizo presente en Porto Alegre es sin duda más amplio que aquel reunido en Londres en 1864 al calor de los sindicatos ingleses y franceses. Así, las fronteras del movimiento anti-mundialización neoliberal trascienden, y de mucho, los límites del movimiento obrero .... La amplitud y heterogeneidad de esta alianza social puede ser apreciada, por ejemplo, en las asociaciones que subscriben el  “Llamado de Porto Alegre”....

 “El mundo que construyó esta experiencia internacional, y de que Porto Alegre fue una expresión cabal, supo hacer de la diversidad, estimulada en el aprendizaje mutuo y en el respeto de la diferencia, un elemento de fuerza y no de debilidad. Estas prácticas se alimentan además de un espíritu democrático y libertario.

“No se trata, creemos, de una visión ingenua ni idílica, donde las diferencias se adormecen o  desaparecen. Al contrario, hace de las diferencias, de los debates y de las tensiones una realidad cotidiana. Nosotros, que hemos pasado por Porto Alegre sentimos el estímulo de este espíritu, de esta construcción de um mundo donde, como habla la voz zapatista, quepan todos los mundos posíbles” (De Seattle a Porto Alegre – Pasado, Presente y Futuro del movimiento antimundialización neoliberal).

 

[23] Cfr. números 473 e 474 (1ª e 2ª quincena de mayo de 2001), de“Carta a las Iglesias”, revista publicada por los jesuítas de la Universidad Centro Americana (UCA), de El Salvador.

[24] En reciente reunión plenaria, la Pontificia Comisión para América Latina denunció “la persistencia de una ‘Teología de la Liberación’ contraria a  la doctrina católica, que ahora se presenta también con nuevas manifestaciones, como la teología indígena, el feminismo extremo y el ecologismo ideologizado” (cfr. La TdL è viva ed è più cattiva del neoliberismo. Atti della Riunione Plenaria della Comissione Vaticana per l´America Latina,  “Adista”, N° 71, 15-10-2001).

Como confirmando la denuncia vaticana, se realizó en Quito, del 24 de septiembre al 1º de octubro de 2001, la V Asambleia general de las Associaciones de teólogos del Tercer Mundo [Eatwot], en la cual participaron 62 teólogos, hombres y mujeres, provenientes de 29 países de Asia, Africa, Oceanía y América Latina. En la declaración final afirman que “nuestras teologías, como Eatwot, con su opción por los menores de entre nosotros, forman un coro polifónico que consiste en un pensamiento sistemático y ético, en el trabajo bíblico, en las teologías indígenas, en las teologías negras, feministas y en las preocupaciones ecológicas por la madre tierra. Reafirmamos los pasos hechos en la teolgía por la liberación con su miríada de desarrollos”.

A su vez, el  periodista Juan G. Bedoya, en la edición del 2 de novembro de 2001 de “El País” de Madrid pregunta: “¿Murió la Teología de la Liberación?”. Y responde: “Una respuesta aparece en estos dias publicada por la editorial Verbo Divino, de Estella (Navarra), en la cual Juan José Tamayo y Juan Bosch presentan los trabajos de 34 teólogas e teólogos latinoamericanos .... El libro se intitula Panorama de la teología latinoamericana y es, no puede ser más bien dicho, un panorama de conjunto de las cinco grandes líneas o corrientes, todas ellas complementarias, de la Teología de la Liberación de ayer y de hoy: teología sistemática da liberación, teología feminista desde la perspectiva de género, teología indígena, teología negra, teología y economía, teología ecológica”. Concluyendo que “la Teología de la Liberación no murió, mas  goza de excelente salud”.

[25] Véase, por ejemplo, el aspecto demagógico de los siguientes párrafos de un artículo de Mons. Pedro Casaldáliga, obispo liberacionista de San Félix de Araguaia (Matto Grosso, Brasil), publicado en el boletín de la Attac França:

Acabamos por habituarnos a esta guerra total, la más mortífera de todas las que la historia de la humanidad jamais conoció. La expresión máxima de la dominación internacional. El mayor crimen del capitalismo. ....

“Si alguma solidaridad conjunta puede salvar nuetra América del desmoronamiento económico y social al cual el Primer Mundo  y sus mecanismos nos condenan, sería la voluntad conjugada, ‘latinoamericanamente’ unida, de no pagar la Deuda Externa” (cfr. Dette = mort, “Grain de Sable”, N° 150, 11-7-2000).

[26] Nos valemos de la expresión que sirve de título al profundo estudio del Prof. Plinio Corrêa de Oliveira, Trasbordo Ideológico Inadvertido y Diálogo, Ed. Vera Cruz, São Paulo, 5a ed., 1974.

[27] La iniciativa fue de Martin Dent, profesor de la Universidad de Keele, Bill Peters, ex embajador en Malawi, e Isabel Carter, editora del boletín de Tearfund, asociación evangélica de ayuda humanitaria.

[29] Cfr. Des luttes et des courriers électroniques d’information, “Grain de Sable”, N° 79,  15-10-1999.

[30] Cfr. Alexander Cockburn y Jeffrey St. Clair, El nuevo movimiento por que estamos peleando, in De Seattle a Porto Alegre, CLACSO, Buenos Aires, 2001.

[31] Cfr. Denise Mendez, Au coeur de l’empire, “Grain de Sable”, N°180, 27-10-2000.

[32] Cfr. Pierre Rousset , A l'occasion du sommet ASEM 3 d'octobre, “Grain de Sable”, N°184,  10-11- 2000.

[33] Es oportuno notar que este semanario de izquierda “católica” es uno de los fundadores de la Attac y  su diretor, Bernard Ginisty, es el tesorero de la asociación.

[34] Cfr. “Grain de Sable”, N°176, 13-10-2000.

[35] En entrevista a José Arbex, para un número especial de la revista “Caros Amigos” consagrada al Forum Social Mundial de Porto Alegre, el canónigo Houtart es presentado como “asesor de Fidel Castro para asuntos religiosos”. Preguntado si aún mentiene relaciones con Cuba y Fidel Castro,  responde prontamente: “Sí, claro”; y afirma más adelante: “Voy a Cuba varias veces por año” (cfr. Não há terceira via possível, “Caros Amigos”, Nº 8, marzo 2001, p. 14).

[36] Más conocido por su sigla FRELIMO, en 1976 dicha organización instauró una dictadura marxista que durante quince años devastó y arruinó completamente esa rica ex-Provincia Ultramarina portuguesa.

[37] Cfr. Stéphane Mandard, Teólogo de la resistencia – François Houtard, sacerdote y militante, aplica el Evangelho a la mundialización, in “Le Monde”, 31-10-2001.

[38] Cfr. Relación de Talleres para Publicación, no site www.portoalegre2002.org738 1170

[39] Cfr. Consejo Internacional del Fórum Social Mundial, Informe delGrupo de Trabajo, en el site del FSM 2002.

[40] “Cadernos do Terceiro Mundo” pone como epígrafe de la respectiva fotografía: “Manifestaciones de los más variados intereses sociales marcaron presencia en Porto Alegre, entre ellas la lucha feminista, que incluye la defensa del derecho de las mujeres a hacer aborto” (cfr. nº 228, enero-febrero 2001, p. 22).

[41] Cfr. “Adista”, n°75 de 29-10-2001:

“Roma-Adista. Prosiguieron jos trabajos de la conferencia Los excluídos retoman la palabra.

“Significativo el mensaje que  Pedro Casaldáliga, obispo de San Félix de Araguaia, Brasil, quiso enviar a los participantes de la conferencia y que fue leído en la conclusión de los trabajos. Casaldáliga se manifiesta confiante en la construcción de una sociedad «sin privilegios y sin exclusiones. Sin mundos diferentes. Dentro de la única humanidad. En la gran familia de los hijos e hijas de Dios. A través de una política que subordine la economía a la dignidad de las personas y de los pueblos. En una inter-solidaridad, que favorezca simultáneamente la igualdad y la alteridad. Queremos y podemos ser una humanidad nueva. En una tierra nueva. En la construcción y en la esperanza de la Tierra sin males, mito, promesa y tarea de nuestros pueblos indígenas y de nuestra fe cristiana»”.

[42] La declaración Porto Alegre convoca a las movilizaciones fue firmada, entre otras, por las siguientes organizaciones oficialmente católicas o integradas por personalidades o instituciones católicas: Centre Tricontinental, Louvain-La-Neuve (Bélgica), Communità impegno servizi volontariato (Itália), Holy Cross Justice Commission, Jubileo Sur, Korean Catholic Coalition for Alternative Economics (Coréia), Pastoral da Juventude Rural (Brasil), Paz y Tercer Mundo (Espanha), Rete di Lilliput (Itália), Rete Radie Resch (Itália).

[43] Cfr. Etat-nation, nationalisme, globalisation, internationalisme, en el site www.Attac.org

[44] En su obra maestra, Plinio Corrêa de Oliveira describe la causa profunda de la Revolución en los siguientes términos:

 “El orgullo conduce al odio a toda superioridad, y, por tanto, a la afirmación de que la desigualdad es en sí misma, en todos los planos, inclusive y principalmente en los planos metafísico y religioso, un mal. Es el aspecto igualitario de la Revolución.

La sensualidad, de suyo, tiende a derribar todas las barreras. No acepta frenos y lleva a la rebeldía contra toda autoridad y toda ley, sea divina o humana, eclesiástica o civil. Es el aspecto liberal de la Revolución.

“Ambos aspectos, que en último análisis tienen un carácer metafísico, parecen contradictorios en muchas ocasiones, pero se conciliam en la utopía marxista de un paraíso anárquico en el que una humanidad altamente evolucionada y «emancipada» de cualquier religión viviese en orden profundo sin autoridad política, y en una libertad total de la cual sin embargo no derivase ninguna desigualdad” (cfr. Revolución y Contra-Revolución, cit., p. 35).

Tal visión de las pasiones humanas desarregladas como constituyendo el móvil profundo de la Revolución es también la de um famoso dissidente de los comienzos del marxismo, Mikhail Bakunin, padre del mismo anarquismo que anima al Black Bloc, a los Tute Bianche y a muchos de los contestatarios actuales:

“Nosotros  entendemos la Revolución en el sentido de aquello que hoy se llama desencadeamiento de las malas pasiones y la destrucción de lo que en el mismo lenguaje se llama  'orden público'.

“No tememos, invocamos la anarquía, convencidos de que de esta anarquía, vale decir, de la manifestación completa de la vida popular desencadeada debe surgir la liberdade, a igualdade, el nuevo orden y la propia fuerza de la revolución contra la reacción” (Michael Bakunin, Socialisme Libertaire et Autoritaire, pp. 336, 337).

[45]En un artículo titulado 1770-1970: Una visión de conjunto, el Prof. Plinio Corrêa de Oliveira resumió esa larga, pero inexorable evolución. Bajo los Borbones (1815-1830) los adversarios de la Revolución sólo pensaban en aprovechar la vida, mientras la Revolución preparaba un estallido para concluir la fase de los retrocesos estratégicos e inaugurar la primera fase del avance procesivo. Esta no consistió en la implantación directa de la república, sino en la "republicanización" de la monarquía. Con la ascensión de Luis Felipe, de hecho, la burguesía subió al poder y la nobleza salió del primer plano de la vida política. Más tarde, em l848, la Revolución derribó a Luis Felipe, y durante un corto intervalo republicano (1848-1851) elegió a la presidência de esa república a un príncipe plebeyo y aún más marcadamente usurpador, esto es, Luis Napoleón Bonaparte, que no tardó en proclamarse emperador, bajo el nombre de Napoleón III, y gobernó hasta 1870. Su régimen fue aún más "republicano", burgués y laico que el de Luis Felipe. Con la caída de Napoleón III, resultante de la victoria de Prusia, se proclamó la III República y la burguesía conquistó finalmente el poder. En 100 años ininterrumpidos de república, en Francia hubo una decadencia lenta y continua del poder burgués y una penetración gradual del espírito socialista hasta en las filas del Clero y de la  burguesía.

En suma, al cabo de 200 años todo camina en Francia hacia la plena realización del programa de los más extremados agentes de la Revolución Francesa: los “terroristes”, los "montagnards", los "cordeliers" y el comunista Babeuf  (cfr. “Folha de São Paulo”, 22-2-1970).

[46] De hecho, en las barricadas de París, en mayo de 1968, en medio del desordem, de la promiscuidad sexual más desenfrenada y de explosiones irracionales de violencia, nuevas tendencias anarquistas habían irrumpido.

Este movimiento de contestación no se levantaba em nombre de la clase obrera, ni era canalizado a través de los partidos políticos; se presentaba como la lucha de la sensibilidad libertaria de las nuevas generaciones contra las antiguas y sus sistemas de valores. Eran contestadas radical y simultáneamente todas las formas de autoridad y de coacción legal o moral, tanto en el ámbito individual como en la vida colectiva. De ahí su lema: “Es prohibido prohibir”.

“La imaginación al poder”, gritaban los estudiantes de Mayo del 68. Era una revolución que propugnaba, en el plano individual, una liberación de los instintos contra la estrutura psíquica del hombre modelado por la Civilización Cristiana, en quien la inteligencia iluminada por la fe y la voluntad dominan la sensibilidad y las pasiones.

En el plano colectivo, el reflejo de esa explosión era una ojeriza profunda a cualquier estructura familiar, escolar, política, etc., a todo planeamiento y a toda forma de vida organizada. Frases como “ahorcaremos al último economista con las tripas del último sociólogo” o “bajo el asfalto, la playa” hacían parte de la panoplia de slogans, no desprovistos de fantasía, que los contestatarios franceses escribieron en los muros de París.

La nebulosa de “centros sociales alternativos” y el movimiento ecologista fueron lo que restó en concreto de esa abortada revolución. Aprovechando la desprevención general que sucedió al cese de esos desórdenes, la influencia de Mayo del 68 penetró como una mancha de aceite en todas los estratos de la población, produciendo cambios en las mentalidades, las costumbres, los modos de vestir y de hablar. El propio líder aparente de la revuelta, Daniel Cohn-Bendit, reconoció en una entrevista que “los trazos más visibles del 68 se aprecian en el comportamiento de las personas, en sus hábitos, en su vida cotidiana – la educación, el feminismo, la cultura” (cfr. “The New York Times”, 1-9-1986).

[47] Cfr. Three Coins in a Centri Sociali, “Globe & Mail”, Toronto, 7-6-2001.

[48] Cfr. site Internet del FSM, documento de “O São Paulo”, 9-4-2001.

[49] Cfr. Susan George, Les violences de Göteborg, “Grain de Sable”, N° 248,  26-6-2000.

[50] En el caso de la “Batalla de Seattle”, miles de estudiantes, ecologistas, feministas, campesinos, “activistas de direitos humanos”, disfrazados de tortugas verdes, caminaron hacia el centro de la ciudad y bloquearon los cruces de calles. Los estudiantes realizaron varios sit in frente a los hoteles de las delegaciones oficiales y sobre todo alrededor del Centro de Convenciones, donde estaba prevista la ceremonia de apertura de la Rueda del Milenio. El Memorial Stadium fue escenario de un multitudinario Labor Rally, del que participaron 30 mil militantes sindicales. Terminado el acto, 50 mil personas caminaron por las calles de Seattle y bloquearon las reuniones en los hoteles, en una manifestación que hizo fracasar la sesión de apertura de la Organización Mundial del Comercio (OMC). La policía intentó dispersar a los manifestantes con gases lacrimógenos y durante toda la noche se trabó una verdadera batalla en las calles, culminando en la detención de miles de activistas. Los disturbios callejeros se prolongaron por tres días más, cuando explotaron  divergencias en el seno de la propia OMC entre representantes de los países del Tercer Mundo y países industrializados. Al cuarto dia, la gaceta local “The Seattle Times” traía en su título: “Entran en colapso las conversaciones, la reunión termina”. La Rueda del Milenio había naufragado.

[51] Cfr. op. cit.

[52] “Folha de São Paulo”, 26-7-2001; transcripto en el site del FSM, en el directorio de la Biblioteca de las Alternativas.

[53] Cfr Cinq paysans aveyronnais emprisonnés, “Grain de Sable”, N°64, 24-8-1999.

[54] Cfr. Les violences de Göteborg, “Grain de Sable”, N° 248,  26-6-2001.

[55] Eso sucedió por ejemplo en Praga, donde la asociación Friends of the Earth retiró de antemano su solidaridad a la manifestación “ante el riesgo de violencias” (Cfr. Quelques leçons de Prague, “Grain de Sable”, N°175,  10-10-2000.)

En Québec, los sindicatos de la provincia francófona estaban preocupados en apartar a los manifestantes lo más posible del muro erigido por la policía (Cfr. Québec. Un bilan, “Grain de Sable”, N° 232, 1º-5- 2001).

[56] Cfr. Christophe Aguitton, Quelques éléments pour la discussion après Gênes, “Grain de Sable”, N° 260,  28-8-2001.

[57] Ver Alain Deneault - Attac-Québec, Le revirement historique de Seattle, “Grain de Sable”, N° 95, 14-12-1999; Laurent Jésover, webmaster, Avril à Washington, “Grain de Sable”, N°123, 4-4-2000; cfr. Christophe Aguitton, Quelques éléments pour la discussion après Gênes, “Grain de Sable”, N° 260, 28-8-2001.

[58] Cfr. Quelques leçons de Prague, “Grain de Sable”, N°175,  10-10-2000.

[59] Cfr. Quelques leçons de Prague, “Grain de Sable”, N°175,  10-10-2000.

[60] Cfr. Québec. Un bilan, “Grain de Sable”, N° 232, 1º-5-2001.

[61] Bienvenue à Göteborg en juin, Attac Göteborg, “Grain de Sable”,  N° 242, 5-6-2001.

[62] Quelques éléments pour la discussion après Gênes, “Grain de Sable”, N° 260 – 28-8-2001.

[63] Cfr. Benito Pérez, Neuf mouvements lancent un ‘Appel contre la terreur policière’, “Le Courrier de Genève”, 21-6- 2000.

[64] Cfr. Les violences de Göteborg, “Grain de Sable”, N° 246 – 19-6-2001.

[65] Cfr. Benito Pérez, Neuf mouvements lancent un ‘Appel contre la terreur policière’, “Le Courrier de Genève”, 21-6- 2000.

[66] Les violences de Göteborg, “Grain de Sable”, .N° 247, 22-6-2001.

[67] Ibidem.

[68] Cfr. Göteborg, Salzburg et l’avenir, “Grain de Sable”, N° 248,  26-6-2001.

[69] Algunas reflexiones sobre la vioeência y el estado del movimento, “Grain de Sable”, Nº 258, 21-8-2001.

[70]   Les violences de Göteborg, “Grain de Sable”, N° 247, 22-6-2001.

[71] Cfr. La nueva guerra contra el terror, transcrita en el site Internet do FSM.

[72] De ore tuo te judico (Lc 19, 22).

[73] Cfr. Padre Zanotelli, La vigilia del G8 vista de Korogocho, “Adista”, Nº  46, 18-6-2001.

“Nigrizia” hizo  una parodia –irrespetuosa es lo menos que se puede decir– del cántico de Nuestra Señora,  que el diario “Libero” publica bajo el título ‘Magnificat jeans’ – Quando Nigrizia exaltaba la contestación:

“Mi corazón exulta de alegria en el Señor, mi cuerpo vibra con la venida del Libertador, porque se indignó con la opresión de esta su pequeña sierva. .... Arremangó las mangas con ira y desmontó el pensamiento único de los plutócratas. Arruinó sus sillones giratorios y colocó a los excluídos en sus escritorios. Distribuyó comida sana y en abundancia a los que tenían hambre, envió los hipernutridos a ganar el pan con su sudor. Vino en socorro del pueblo de la Tierra, recordando la verdadera religión que había soñado en el inicio para sus hijos de todas as generaciones, para siempre” (cfr. ed. de 6-9-2001, p. 9).

[74] Otro ejemplo marcante es el de la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT), ligada a la Conferencia de los Obispos del Brasil (CNBB). Hace parte de la “liturgia” de la CPT que ella publique periódcamente un balance de la violencia habida en el campo (pendiendo siempre, es claro, hacia el lado de los sin-tierra, nunca de los propietarios). Ya en 1998, la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Pará, a través de su “Grupo Especial de Trabajo sobre Asesinatos en el Campo (Getac)”, contestó públicamente los datos de la CPT. La Getac englobaba instituciones como el Tribunal de Justicia,  el Ministerio Público, la Orden de los Abogados del Brasil, Federación de los Trabajadores en la Agricultura y Policías Militar, Civil y Federal. Mostró el Getac que, por lo menos 209 de los casos entonces apuntados por la CPT, nada tenían que ver con disputas de tierras. Se trataba de crímenes pasionales, muertes por borracheras, peleas, cuestiones laborales y hasta abortos y suicidios. La CPT había catalogado todo eso como “lucha por la tierra”... ¡Es mucho deseo de ver conflictos sociales! La coordinadora del Getac en la ocasión, Onéia Dourado, desafió: “La CPT está  con miedo de que la verdad aflore. Nadie había hecho un trabajo de investigación sobre esos números, pero ahora podemos afirmar que son irreales” (“O Liberal”, Belém, y “O Estado de S. Paulo”, 19-4-98). Además de eso, en el propio balance de la Reforma Agraria brasileña (período 1995-1998) entregado por el Ministro Raúl Jungmann al Papa Juan Pablo II, se afirma que los informes de la Comisión Pastoral de la Terra (CPT) sobre violencia en el campo, agregam “muchas veces casos pasionales que nada tienen que ver con la cuestión agraria”! Más recientemente, em diciembre de 2001, la misma CPT denunció que el número de muertes en el campo había aumentado de 21 (el año 2000) a 29 (el 2001). Ahora bien, un levantamiento de la Audiencia del Ministerio de Desarrollo Agrario del gobierno brasileño mostró que el número de muertes en el 2001 fue de 18 (“O Globo”, 20-12-2001).

[75] Según Christophe Aguitton, de la Attac, fue en Porto Alegre que los participantes italianos del FSM, entre ellos Vittorio Agnoletto, definieron “el cuadro que iría a preparar la movilización de Génova” (cfr. Quelques éléments pour la discussion après Gênes, “Grain de Sable”, N° 260, 28-8-2001).

[76] Cfr. G8 sì, G8 no: I cattolici si dividono, “Adista”, Nº  54, 16-7-2001.

[77] Cfr. “Adista”, Nº  50, 2-7-2001.

[78] Cfr. Giacomo Galeazzi, Genova, l'assalto alla politica dei Wojtila Boys, “La Stampa”, 9-7-2001, extraído del site: http://www.giovanidelleacli.org.

[79] Cfr. Un altro mondo è possibile. Il Genova Social Forum e Le cose dell’ ‘altro mondo’” al  Genoa Social Forum, “Adista”, Nº 57, 28-7-2001.

[80] Ver Scusate il ritardo: I DS tentano il ricupero sulle proteste di Genova, “Adista”, Nº  49, 30-6-2001.

[81] Se trata de um conglomerado creado poco antes de Seattle por una miríada de asociaciones católicas, grandes y pequeñas, cuyo programa económico alternativo se basa en la “búsqueda de la igualdad” y tiene por fin “introducir profundos cambios en el odo de gerenciar las riquezas, de concebir el trabajo, de organizar la producción”, o sea, “construir otra economía.… fundada sobre la sobriedad, sobre a equidad, sobre la  sostenibilidad”.

Adoptaron el nombre de Red Lilliput porque las asociaciones que la formanm se dicem pequeños lilliputianos, frágiles cuando están aislados, pero capaces de inmovilizar al gigante Gulliver –el capitalismo globalizado– cuando actúan en conjunto. En el plano operativo, la idea de red viene de la necesidad de no “crear jerarquías” ni “perder la riqueza de las mil diferencias” (cfr.  Gettare la rete, no site da associación).

[82] Cfr. Avanti popolo di Seattle! Contestatori uniti contro il G8, “Adista”,  Nº  46, 18-6-2001.

[83] Cfr. “O Estado de S. Paulo”, 19-7-2001.

[84] Cfr. Rispetteremo la città e non ci saranno attacchi contro le persone  – Comunicato del Genoa Social Forum sulle forme di mobilitazione, “Adista”, Nº  46, 18-6-2001.

[85] Cfr. Avanti popolo di Seattle! Contestatori uniti contro il G8, “Adista”,  Nº 46, 18-6-2001.

[86] Cfr. Preti in corteo? Legíttimo, “Corriere della Sera”, 21-7-2001.

[87] El P. Gallo se define a sí mismo  como “ciudadano, demócrata, laico, antifascista y sacerdote, coordinador de la Comunità San Benedetto al Porto di Genova” (cfr. Interviste ad Enrico Peyretti e a Don Andrea Gallo, “Adista”, Nº  51, 5-7-2001) y escandalizó a los católicos italianos facilitando a uma prostituta la realización de un aborto (cfr. Andrea Tornielli,  La predica di Don Gallo: sono comuniste e me ne vanto, “Il Giornale”, Milão, 24-8-2001).

[88] Cfr. Comunicato del Consiglio dei portavoce delle Tute Bianche di Sant'Angelo a Scala, “Adista”, Nº 53, 14-7-2001.

No era la primera vez que el P.Vitaliano daba escándalo. Ya durante el Jubileo había sido amenazado de sanciones canónicas por haber participado del desfile del “orgullo homosexual” convocado en  Roma en claro desafío a la enseñanza tradicional de la Iglesia Católica sobre la homosexualidad.

En materia de desmanes callejeros, Génova tampoco era su bautismo de fuego. Meses antes, en Praga, él se había señalado opor sus  instintos belicosos, según relata un periodista español presente en los disturbios de la capital checa: “Em medio de la batalla, el P. Vitaliano, párroco de Avellino, ayudaba a los manifestantes en sus tentativas de romper el cerco que protegía a los milres de delegados del FMI y del BM” (cfr. Jesús Ramírez Cuevas-Masiosare, Praga: El cuerpo como arma de la desobediencia civil (texto retirado del site del Kolectivo La Haine).

[89] Cfr. Benedetto Vecchi, Don Vitaliano - Così difese il blindato, “Il Manifesto”, 23-10-2001.

[90] Cfr. Don Vitaliano sulle barricate: “Vai, vai.”, “Il Giornale”, 24-10-2001. La difusión de la participación activa del sacerdote en ls incidentes llevó al Sindicato de la Policía e escribir una carta a la Comisión Disciplinaria de la Curia Romana, expesando la “amargura” de los policías, así como su  “desconcierto por el comportamiento de un religioso que, así como nos fue enseñado, debería tener en el corazón la vida de todos, prescindiendo de la ideología política”.

[91] Cfr. Card. Silvano Piovanelli: ‘ho nel cuore tristezza e vergogna’,  “Corriere della Sera”, 27-7-2001.

[92] Cfr. Attaccati dal Governo, i preti non cedono: "Genova non va rinnegata", “Adista”,  nº 59, 1º-9-2001.

[93] Ibidem.

[94] Cfr. Elisabetta Rosaspina, Il Cardinale Tettamanzi: non cambio idea, “Corriere della Sera”, 23-7-2001.

Empero, en posterior entrevista al Avvenire (el diario del Episcopado italiano), retrocedió un poco, dirigiéndose a los contestatarios: “No se pueden dictar condiciones al mundo entero, en grupos recurriendo a la violencia. .... Este pueblo variado tiene necesidad de  reencontrar claridad en su interior, lejos de la ambigüedad” (cfr. Attaccati dal governo, i Preti non cedono: "Genova non va rinnegata", “Adista”, Nº 59, 1º-9-2001).

[95] Cfr. Cattolici no-global: Resa dei conti su Genova, “Adista”, Nº 59, 1º-9-2001.

[96] Cfr. Ibid. y Declaración Genova 16-22, luglio 2001, en el site de la Red Lilliput.

[97] Cfr. G8 sì, G8 no: I cattolici si dividono, “Adista”, Nº  54, 16-7-2001.

[98] Cfr. ‘Quei sovversivi dei Vescovi liguri’: Don Baget Bozzo sposa gli ‘Otto grandi’, “Adista”,  Nº 55, 21-7-2001.

[99] Cfr. Il "mal d'Occidente" dei cattolici e la fedeltà evangelica. Polemica tra "CORSERA" e "AVVENIRE", “Adista”, N° 62, 10-9-2001.

[100] Cfr. Mondo cattolico, l’ultima tentazione. Se in Chiesa entra Marx, “Adista”, N° 62, 10-9-2001.

[101] Cfr. La simplicidad equivocada de algunos análisis antiglobalización, “Zenit”, 24-7-2001.

[102] Cfr. Educhiamo col Vangelo, non con Marx, “Adista”, N° 62, 10-9-2001.

[103] Marco Frenette, Entre o Céu e a Terra, Forum – Outro mundo em debate, Editora Brasil Publishers, número 2.

[104] Un vocero de la CNT, el sindicato anarquista español, declaró explícitamente: “No pienso que existan muchas diferencias entre la concepción de la sociedade final a la que nosotros, socialistas, comunistas y libertarios [anarquistas], aspiramos. Las diferencias provendrían más bien de los medios y de las etapas precedentes” (cfr. Sergio Fanjul, Modelos de transición al socialismo, pp. 131-132, in España anestesiada – La obra del PSOE, Editorial Fernando III el Santo, Madrid, 1988, p. 148).

Es también elocuente el testimonio de Manuel Moreneo, activo participante del Forum de Porto Alegre y presidente de Izquierda Unida, el bloque “ortodoxo” del marxismo español, acerca de la necesidad de una nueva convergencia de las componentes de la izquierda, como la hubo en la Primera Internacional:

“Creo que la izquierda tiene que reconstruir una internacional, no cualquier internacional, sino la Primera. El por qué de eso, yo lo resumo, esquemáticamente, en tres argumentos:

“Primero: por la necesidad de refundar un nuevo proyecto emancipatorio. Los tres grandes proyectos que surgen de la Primera Internacional (libertario, social-demócrata y comunista) están agotados históricamente, como projectos socialmente creíbles y como definiciones políticas precisas. ....  Falta un instrumento, una organización que permita el surgimento y desarrollo de un nuevo proyecto anticapitalista y una nueva perspectiva socialista, que nos permita avanzar bajo otras formas de intervención política y coordinar las luchas y las aciones a partir de la diversidad.

“Segundo: no se trata de crear secciones acionales de la Internacional, mas de una organización transversal a toda la izquierda, que tenga como objetivo la transformación del mundo y de todas y cada una de de nuestras sociedades” (cfr. Propuestas para un nuevo internacionalismo, en la sección Balances sobre el FSM 2001, del site del FSM).

[105] Plinio Corrêa de Oliveira, Revolución y Contra-Revolución, cit., p.58.

[106] Este texto es de 1976, por lo tanto anterior a la perestroika y a la metamorfosis ocurrida en la Rusia soviética. Ya entonces –hace un cuarto de siglo– Plinio Corrêa de Oliveira discernía lo que estaba ocurriendo en la profundidad de los acontecimientos internacionales, que tantos hombres públicos sólo vieron en sus falaces apariencias de superficie.

[107] Cfr. Revolución e Contra-Revolución, cit., pp. 169-174.

Los representantes de la IV Revolución tienen bien presente que ellos son los herederos de un único proceso revolucionario, comenzado hace cinco siglos. Vése por ejemplo esta “declaración de guerra” de los Tute Bianche:

Tute Bianche, [Internet], julio de 2001

“De las multitudes de Europa, levantándose contra el Imperio y marchando en Génova.

“Somos nuevos, y aún así somos los mismos de siempre. Somos antiguos hacia el futuro, un ejército de la desobediencia. Por siglos marchamos, tomando la História como arma, ‘dignidad’ es la divisa de nuestros blasones.

“Somos los campesinos de la Jacquerie. Nuestras ciudades fueron destruídas por los mercenarios de la guerra de los Cien Años y los nobles nos hicieron morir de hambre. En el año de Nuestro Señor de 1358 tomamos armas, destruímos sus castillos y rescatamos lo que nos sacaron deshonestamente. Somos los trabajadores de las fábricas y de los pequeños oficios. En el año de Nuestro Señor de 1378 una ley nos llevó a la rebelión. Somos los campesinos de  Inglaterra que lucharon contra los nobles. Somos los Hussitas. Somos los Taboritas, a ‘República de los Iguales’, el ejército de los campesinos y de los mineros que siguieron  a Thomas Münzer, los siervos y mineros, fugitivos y desertores que se juntaron a los cosacos de Pugachev para derribar la autocracia de Rússia.

“Hoy ellos tienen un nuevo imperio, imponen nuevas servidumbres en todo el globo, aún juegan a los nobles y señores de la tierra y del mar. Nuevamente, nosotros, las multitudes, nos levantamos contra ellos.

“Génova, 19, 20 y 21 de julio del año que no pertenece a ningún Señor”.

 

[108] Noam Chomski, The Guardian Profile, por Maya Jaggi, 20-1-2001.

[109] Noam Chomski, profesor en el Massachusets Institute of Technology, suele ser más citado en Ciencias Humanas que en su especialidad, la lingüística. En los Estados Unidos, él es igualmente conocido por su feroz oposición a la política exterior norteamericana y por sus ideas políticas radicales.

[110] Cfr. Noam Chomsky, Notes on Anarchism, 1970, publicado en “For Reasons of State”, 1973.

[111] Cfr. Michael Slaughter, A Phone Call to Noam Chomski, Peace Works.

[112] Noam Chomsky, Force and Opinion, , “Z Magazine”, julio/agosto 1991.

[113] Noam Chomsky, Sobre la sociedad anarquista – Conversación con Peter Jay, site del sindicato anarquista español CNT.

[114] Noam Chomsky, The Soviet Union Versus Socialism, “Our Generation”, vol. 17, Nº 2, primavera-verano, 1986, pp. 47-52.

[115] Cfr. Ed Vulliamy, ‘Imperio’ devuelve el golpe, ¨El Mundo¨, Madrid, 21-7-2001.

[116] Información suministrada por Thomas Atzert, de Frankfurt (Alemania) durante un chat informático con Toni Negri y Michael Hardt, Negri/Hardt chat about Empire, promovido por el ‘webmaster’ del site bn.com

[117] Durante el Forum Social Mundial, Mary García Castro aprovechó su disertación para hacer numerosas referencias y una larga cita de Imperio (cfr. Biblioteca de las Alternativas, site del FSM). Mientras que otros, como Aníbal Quijano, Ricardo Alarcón de Quezada y Emir Sader denunciaban com insistencia el “Imperio”, en clara referencia al livro. En uno de los sites de Internet ligados a la organización del II Forum Social Mundial (www.portoalegre2002.org), una búsqueda de los artículos recomendados a los visitantes que incluyesen los nomes de Negri y Hardt en sus textos daba un resultado de 18 documentos.

[118] Cfr. Ed Vulliamy, ‘Imperio’ devuelve el golpe, “El Mundo”,  Madrid, 21-7-2001.

[119] Cfr. Le philosophe est incarcéré a Rome – Amnistie pour Toni Negri, “Libération”, Paris, 3-7-1997; Vers l´agonie des Etats-Nations – L´Empire, stade supreme de l´imperialisme, “Le Monde Diplomatique”, Paris, enero de 2001; Between "historic compromise" and terrorism – Reviewing the experience of Italy in the 1970s, “Le Monde diplomatique”, Aug.-Sept. 1998; y artículo de Michael Hardt sobre Toni Negri y su intención de volver a la prisión en Italia, originalmente publicado no “Dagens Nyheter” de Suecia, difundido en el web site

http://www.emery.archive.mcmail.com/public_html/toni_negri/hardt.html.

[120] Michael Hardt nació en 1960 en Washington DC, estudió Ingeniría, se doctoró en Literatura Comparada. Redactó en París, bajo la dirección de Negri, una tesis sobre la Italia de los años 70. En el mismo período, Hardt trabajó en Guatemala y en El Salvador para el Movimiento Santuario cristiano, que daba asilo a refugiados en iglesias. Actuó  en el departamento de Lengua Italiana de la Universidad de Carolina del Sur y en Los Angeles, a tiempo de vivir los tumultos de 1992. En 1994, asumió una cátedra de literatura en la Duke University da Carolina del Norte y comenzó a trabajar en Imperio. Después de su publicación, fue nombrado catedrático titular.

 [121] Michael Hardt y Antonio Negri, Imperio, traducción al portugués de Berilo Vargas, Editora Record, Rio-São Paulo, 2001, p. 233.

[122] Idem,  p. 234.

[123] Idem, p. 236.

[124] Idem, p. 224.

[125] Idem, p. 435.

[126] Idem, p. 437.

[127] Idem, p. 235

[128] Idem, p. 236.

[129] Cfr. Discorsi e Radiomessagi di Sua Santità Pio XII, Tipografia Poliglotta Vaticana, vol. VI, pp. 238/240. Los números que dividen la distinción entre pueblo y masa son nuestros.

[130] Háblase aquí de Reino. Pero es bueno tener presente que no sólo una monarquía puede constituir una sociedad orgánica. Como recordaba frecuentemente el Prof. Plinio Corrêa de Oliveira, también las formas de gobierno republicanas o democráticas pueden ser vividas de modo orgánico. Como ejemplos históricos más conocidos citamos la república aristocrática de Venecia y los cantones suizos, eminentemente populares (cfr. Plinio Corrêa de Oliveira, Nobreza y élites tradicionales análogas en las alocuciones de Pío XII al Patriciado y a la Nobleza romana, Ed. Fernando III el Santo,  Madrid, 1993, Apéndice III, pp. 213-239).

[131]  Catolicismo, Nº 11, noviembre de 1951.

[132] Cfr. Plinio Corrêa de Oliveira, Revolución e Contra-Revolución, cit., p. 93.

[133] “El alma humana es naturalmente cristiana” (Tertuliano).

[134] Plinio Corrêa de Oliveira, Autoretrato filosófico, in Catolicismo, octubre de 1996.

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