En defensa del neoliberalismo

 

La retórica soviética de John Kerry

 

 

Ion Mijai Pacepa

Parte del atractivo del senador John Kerry para un cierto sector del público norteamericano es su status de veterano de Vietnam unido a su activismo contra la guerra durante ese período. El 12 de abril de 1971, Kerry le dijo al Congreso de Estados Unidos que soldados americanos le habían dicho haber “violado, cortado orejas, decapitado, pegado alambres de teléfonos portátiles a genitales humanos y luego conectado la corriente; que habían cortado miembros, matado ganado por simple diversión, envenenado pozos y, en general, arrasado el campo de Vietnam del  Sur  de una manera que recordaba a  Genghis Khan.”

Se debían rastrear las exactas fuentes de esas afirmaciones. También se le debía preguntar a Kerry quién, exactamente, le dijo esas cosas, y qué fue exactamente lo que dijeron haber hecho en Vietnam. Ahora la prescripción (statutes of limitations) protege a esos individuos de ser enjuiciados por esas afirmaciones. ¿O acaso el senador Kerry simplemente oyó alegaciones de ese tipo esgrimidas por miembros de grupos contrarios a la guerra (gran parte de lo cual ha sido desacreditado desde entonces)? Para mí, estas afirmaciones suenan exactamente como la desinformación que los soviéticos difundieron por todo el mundo durante toda la época de Vietnam. La prioridad número uno de la KGB en esa época era erosionar el poderío, el juicio y la credibilidad de Estados Unidos. Uno de sus instrumentos favoritos era la fabricación de pruebas como fotografías y “reportes de noticias” sobre inventadas atrocidades americanas. Estas historias eran presentadas en revistas manipuladas por la KGB de donde saltaban a organizaciones noticiosas respetables. Serían recogidas con mucha frecuencia. Las organizaciones noticiosas son notoriamente débiles en cuanto a la verificación de sus fuentes. En general, resultaba asombrosamente fácil para las organizaciones de espionaje del bloque soviético falsificar muchos de esos reportes y propagarlos por todo el mundo libre.

Como general y jefe de espionaje de Rumania, un antiguo satélite soviético, yo mismo fabriqué vitriólicas afirmaciones como las que Kerry repitió ante el Congreso de EEUU casi palabra por palabra, y que fueron plantadas en los movimientos izquierdistas de toda Europa. El presidente de la KGB Yuri Andropov administraba nuestra operación anti-guerra de Vietnam. Frecuentemente se jactaba de haber destruido el consenso americano en política exterior, envenenado el debate interno en EEUU y fabricado una falta de credibilidad de Estados Unidos ante la opinión pública europea mediante nuestras operaciones de desinformación. Vietnam fue, me dijo una vez, “nuestro éxito más significativo.”

La KGB organizó una vitriólica conferencia en Estocolmo para condenar la agresión de Estados Unidos. el 8 de marzo de 1965, cuando las primeras tropas americanas llegaron a Vietnam del Sur. Por órdenes de Andropov, uno de los agentes asalariados de la KGB, Romesh Chandra, el presidente del Consejo Mundial de la Paz, organización financiada por la KGB, creó la Conferencia de Estocolmo Sobre Vietnam como una organización internacional permanente cuyos objetivos eran hacer propaganda antiamericana, organizar protestas, manifestaciones y boicots así como criticar a todo el que estuviera conectado con la guerra. Al mismo tiempo que

realizar operaciones para ayudar a los jóvenes americanos a evitar el servicio militar o desertar con el objetivo de desmoralizar su ejército, Su personal estaba integrado por oficiales de inteligencia del bloque soviético y recibía unos $15 millones anuales del departamento internacional del Partido Comunista, además de los $50 millones anuales para el Consejo Mundial de la Paz, todo en dólares lavados y en efectivo. Ambos grupos tenían secretariados estilo soviético para dirigir sus actividades generales, comisiones estilo soviético para las actividades diarias, y una administración tipo soviético. La cita del senador Kerry es una copia de los lemas soviéticos de este período, Creo que, muy probablemente, sea una cita directa de una de las publicaciones de propaganda de estas organizaciones.

La campaña de la KGB para atacar Estados Unidos y Europa por medio de la desinformación fue algo más que una serie de trucos sucios de la Guerra Fría. Toda la política exterior de los estados del bloque soviético, en realidad, todo su poderío militar y económico, giraba en torno al objetivo soviético de destruir a Estados Unidos desde dentro mediante una campaña de mentiras. Los soviéticos veían la desinformación como un instrumento vital en el progreso dialéctico del comunismo mundial.

La Conferencia de Estocolmo sostuvo reuniones anuales hasta 1972. En sus cinco años de existencia creó miles de “documentales” impresos en todos los idiomas occidentales describiendo los “abominables crímenes” cometidos por los soldados americanos contra la población civil en Vietnam, junto con fotografías prefabricadas. Todos estos materiales fueron manufacturados por el departamento de desinformación de la KGB. Yo mismo mandé imprimir esta propaganda en cientos de miles de ejemplares.

La DIE rumana (la policía secreta de Ceacuescu) tenía la tarea de distribuir estos “documentos incrimina torios” fabricados por la KGB por toda Europa Occidental. Y mucha gente se tragó todo esta sarta de mentiras sin pestañear. “Hasta Atila el Huno parece un ángel en comparación con estos americanos’’, me dijo un disgustado empresario alemán tras leer uno de estos reportes.  Yo asentí gravemente.

Los partidos comunistas de Italia, Grecia y España, atendidos por Bucarest, resultaban muy afectados por este material y sus activistas regularmente distribuían traducciones. También los repartían entre los participantes de las manifestaciones antiamericanas que se desarrollaban por todo el mundo.

Muchos movimientos antinucleares y “Ban-the-Bomb” también estaban financiados por la KGB. Ya no puedo mirar una petición a favor de la paz mundial o de otra presunta noble causa, particularmente de la variedad antiamericana, sin decirme a mi mismo: “KGB.”

 

En 1978, cuando rompí con el comunismo, mi DIE estaba propagando la consigna de que la aventura de Washington en Vietnam había derrochado $200 billones. Este desperdicio, advertíamos lúgubremente, pronto generaría inflación, recesión y desempleo en Europa.

En lo que a mi concierne, la KGB fue la creadora del movimiento contra la Guerra en Estados Unidos, En 1976, Andropov elogió a mi propia DIE de Rumania por haber ayudado a la KGB a conseguirlo.

Los intelectuales izquierdistas de Estados Unidos ahora miran hacia Europa - adoctrinada durante muchos años en la propaganda antiamericana de la Unión Soviética - para “una franca crítica europea de la política militar del gobierno de Bush.” En realidad, el antiamericanismo de la Europa de hoy es casi tan feroz como lo fue en la época de Vietnam. Francia y Alemania insisten en que estamos torturando a los prisioneros de Al Qaida presos en Guantánamo. El Mirror, un periódico británico, cree que el presidente Bush y el Primer Ministro Tony Blair estaban “matando inocentes en Afganistán.” El diario Le Monde puso a Jean Baudrillar en su primera plana afirmando que “todo el Occidente judeo-cristiano, encabezado por Estados Unidos, no sólo provocó los ataques terroristas (de septiembre 11) sino que realmente los deseaba.”

En junio del 2002, el antiguo partido comunista alemán, rebautizado como Partido del Socialismo Democrático (PDS), exhibió un filme documental sobre los “crímenes de guerra de EEUU en Afganistán” en el Bundestag alemán. El filme reencarnaba el estilo de los antiguos “documentales” del viejo bloque soviético demonizando la guerra de EEUU en Vietnam. Según este filme de 20 minutos, los soldados americanos participaban en las torturas y asesinatos de 3,000 prisioneros talibanes en la región de Mazar-e-Sharif. En la película, un testigo llega a decir haber visto a un soldado americano partirle el cuello a un prisionero y derramar ácido sobre otros.

Durante mi última entrevista con Andropov, éste me dijo,”ahora lo único que tenemos que hacer es mantener vivo el antiamericanismo de la era de Vietnam.” Andropov era un astuto juez de la naturaleza humana. Comprendía que, a la larga, nuestra participación sería olvidada pero que nuestras insinuaciones cobrarían vida propia. Así es como funciona la naturaleza humana.

====================================================

Ion Mihai Pacepta era  jefe del servicio de espionaje de Rumania y asesor nacional de seguridad de Ceacuescu. Es el funcionario de inteligencia de más alto nivel que haya desertado nunca del antiguo bloque soviético.

Traducido por AR