En defensa del neoliberalismo

 

Sólo en Estados Unidos

 

Walter E. Williams

Hablemos sobre los ricos, esas personas que de acuerdo con el ex congresista Richard Gephardt son “ganadores en la lotería de la vida” O la gente a la cual el director Michael Moore califica de que se hicieron ricos a costa de los pobres en su libro “¿Qué han hecho con mi país, socio?” (Dude, Where’s my Country?).

Farrah Gray fue criado en un vecindario predominante negro de Chicago. A la edad de 8, el comenzó un puesto de limonada, después una compañía de capital de riesgo (venture capital), un negocio de comida y una revista. Ya a los 17 años, Farrah Gray era millonario, había sido presidente ejecutivo de cuatro compañías y tenía oficinas en Wall Street, Las Vegas y Los Angeles.

Mientras que convertirse en millonario a los 17 años es raro, eventualmente ser millonario no lo es. Según el estudio de Investigación del Mercado Afluente 2004 del TNS Financial Services, hay un estimado de 8.2 millones de hogares americanos con activos (excluyendo residencias principales) con un valor superior a un millón de dólares. Eso es un incremento de 33% sobre los 6.2 millones de hogares reportados en 2003.

¿Quiénes son estas personas pintadas como ganadores en la lotería de la vida o que se hicieron ricos explotando a los pobres? Una cosa si es segura: no son los hijos de los Rockfellers, los Kennedys o los Vanderbilts. Según la investigación de los doctores Thomas Stanley y William Danko publicada en su libro “Los Millonarios de Al Lado: Los Sorprendentes Secretos de los Ricos de América” ("The Millionaire Next Door: The Surprising Secrets of America's Wealthy,") 80% de los millonarios americanos de hoy son ricos de primera generación.

Los doctores Stanley y Danko enumeraron otras características de esos 8.2 millones de hogares millonarios. Menos del 20% heredó 10% o más de su riqueza. Más de la mitad recibieron como mucho un dólar de herencia. Menos del 25% recibieron “un acto de bondad” de un familiar mayor de $10,000, y 91% nunca recibió, como regalo, más de $1 de la propiedad de un negocio familiar.

Ser rico de primera generación no es algo nuevo para los americanos. Los doctores Stanley y Danko dicen, “Más de 100 años atrás lo mismo era verdad. En la economía americana, Stanley Lebergott revisa un estudio conducido en 1892 de los 4,047 millonarios americanos. Reporta que 84% eran nuevos ricos, habiendo llegado al tope sin el beneficio de la riqueza heredada.

Esto señala una de las características más únicas de nuestra nación. Sólo porque usted sepa donde alguien terminó su vida no es garantía de que sepa donde comenzó. En otras palabras, hay tanta movilidad económica en nuestra sociedad que empezar con recursos modestos o incluso ser extremadamente pobre no es un obstáculo insuperable para terminar arriba.

Según data del IRS (el servicio de impuestos de EE.UU.), 85.8% de los contribuyentes que presentaron su declaración de impuestos pertenecientes al veinte por ciento de menores ingresos en 1979 se habían movido al veinte  más alto en 1988,

Aquí va mi pregunta para usted: ¿Qué debemos hacer con la gente que predica pesimismo y el final a otros personas, diciéndoles que son pobres gracias a que otros son ricos o diciéndoles a los negros que ellos nunca lo lograrán debido al racismo de la sociedad? ¿Qué debemos hacer con los políticos, “expertos” de los medios y profesores universitarios que predican la política de la envidia, diciéndoles mentiras sobre que los ricos se hicieron ricos a costa de la explotación de los pobres? Yo crecí en un complejo público de viviendas al norte de Filadelfia, y esas no eran las lecciones que prevalecían un siglo atrás. Mi madre solía decir que “Tenemos bolsillos de cerveza pero gustos de champaña”. Y mi padrastro solía recordar “Si quieres triunfar en este mundo, tienes que venir a trabajar temprano y quedarte hasta tarde” Aquellos mensajes eran mucho más beneficiosos para una persona pobre que los otros mensajes de compasión y de que todo el mundo es víctima. Personalmente, me agrada la respuesta del reverendo evangélico Ike cuando le preguntan sobre qué debemos hacer sobre los pobres. El respondió “Lo mejor que se puede hacer por los pobres es no convertirse en uno”.

Mayo 4, 2005

Traducción Alfonso Colombano