En defensa del neoliberalismo

La provocación de Gaza
Adolfo Rivero Caro

La gran prensa liberal americana nos tiene acostumbrados a la continua tergiversación de la realidad. Así ha sucedido últimamente con el incidente de la flotilla turca que pretendía romper el bloqueo que, por motivos de seguridad, han impuesto los gobiernos de Israel y Egipto a la Franja de Gaza. Cuatrocientos de los 750 participantes de la flotilla eran turcos, miembros del Fondo de Ayuda Humanitaria, una organización conocida por su patrocinio de grupos terroristas islámicos como Al Qaida, Yihad Global y Hamas. Comandos israelíes asaltaron los barcos, algo que ha sucedido anteriormente en numerosas ocasiones. No hubo bajas en ninguno de los que no hicieron resistencia. En el barco que encabezaba la flotilla, sin embargo, fueron atacados por algunos pasajeros y varios soldados israelíes resultaron heridos. Como resultado, se produjo un tiroteo en el que nueve activistas turcos fueron muertos y docenas, resultaron heridos. Turquía calificó la acción israelí de "un acto inhumano de terrorismo de estado'' y varios gobiernos occidentales llamaron a Israel a levantar su bloqueo a Gaza.


El bloqueo de Gaza no es ningún capricho. Desde el 2007, la Franja de Gaza está bajo el poder de Hamas, un grupo terrorista. Este grupo (Movimiento de Resistencia Islámico) fue creado en 1987 por varios líderes de la Hermandad Musulmana en los llamados territorios ocupados poco después del inicio de la Intifada. Los objetivos a corto plazo en su carta de fundación son terminar con la ocupación en la Margen Occidental, la Franja de Gaza y el Este de Jerusalén, así como el establecimiento de un estado islámico. A largo plazo, su objetivo es establecer un estado islámico en Palestina. La organización está financiada por sus partidarios de todo el mundo.


Hamas se opuso a participar en el proceso de paz en el Medio Oriente, iniciado en Madrid en 1991 y rechazó los acuerdos de Oslo firmados en 1993. Para entonces había emergido como el principal oponente de Israel. Cuando la Organización de Liberación de Palestina estableciera la Autoridad Palestina en la Franja de Gaza, en mayo de 1994, Hamas reiteró que consideraba los asentamientos judíos y las tropas israelíes como una fuerza de ocupación que había que combatir. No participó en las elecciones para la presidencia de la Autoridad Palestina en enero de 1996 porque se derivaba de los acuerdos de Oslo y se dedicó a realizar una serie de atentados suicidas en Jerusalén y otras partes de Israel. Sus asesinos volaban autobuses llenos de civiles inocentes y clubes nocturnos donde los jóvenes se reunían para bailar. Hay que comprender que el objetivo declarado y constantemente reafirmado de Hamas es la destrucción del estado de Israel . En septiembre del 2000, cuando empezó la Intifada, Hamas intensificó los ataques suicidas contra civiles israelíes dentro de Israel.


Cuando el gobierno de Ariel Sharon volvió a ocupar la Margen Occidental en la primavera del 2002, las actividades terroristas disminuyeron radicalmente
, aunque no terminaron en su totalidad. Hamas siguió siendo la organización palestina más importante después de Al Fatah. Cuenta con un poderoso movimiento político que participa lo mismo en los sindicatos, que en las Cámaras de Comercio y que dedica grandes recursos a la construcción de mezquitas y clínicas. Se opone al alcohol y a la corrupción. Es popular en Gaza y lo demostró con su triunfo en las elecciones parlamentarias del 2007.


“Israel está afrontando un ataque de hipocresía internacional”, dijo Benjamín Netanyahu, el primer ministro israelí, tras el incidente de la flotilla. La población de Gaza no está sufriendo ninguna crisis humanitaria. Israel permite que más que suficientes alimentos, medicinas y otros suministros entren el territorio, y carecería de sentido que no lo hiciera. Por otra parte, el gobierno israelí ha dicho, en repetidas ocasiones, que cualquier ayuda humanitaria adicional puede ser canalizada a través de la Cruz Roja Internacional. Lo que Israel no puede permitir, como ha dicho Netanyahu, es que los terroristas de Hamas puedan realizar ataques contra Tel Aviv y Jerusalén. Si se levantara el bloqueo, seguirían no docenas
, sino cientos de embarcaciones cargadas no de alimentos sino de cohetes. Israel tiene el derecho y el deber de defender a sus ciudadanos. Por otra parte, el bloqueo no viola ninguna ley internacional.


Hace pocos días, el senador Lieberman declaró: “El bloqueo existe porque Hamas, que está actuando cada vez más como un instrumento del régimen iraní, ha disparado miles de cohetes contra Israel, inclusive después de que Israel se retirara de Gaza. La flotilla fue una clara provocación y no un esfuerzo por mejorar las vidas del pueblo de Gaza. El pueblo palestino tiene un legítimo derecho a un estado que sea un vecino pacífico de Israel, pero los que ayudan a Hamas
, sólo socavan ese objetivo''.


En América Latina baste saber que Chávez se ha declarado un violento antisemita y que Daniel Ortega ha roto las relaciones diplomáticas con Israel. Todo este incidente no ha sido más que una provocación dirigida para aislar a Israel y facilitar su potencial destrucción. Es imperativo movilizar la solidaridad con Israel en todo el mundo.

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