En defensa del neoliberalismo
 

¡Suelten a Lenin!

 

Adolfo Rivero Caro

No sé con seguridad cuál es el cargo público más peligroso del mundo, pero el de primer ministro de Irak sería un buen candidato. Toda la furia de los terroristas está concentrada sobre él y varios ministros de su gobierno han sido asesinados. Ayad Allawi, sin embargo, no se inmuta. Está acostumbrado. Saddam Hussein trató de matarlo estando en el exilio. Para desconcierto de los terroristas, ese constante desafío al peligro lo ha convertido, inesperadamente, en una figura popular. Querían presentarlo como un títere de los americanos, pero los iraquíes comprenden que ningún títere está dispuesto a jugarse la vida todos los días. Y ese pueblo, profundamente escéptico tras 30 años de dictadura, mira a su primer ministro con orgullo y afecto. Los terroristas no contaban con eso. En realidad, el único que lo llama públicamente un títere es John Kerry. Pero eso no dice nada sobre la calidad moral de Allawi, sino, en todo caso, sobre la de John Kerry.

Durante su reciente visita a Washington, Allawi dijo: ''Amigos míos, que no quede ninguna duda, hoy nosotros estamos mejor, ustedes están mejor y el mundo está mejor sin Saddam Hussein''. Eso debía ser obvio, pero no lo es. ¿Por qué? Porque ahora recibimos noticias diarias sobre soldados muertos, decapitaciones y secuestros que no recibíamos antes. Pero tampoco las recibíamos antes de aquel ataque del 11 de septiembre del 2001 en el que murieron 3,000 americanos inocentes. ¿Y acaso estábamos más seguros antes del ataque?

Kerry dice que la guerra de Irak ha sido una desviación de la lucha contra el terrorismo. Pero la fuerza de los terroristas depende directamente de los estados que los apoyan. Sin apoyo estatal, el terrorismo se convierte en un factor marginal. Afganistán era la principal base de apoyo de Al Qaida. ¿Recuerdan Afganistán? ¿El estado que nadie había podido conquistar nunca? ¿Donde habían fracasado tanto el ejército imperial británico como el ejército rojo soviético? Según la prensa liberal americana iba a ser otro Vietnam. Pero Bush no hizo caso, decidió atacarlo, y aplastamos a los talibanes.

Todo el mundo estaba seguro de la amenaza de Saddam Hussein. En 1997, el senador Kerry estaba tan alarmado por su programa de armas de destrucción masiva que llegó a argumentar la conveniencia de un ataque preventivo contra Saddam Hussein. John Edwards dijo por CNN que Saddam Hussein constituía la mayor inminente amenaza que confrontaba EEUU. Nada más fácil que encontrar nummerosas citas de ese tipo en la época de Clinton.

En realidad, uno de los problemas que tiene Bush es lo audaz y novedoso de su concepción estratégica para cambiar la situación del Medio Oriente. Los socialistas prefieren convocar otra conferencia de paz y seguir dándole cientos de millones a Yasser Arafat. Bush se ha negado. El problema de Israel y los palestinos nunca va a poder resolverse si no hay un cambio dramático en la situación geopolítica. Esa es la visión a largo plazo que subyace en nuestra lucha por un Irak libre y democrático. Porque Bush hizo lo que tenía que hacer, ahora tenemos la posibilidad de ayudar a organizar una sociedad libre y democrática en el mismo medio del Medio Oriente. El plan es tan audaz que los terroristas tienen que impedirlo a toda costa. No se trata de ningún ''odio contra el ocupante'' ni nada por el estilo. Si eso fuera lo determinante, no estarían matando decenas de iraquíes todos los días. El problema es impedir las elecciones, sabotear la recuperación económica del país, impedir el surgimiento de un Irak libre y democrático. Y en ese sentido, van a hacer un esfuerzo supremo antes de las elecciones americanas. Quieren conseguir un efecto Madrid. Quieren acobardar al pueblo americano e impedir, por todos los medios, el triunfo de Bush. En eso están de acuerdo desde Fidel Castro y Hugo Chávez hasta los ayatolás, Osama bin Laden y algunos otros de cuyo nombre no quiero acordarme.

¿Alguien puede dudar de que los terroristas son profundamente impopulares en Irak? Ahora bien, si son impopulares, ¿no es lógico pensar que podemos ganar esa batalla, y que podemos derrotar a los terroristas, apoyándonos precisamente en el pueblo iraquí? Por supuesto que sí. ¿Dificultades? Bush siempre ha insistido en lo largo y difícil de esta guerra. Pero hay que estar decidido a luchar, y a ganar. Sin embargo, en un discurso en la universidad de Nueva York, John Kerry dijo: ''Hemos cambiado a un dictador por el caos, y esto ha dejado a EEUU menos seguro''. No es por gusto que durante su visita a EEUU, Allawi enfatizara: ``Cuando los dirigentes políticos hablan el lenguaje del derrotismo frente a los terroristas, sólo consiguen estimular la violencia''.

Dentro de pocos días va a haber elecciones en Australia, tradicionalmente uno de los más firmes aliados de EEUU. Pues adivinen quién está allí, diciéndoles a los australianos que es una locura tener tropas en Irak y que no tiene sentido morir por las ambiciones de George W. Bush. Pues nada menos que la hermana de John Kerry. La realidad es que los liberales americanos quieren que perdamos esta guerra. No es de extrañar. Marx pensaba que el origen de las guerras estaba en la rapacidad capitalista. Sobre esa base, Lenin desarrolló la teoría del imperialismo. Y los ''liberales'' americanos siguen pensando que detrás de cada guerra están los intereses de algunas de esas grandes y malévolas corporaciones capitalistas, Exxon, Halliburton, American Airlines, you name it. Las que, según ellos, dominan el gobierno de EEUU y el mundo. Por favor, señores, ¡suelten a Lenin! Pensando de esa forma, no es de extrañar que el Presidente gane los debates.